¿Qué es el análisis de la marcha?
Si te preguntas qué es el análisis de la marcha, has llegado al lugar adecuado, ya que te explicaremos todo lo que necesitas saber y cómo se relaciona con la carrera.
Hay muchas cosas que puedes hacer para mejorar tu forma de correr, desde seguir un plan de entrenamiento que aumente la velocidad o el kilometraje, hasta investigar una buena nutrición para asegurarte de que estás alimentando tu cuerpo correctamente. Pero, sorprendentemente, pocas personas dedican tiempo a analizar su forma de correr, a pesar de que es clave para garantizar que te muevas de forma eficiente, cómoda y sin lesiones.
El análisis de la marcha es una de las formas más sencillas de mejorar la forma de correr. Te proporciona información esencial sobre tu forma de moverte y una sólida comprensión de cómo mejorar tanto tu forma como tu forma física. Además, el análisis de la marcha es una de las formas más precisas de determinar qué tipo de zapatillas de correr se adaptan mejor a tus pies.
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Tanto si sales a correr por las aceras como si prefieres tener el control sobre la velocidad y la pendiente que te ofrece la cinta de correr, entender tu forma de andar es la mejor base para mejorar tu forma de correr, independientemente del nivel en el que te encuentres.
¿En qué consiste el análisis de la marcha?
La "marcha" es un término médico para referirse a la forma de caminar, por lo que la "marcha en carrera" es el ciclo que recorre una pierna durante un paso mientras se corre. Nuestra biomecánica y nuestra forma de correr son tan individuales que se recomienda realizar un análisis de la marcha a todos los corredores, por muy nuevos o experimentados que sean en este deporte.
La mayoría de las buenas tiendas de deportes ofrecen un servicio de análisis de la marcha, en el que uno de los asistentes observará y evaluará tu forma de correr en una cinta de correr, o algunas tiendas simplemente te piden que te pongas en cuclillas para poder ver cómo se mueven tus pies. Todos nos movemos de forma diferente, y el objetivo general del análisis de la marcha es medir el grado de pronación, es decir, el giro natural del pie hacia dentro cuando golpea el suelo. Con este conocimiento, el asistente puede encontrar el mejor zapato para ti que se adapte exactamente a tu forma de moverte.
En primer lugar, te harán algunas preguntas sobre tu forma de correr, como tus objetivos, tu kilometraje actual, si has tenido alguna lesión y en qué superficie sueles correr, desde campo a través hasta carretera o cinta de correr. Se le pedirá que corra a un ritmo cómodo en una cinta de correr durante aproximadamente un minuto mientras se graba su zancada. Después, la grabación se reproduce a cámara lenta. El objetivo es determinar la pronación, es decir, la forma en que el pie se desplaza hacia dentro al golpear el suelo para absorber el impacto. Este movimiento difiere de una persona a otra. Los resultados del análisis de la marcha determinarán qué tipo de calzado para correr es el más adecuado para ti, y garantizarán que lo que llevas en los pies es cómodo, te da apoyo y te ofrece una estabilidad adicional si la necesitas.
¿Merece la pena hacerse un análisis de la marcha?
La respuesta rotunda a la pregunta de si merece la pena analizar la marcha es que sí, sobre todo si eres nuevo en el mundo del running o tienes alguna lesión. Mejorará tu comodidad al correr y reducirá el riesgo de lesiones. También te ayudará considerablemente a la hora de elegir tus nuevas zapatillas de correr, ya que podrás tener en cuenta la forma de tu pie, el terreno por el que corres y tu pronación.
Por lo general, existen tres estilos diferentes de correr:
Neutral es cuando el pie aterriza en su borde exterior y luego rueda hacia adentro. El contacto se reparte alrededor de los arcos del pie, y normalmente se te recomendará un calzado acolchado que permita al pie continuar con lo que está haciendo.
La sobrepronación se produce cuando el pie rueda sustancialmente hacia dentro al aterrizar. Un estudio publicado en el Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy demostró que puede causar una gran variedad de lesiones en el pie, la rodilla y la espalda. Se le recomendaría un zapato con mucho más apoyo para mantener el pie lo más estable posible.
La infrapronación se produce cuando el tobillo no gira hacia dentro al golpear el suelo, sino que lo hace hacia fuera, ejerciendo presión sobre los tobillos y los dedos del pie. Puede causar dolor en el arco del pie, en la espalda y en la rodilla, y aumentar las posibilidades de sufrir torceduras de tobillo, esguinces y problemas como la fascitis plantar. Un análisis de la marcha lo identificaría, y se le recomendaría un calzado con una suela gruesa que sujete el arco del pie.
Además, las plantillas también pueden ayudar ofreciendo un apoyo y una amortiguación adicionales, sobre todo si tienes los pies estrechos. También pueden combatir problemas como un arco del pie alto -que provoca más presión en una zona más pequeña del pie- creando una base sólida para el cuerpo.
Cómo mejorar tu forma de correr
Tener una marcha correcta no sólo reduce el riesgo de lesiones, sino que también te convierte en un corredor mucho más eficiente. Independientemente de lo ambiciosos que sean tus objetivos al correr, trabajar en tu marcha hará que correr sea una experiencia mucho más agradable.
En primer lugar, preste atención a su golpe de pie y a qué parte del pie golpea primero el suelo. Los corredores que golpean con el talón entran en contacto con el suelo a una distancia mayor de su centro de masa que los que impactan con el mediopié o el antepié, lo que se conoce como sobrestrincaje. Podría parecer el movimiento más eficiente, ya que significa que tienes una zancada más larga para cubrir una mayor distancia, pero la investigación llevada a cabo por Heiderscheit et al en 2011 mostró que la velocidad de zancada es mucho más importante que la longitud de la zancada.
Recuerde que, aunque se centre en la posición de los pies, no debe descuidar la postura y la posición del cuerpo, que repercutirán en su forma de moverse. Mantén los codos a 90 grados con los hombros hacia atrás, las manos relajadas y trata de no mantener la tensión en la parte superior del cuerpo.
Acuérdate de sustituir tus zapatillas de correr antes de que se desgasten o pierdan su agarre o forma para asegurarte de que sigues obteniendo los beneficios de su diseño. La regla general es sustituir las zapatillas cada 400-500 millas que hayas corrido. Asegúrate de aprovechar la oportunidad de realizar un análisis de la marcha cada vez que compres unas zapatillas de correr para estar al tanto de cualquier cambio en tu forma.