¿Prefieren los hombres los culos grandes? La ciencia tiene la respuesta
Continúa el debate sobre quién acuñó la frase "la belleza está en el ojo del que mira", pero la atracción por los rasgos más bellos depende del observador. A algunos les gustan los labios carnosos, a otros las piernas largas y otros un trasero amplio y redondeado.
A principios de los 90, Sir Mix-A-Lot lanzó "Baby Got Back", una carta de amor a las mujeres con buen trasero. Pero la obsesión de los hombres por los traseros bien formados se ha mantenido fuerte desde entonces, y Kim Kardashian tiene los hits de Instagram para demostrarlo. De hecho, se podría decir que los traseros han sustituido a los pechos como las partes del cuerpo más escudriñadas.
No el tamaño del culo, sino la curva
Una investigación de la Universidad de Texas en Austin descubrió que lo que realmente atrae a los hombres no es tanto el tamaño del trasero, sino la curva o, más concretamente, una curvatura de la columna vertebral que ofrezca la ilusión de un trasero bien formado.
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En el estudio, se pidió a unos 100 hombres de entre 17 y 34 años que valoraran el atractivo de las imágenes de la silueta de una mujer de perfil. Cada imagen había sido alterada para que la parte inferior de la columna vertebral se curvara en diferentes ángulos, haciendo que el trasero de la mujer sobresaliera en diferentes extremos. Lo que descubrieron los investigadores: Una abrumadora mayoría de hombres prefería las imágenes que mostraban la parte inferior de la columna vertebral curvada en un ángulo de 45 grados, desde la espalda hasta las nalgas.
Bastante interesante, pero ¿cambian las cosas cuando entra en juego el tamaño del trasero? Para averiguarlo, los investigadores pidieron a 200 hombres que observaran imágenes de mujeres con diferentes tamaños de trasero y curvaturas de columna. Resulta que a los hombres les excitaban las mujeres cuya curvatura de la columna vertebral estaba más próxima a los 45 grados, independientemente del tamaño de su trasero. "Esto nos permitió demostrar de forma concluyente que los hombres prefieren a las mujeres que presentan ángulos específicos de curvatura de la columna vertebral por encima de la masa glútea", afirma Eric Russell, coautor del estudio.
Pero antes de que las que tenéis el trasero plano os pongáis chulas (¿o, digamos, descaradas?), mirad esto: Los autores del estudio conjeturan que la razón por la que los hombres les dan tanto amor a esos colmillos respingones tiene más que ver con "influencias prehistóricas" que con los cánones de belleza. Como el embarazo inclina el centro de gravedad hacia delante, explica el autor principal, David Lewis, "esta estructura vertebral habría permitido a las mujeres embarazadas equilibrar su peso sobre las caderas. Estas mujeres habrían sido más eficaces en la búsqueda de alimento durante el embarazo y menos propensas a sufrir lesiones en la columna. A su vez, los hombres que preferían a estas mujeres habrían tenido compañeras más capaces de mantener al feto y a la descendencia, y que habrían podido llevar a cabo embarazos múltiples sin sufrir lesiones."
El resultado (final)
La curva correcta facilitaba a las mujeres no sólo llevar a los bebés, sino también levantarse del suelo y cazar comida para alimentar a las crías que sus hombres querían, un deseo que al parecer se ha transmitido a los grandes galopines de hoy en día.
Según David Buss, profesor de psicología de la Universidad de Texas y coautor del estudio, "esto se suma a un creciente conjunto de pruebas de que la belleza no es totalmente arbitraria, o 'a los ojos del que mira', como creían muchos en la corriente dominante de las ciencias sociales, sino que tiene una lógica adaptativa coherente", que es básicamente una forma diplomática de decir "chovinismo que se remonta a los tiempos de Neanderthal".
Culos grandes, culos pequeños, lo que sea. ¿Cuándo podremos intervenir con nuestra propia metodología científica?
Alineadlos, chicos...
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