Los peligros de cenar muy tarde
Revelaciones sorprendentes: cenar muy tarde puede ser más peligroso de lo que crees.
Nuestros horarios no suelen ser propicios a la hora de tener unos hábitos saludables de alimentación: si descuidamos la norma de las 5 comidas al día y no merendamos, ya sea porque el trabajo nos lo impide o porque no tengamos costumbre, llegaremos a la cena con demasiada hambre y, en la mayoría de los casos, nos dan las 22:30 o más y nos atiborramos de comer, cuando la cena debería ser la comida más frugal de la jornada, en orden a tener una buena digestión y un descanso favorable con el que afrontar el día después.
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Ahora, investigadores de la Universidad de California han establecido que existe una relación estrecha entre los horarios irregulares de la comida y el buen funcionamiento del cerebro, pues esta actitud repercute directamente en el hipocampo de nuestro cerebro. Para la investigación se usaron ratones: unos habían sido alimentados ya entrada la noche, y otros antes. A ambos, se les había enseñado un objeto que, al día siguiente, tenían que recordar. Los ratones que tenían un horario de comidas regular, así como los que habían cenado a una hora prudente, tenían menos problemas a la hora de recordar el objeto que los que habían comido más tarde. La actividad del hipotálamo se reduce, por tanto, cuando se cena demasiado tarde.
Seguro que esta noche te lo pensarás antes de cenar demasiado tarde, pues puede reducir tu capacidad de aprendizaje... ¿A que sí?
