7 maneras de disfrutar de las fiestas sin arruinar tus objetivos de forma física
Unas semanas más tarde, es 1 de enero y estás tumbado en el sofá, rodeado de botellas de vino vacías y latas de galletas, sintiéndote hinchado, derrotado y enfadado contigo mismo por haber abandonado por completo tus prioridades de salud y forma física por una borrachera inducida por las vacaciones que ha destruido todo el trabajo duro que has hecho en el gimnasio y en la cocina durante los últimos meses.
Sí, se acerca el día del juicio final. El momento en el que tendrás que pagar por todas esas comidas copiosas, trasnochadas y atracones de Netflix está a solo unas semanas de distancia.
"Quiero que mis clientes disfruten de las fiestas, que pasen tiempo de calidad con sus familias, que disfruten de comidas deliciosas y que descansen de su rutina normal", dice Jonathan Jordan, entrenador personal y nutricionista certificado por la NASM en San Francisco. "Sin embargo, en mi experiencia, una vez que el trineo de Papá Noel despega, nos quedamos sintiéndonos asquerosos y frustrados y preguntándonos por qué nos pusimos en plan demonio de Tasmania en el buffet de postres y en plan Keith Richards en la barra libre".
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En lugar de seguir el mismo patrón de comportamiento autodestructivo que suele darse cuando se relajan un poco las riendas, ¿por qué no hacer siete cosas concretas de forma diferente este año? Si afronta estas fiestas con un propósito de moderación, una planificación meditada y unas expectativas realistas, podrá disfrutar sin temer las consecuencias.
7 trucos de fitness para pasar las fiestas 1. Organiza tus entrenamientos en torno a tus comidas más pesadas Haz coincidir tus entrenamientos con tus comidas más copiosas
"Nuestro cuerpo quema mejor los carbohidratos y los azúcares (en lugar de almacenarlos como grasa corporal) después de un entrenamiento intenso", dice Jordan. Por lo tanto, trate de programar sus comidas más pesadas en la ventana de una a dos horas después de hacer algo de ejercicio sólido.
2. Mantente hidratado
A menudo confundimos la sed con el hambre y nos lanzamos a por el plato de entremeses cuando lo que realmente necesitamos es un buen trago de agua. "Si sigues teniendo hambre después de hidratarte, opta por el tentempié más sano que tengas a mano: fruta, verdura o proteínas", dice Jordan. Trata de evitar las golosinas que acumulan calorías y te dejan sin autocontrol; para mí, eso son el queso y las galletas saladas o los frutos secos". Si bebes, espacia las bebidas para adultos y acompáñalas de un vaso de agua".
3. Construya un plato equilibrado y cómalo despacio y con atención
Seamos realistas: La mayoría de nosotros sólo necesitamos un plato de comida. Tanto si un miembro de la familia quiere repetir como si es demasiado sabroso para dejar de comer, volver a por más casi siempre es innecesario. "Consíguete un plato y asegúrate de que el 50 por ciento está lleno de verduras y fruta, y luego añade una buena ración de proteínas y una cantidad moderada de almidones", dice Jordan. "Disfruta de la comida. Pruébala. Mastícala. Experiméntala. Deja el móvil, apaga la tele y practica el estar presente y disfrutar del momento". Comer con atención puede parecer una tontería, pero funciona".
4. Antes del partido
Si quieres evitar comer en exceso, no llegues a la fiesta con demasiada hambre. Asegúrate de tomar una comida equilibrada antes de asistir a un evento y mantente hidratado durante todo el tiempo.
5. Escríbalo
Hay algo mágico en escribir un plan frente a decirlo en voz alta o guardarlo en la cabeza. "Mis clientes que escriben sus planes para disfrutar de las fiestas y al mismo tiempo mantenerse fieles a sus intenciones de mantenerse en forma casi siempre disfrutan sin volverse locos", dice Jordan. "Las viñetas están bien. Una nota adhesiva está bien. Sólo asegúrate de abordar tus intenciones en torno al ejercicio, la comida, el alcohol y el descanso."
6. Duerme y relájate
Las vacaciones son un buen momento para descansar bien y recuperarse del estrés del trabajo. "Cuando sufrimos privación crónica de sueño, las hormonas que controlan la saciedad, como la grelina y la leptina, se vuelven locas y nos hacen sentir un hambre atroz", explica Jordan. "La falta de sueño agota la glucosa del cerebro y aumenta nuestro deseo de alimentos dulces, salados y 'reconfortantes'. Por otro lado, cuando estamos descansados, es más probable que busquemos de forma natural alimentos más sanos y somos más capaces de sintonizar con las señales de nuestro cuerpo."
7. Involucra a la familia
El entrenamiento antes de comer no tiene por qué ser una sesión en solitario en el gimnasio. Reúne a tus amigos y familiares y levántalos a todos del sofá dando un paseo juntos, jugando al fútbol o patinando sobre hielo.