¿Deberías empezar a hacer ejercicio descalzo?
- Hacer ejercicio descalzo se ha vuelto popular entre algunos deportistas, y muchos coinciden en que esta práctica aumenta la fuerza, movilidad y equilibrio de los pies.
- Los expertos dicen que estos beneficios pueden existir, pero también hay algunos riesgos asociados con el ejercicio descalzo, incluyendo la posibilidad de lesiones o infecciones.
- La seguridad de los entrenamientos descalzos depende mucho de la salud y el estilo de vida de cada individuo, pero las personas deben empezar lentamente si quieren probarlo.
Tradicionalmente, un par de zapatillas de alta calidad se ha considerado una parte necesaria de un buen entrenamiento. Pero últimamente, muchos entrenadores y entusiastas del ejercicio están alentando a otros a intentar hacer ejercicio descalzos.
Las zapatillas pueden ofrecer soporte, comodidad y estabilidad para ayudar a los atletas a sobresalir en su deporte y evitar lesiones en el gimnasio. Pero algunos dicen que hacer ejercicio descalzo proporciona una serie de otros beneficios, como una mayor movilidad y una agudización de la conciencia proprioceptiva, que es la capacidad de sentir dónde está tu cuerpo en tu entorno.
Si bien es cierto que hacer ejercicio descalzo puede tener sus ventajas, principalmente, aumentar el equilibrio y la coordinación al permitir que los pies se conecten directamente con el suelo, no es para todas las personas ni para todas las actividades. En ciertos casos, puede hacer más daño que bien.
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“Por un lado, puede ayudar a fortalecer tus pies y aumentar la propriocepción”, dijo Gregory Alvarez, DPM, podiatra. “Por otro lado, hay algunos riesgos involucrados en hacer ejercicio sin zapatos.”
La evidencia sobre el ejercicio descalzo es mixta
Es cierto que los entrenamientos descalzos pueden tener varias ventajas, como sugieren algunos creadores en línea. Hacer ejercicio descalzo puede ayudar a aumentar la fuerza de los pies y la propriocepción, lo que a su vez mejora el equilibrio y reduce el riesgo de lesiones, explicó Alvarez.
“El aumento de la retroalimentación sensorial desde la planta del pie puede llevar a una mejor conciencia corporal, coordinación y control neuromuscular”, dijo. La recompensa: un mejor equilibrio, agilidad, fuerza y estabilidad.
Y hacer ejercicio descalzo también puede ser bueno para el pie en sí. Cuando las personas están descalzas, sus músculos del pie deben trabajar más porque no cuentan con el soporte brindado por un zapato deportivo, explicó Anna Balabanova Shannahan, MD.
“Estar descalzo te exige tener más estabilidad en el tobillo y puede aumentar el soporte plantar”, comentó.
Aparte de un mejor equilibrio, fuerza y estabilidad, otro beneficio es que hacer ejercicio descalzo puede ayudar a una persona a moverse de manera más natural; el movimiento puede verse restringido al usar zapatos que estén llenos de materiales de amortiguación.
Dicho esto, todavía existen algunos riesgos.
Como las plantas de los pies no son tan resistentes como el calzado deportivo, el hecho de ir descalzo puede hacer que alguien sea más vulnerable a cortes y raspaduras. Además, al ejercitarse en público—por ejemplo, en un gimnasio—hay una posibilidad de que una persona exponga sus pies descalzos a infecciones fungales como el pie de atleta, agregó Alvarez.
En términos de rendimiento atlético real, se ha llevado a cabo una buena cantidad de investigaciones sobre el ejercicio descalzo, pero los resultados son bastante mixtos.
Un pequeño estudio encontró que correr descalzo durante ocho semanas no tuvo mucho impacto en la fuerza y la propriocepción. Los investigadores dijeron que era difícil saber si estar descalzo no era beneficioso, o si simplemente se necesita más tiempo para ver resultados. Otro estudio sobre levantamiento de pesas descubrió que hacer ejercicio descalzo no parece mejorar el rendimiento en comparación con el levantamiento con zapatos.
Sin embargo, otro informe siguió a mujeres jóvenes que jugaron netball—un deporte similar al baloncesto—y descubrieron que jugar descalzas mejoró su estabilidad en los tobillos y agilidad.
A pesar de algunos de estos beneficios, no se conoce bien cómo impactan en el rendimiento general.
¿Es hacer ejercicio descalzo adecuado para ti?
A la luz de los pros y los contras, determinar si es seguro probar el ejercicio descalzo realmente depende de la salud de un individuo y de su actividad preferida.
Las personas que tienen condiciones preexistentes en los pies como fascitis plantar, espolones en el talón o juanetes querrán mantener sus zapatos puestos.
Además, las zapatillas pueden seguir siendo una buena opción para las personas con arcos bajos, ya que los zapatos proporcionan soporte al ligamento plantar, que conecta el hueso del talón con los dedos y ayuda a mantener el arco del pie. Lo mismo ocurre con aquellos con arcos altos—las zapatillas pueden ayudar a mantener ese arco.
“El soporte adicional para el arco es beneficioso para muchos tipos de actividad, ya sea caminar, estar de pie o correr”, dijo un experto.
La actividad específica que elige una persona también tiene un gran efecto en si hacer ejercicio descalzo es una buena idea.
Es generalmente seguro con actividades en interiores sobre una colchoneta, como yoga y pilates, siempre y cuando una persona no tenga problemas preexistentes en los pies o tobillos.
No se recomienda para el ciclismo, sin embargo, ya que las personas pueden magullarse o cortarse los pies en los pedales.
Si a alguien le gusta hacer ejercicio o correr al aire libre, es mejor que se ponga zapatos para evitar lesiones al pisar objetos afilados como escombros o superficies irregulares.
“Elegir una superficie segura para la actividad descalza puede ser un desafío, ya que incluso los campos de hierba pueden presentar algunos riesgos.”
Cuando se entrena con pesas en casa, las personas pueden intentar quitarse los zapatos para probar su propriocepción, pero si están en un gimnasio donde las bacterias pueden propagarse, puede valer la pena mantener los calcetines puestos. Se recomienda usar zapatillas al hacer levantamiento de pesas pesadas.
“Puede ser mejor usar zapatos específicamente para esto para proporcionar un soporte adicional al pie y al tobillo y prevenir lesiones”, comentó un médico.
Si decides hacer ejercicio descalzo, querrás hacerlo de manera gradual y darle tiempo a tu cuerpo para adaptarse.
“Comienza con sesiones cortas de baja intensidad hasta que tus pies se acostumbren a la sensación”, aconsejó un experto.
Las personas pueden probar estar descalzas mientras se calientan y enfrían antes de intentar hacer todo el ejercicio sin zapatos. Comienza con carreras más lentas o cortas al principio, por ejemplo.
Fortalecer las piernas, caderas y glúteos, junto con los pies y tobillos, también puede facilitar la transición. Agregar músculo puede “compensar la falta de amortiguación, talón alto y soporte que tus pies podrían estar acostumbrados.”
También existe un calzado minimalista que proporciona menos soporte que una zapatilla y “aún permite una biomecánica más natural.”
No está de más que las personas sean evaluadas por un podiatra o un especialista en una tienda de running para determinar si pueden tener problemas que hagan que ejercer descalzos sea doloroso. Pero lo más importante es escuchar a su cuerpo. Si hacer ejercicio descalzo se siente bien, entonces sigue con eso, pero si comienza a doler, detente y cuida de ti mismo.
“En última instancia, los pies de todos son diferentes. Es importante encontrar lo que funciona mejor para ti.”
