Fibromyalgia Burns and Stabs

Fibromyalgia Burns and Stabs

La sensación de hormigueo que resultó ser mi primer síntoma de fibromialgia empezó cuando tenía 16 años. La piel me hormigueaba y se me entumecía de forma intermitente durante años.

De vez en cuando sentía breves punzadas. Era como si alguien me hubiera clavado un cuchillo entre las costillas. Me quedaba mirando el lugar y me preguntaba por qué no sangraba.

Avancemos 20 años. Este es un mensaje que envié hace poco a uno de mis mejores amigos:

"Me desperté a las 2 de la madrugada y no he podido volver a dormir. Cada centímetro de mi piel me pica, me quema o siento como si tuviera pelos o bichos. Podría ser fibromialgia, podría ser un ataque de pánico... OMG déjame dormir... Y tengo tanto calor que me he quitado todo y he puesto el ventilador de arriba a tope. Algo me está punzando y arañando la pierna, ¡y no para!".

No fue hasta que empecé a dirigir la Comunidad de Fibromialgia de WebMD en Facebook cuando comprendí que estas anomalías cutáneas que experimento son comunes. Un comentario frecuente en la comunidad es: "¡A mí también me pasa!" Resulta que se trata de otra cosa que no está sólo "en mi cabeza".

Los expertos no parecen ponerse de acuerdo sobre la causa de la fibromialgia. Una causa probable es un trastorno llamado sensibilización central.

Muchas enfermedades crónicas tienen su origen en el sistema nervioso central, concretamente en el cerebro y la médula espinal. Nuestro cuerpo está cubierto de células sensoras que nos dan información sobre lo que sentimos, saboreamos, olemos, etc. El cerebro toma decisiones basándose en esa información. Por ejemplo, si las células sensoras le dicen al cerebro que tiene sed, éste puede decidir beber agua.

La sensibilización central, si lo he entendido bien, aumenta la intensidad de las células sensoras. Aunque no haya ninguna emergencia, las células sensoras se ponen en alerta máxima. Con el tiempo, la intensidad de todo lo demás también aumenta.

Lo que es poco dolor para una persona sana es mucho dolor para alguien que vive con fibromialgia. Un ligero golpe contra una mesa de café se siente como si te golpearan con un bate de béisbol. Un poco de polvo parece un escupitajo. Una ligera sensación de calor parece un incendio. Un pequeño pellizco parece una puñalada.

No estoy seguro de que eso lo explique todo. Mi cuerpo parece confuso.

Por ejemplo, ya no puedo distinguir entre la humedad y el frío. También siento gotas de lluvia en el brazo cuando no hay agua. Además, tengo un punto en la cadera en el que, si me tocas, no siento la presión ahí, sino en la pantorrilla. Una vez me picó tanto durante media semana que me rasqué la piel hasta que sangró.

Mi cuerpo parece estar confundido en otros aspectos. A veces tengo escalofríos durante un día entero cuando no hay signos de fiebre. Tengo calor cuando otras personas tienen frío y frío cuando otras personas tienen calor.

En última instancia, no me importa qué causó la fibromialgia. Estoy aquí, sentado con ella, y no puedo volver atrás en el tiempo. Lo único que puedo hacer es subirme a la ola de los síntomas, informar de ellos a la Comunidad de Fibromialgia y respirar aliviada cuando alguien me diga: "¡A mí también me pasa eso!

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