Este Alimento Popular Puede Aumentar Tu Riesgo de Demencia

Este Alimento Popular Puede Aumentar Tu Riesgo de Demencia
  • Nuevas investigaciones sugieren que la carne roja procesada aumenta el riesgo de demencia.
  • Cuanto más consumes de estas carnes, mayor es el riesgo.
  • La relación entre la carne roja no procesada y la demencia es menos clara.

La demencia afecta a casi el 10% de los adultos mayores en EE. UU. Aunque los científicos no han determinado exactamente qué la causa, la investigación está identificando factores nuevos, como la dieta, que pueden desempeñar un papel en el desarrollo de esta devastadora condición. Un nuevo estudio sugiere que las carnes rojas procesadas pueden aumentar tu riesgo de desarrollar demencia.

El estudio, publicado en la revista Neurology, encontró una relación entre una dieta regular de carnes rojas procesadas como perritos calientes, salchichas, salami, mortadela y tocino, y el riesgo de desarrollar demencia.

¿Qué encontró el estudio?

Los investigadores analizaron datos de dos estudios importantes con 133,771 personas que no tenían un diagnóstico de demencia al inicio del estudio. Los participantes respondieron preguntas sobre sus hábitos alimenticios cada dos a cuatro años a lo largo de 43 años.

Los investigadores se centraron en cuánta carne roja procesada consumían los participantes, clasificando los hábitos de consumo en bajo (menos de 0.1 raciones al día), medio (entre 0.1 y 0.24 raciones al día) y alto (0.25 o más raciones al día). Una ración estándar de carne roja procesada es de 3 onzas, según el estudio.

Durante el estudio, 11,173 personas fueron diagnosticadas con demencia. Los investigadores encontraron que aquellos que comían más carne roja procesada tenían un 13% más de probabilidad de desarrollar demencia en comparación con aquellos del grupo bajo.

Los investigadores también descubrieron que las personas del grupo alto tenían una función cognitiva más baja y un envejecimiento cerebral más rápido en comparación con las del grupo bajo.

“Un mayor consumo de carne roja, particularmente de carne roja procesada, se asoció con un mayor riesgo de desarrollar demencia y peores capacidades cognitivas,” escribieron los investigadores en la conclusión. “Reducir el consumo de carne roja podría incluirse en las pautas dietéticas para promover la salud cognitiva.”

¿Por qué la carne roja procesada podría elevar el riesgo de demencia?

Los investigadores no estudiaron por qué hay un vínculo entre el consumo de carne roja procesada y un mayor riesgo de desarrollar demencia, solo encontraron una asociación. Sin embargo, los hallazgos no son “sorprendentes,” según Jasmin Dao, M.D., Ph.D., neuróloga en Miller Children’s & Women’s Hospital Long Beach.

El vínculo puede ser indirecto o directo, dice la Dra. Dao. Las carnes rojas procesadas están relacionadas con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades del corazón y diabetes, y esas condiciones están asociadas con un mayor riesgo de desarrollar demencia, señala.

Además, las carnes procesadas suelen tener altos niveles de grasa y sodio, que están vinculados con una mala salud cerebral y corporal. Las dietas altas en grasas saturadas también están relacionadas con la inflamación cerebral y un mal rendimiento cognitivo.

La Dra. Dao enfatiza que los científicos “aún están aprendiendo” sobre el vínculo entre la dieta y la demencia. Sin embargo, las elecciones dietéticas parecen afectar la salud cerebral, agrega. “Una alimentación saludable se ha asociado con la mejora en nuestro procesamiento cognitivo,” señala.

¿Hay un vínculo entre la carne roja y la demencia?

El vínculo es más débil entre consumir carne roja no procesada y un mayor riesgo de desarrollar demencia. Este estudio en particular encontró que las personas que consumían más de una ración al día de carne roja no procesada tenían un 16% más de riesgo de experimentar un deterioro cognitivo subjetivo, en comparación con aquellos que tenían menos de 0.5 raciones al día. (El deterioro cognitivo subjetivo se considera una señal temprana de demencia). Sin embargo, el estudio no vinculó la carne roja no procesada con un diagnóstico real de demencia.

En general, la mayoría de la investigación sobre el impacto de la carne roja en el riesgo de demencia se centra en la carne procesada, no en la carne no procesada, lo que dificulta sacar conclusiones contundentes en este momento.

¿Cuánta carne roja es aceptable para evitar la demencia?

Una vez más, este vínculo sigue siendo explorado, lo que dificulta decir exactamente cuánta carne roja es aceptable consumir para intentar prevenir la demencia. El estudio más reciente sugiere que cuanto menos carne roja procesada consumes, mejor es tu salud cerebral. También se sugiere que las dietas que minimizan la carne roja procesada y se centran en legumbres, aves, pescado, frutas, verduras y nueces son las mejores para la salud cerebral.

¿Qué más puedo hacer para reducir mi riesgo de demencia?

En el ámbito dietético, es mejor centrarse en la dieta MIND, que se asocia con una reducción del riesgo de deterioro cognitivo y enfermedades de Alzheimer. La dieta MIND se enfoca en los siguientes alimentos:

  • Verduras de hojas verdes
  • Otras verduras
  • Nueces
  • Frutos rojos (especialmente arándanos y fresas)
  • Frijoles
  • Granos enteros
  • Pescado
  • Aves
  • Aceite de oliva
  • Resveratrol (un compuesto de uvas y otros frutos rojos)

“Mejores hábitos alimenticios pueden ayudar reduciendo la inflamación en el cerebro, lo que a su vez ayuda a protegerlo,” dice la Dra. Porter.

Además de tu dieta, la Dra. Porter también sugiere los siguientes pasos para reducir tu riesgo de demencia:

  • Hacer ejercicio por al menos 150 minutos a la semana.
  • Mantenerse socialmente activo y tener conexiones cara a cara con otros.
  • Estimular tu cerebro tomando un curso, leyendo o haciendo voluntariado.
  • Intentar dormir al menos siete horas por noche.
  • Hacer tu mejor esfuerzo por manejar el estrés mediante actividades como la meditación y la práctica de yoga.

En cuanto a la carne roja procesada, la Dra. Dao recomienda consumirla lo menos posible. “Incluso una pequeña reducción en el consumo de carne no procesada puede tener un impacto beneficioso significativo a largo plazo en tu cognición,” señala.

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