¿Cómo evitar los calambres?
Estos dolores en las piernas son habituales cuando hacemos ejercicio. Te contamos cómo evitar los calambres.
Los calambres se producen cuando un músculo se contrae con demasiada fuerza, ya que se produce un espasmo muscular. Es algo relativamente habitual cuando hacemos ejercicio, pero hay formas de evitarlo. Los lugares más comunes en los que suelen producirse estos calambres son los músculos de la pantorrilla y debajo y detrás de la rodilla, aunque realmente puede producirse en cualquier músculo, como en los tobillos o en los cuádriceps, dependiendo del ejercicio que estemos haciendo. Si te ocurre demasiado a menudo, lo mejor es consultar a tu médico estos calambres para que determine si existe algún problema de salud que debas tratar. Las personas que sufren fibromialgia o neuropatía son más susceptibles a los calambres. Otras enfermedades como la diabetes o la hipertensión también pueden hacer que las personas se vuelvan más propensas a sufrir calambres en su vida cotidiana o mientras duermen. Si tu médico detecta alguna de estas enfermedades, te recetará el tratamiento adecuado para aliviar estos espasmos.
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Si tus calambres solo aparecen de forma esporádica y no sufres ninguna de estas enfermedades anteriores, estos son algunos consejos que pueden ayudarte a evitar los molestos calambres.
Haz siempre estiramientos antes de entrenar. Estirar tus músculos y tendones pueden ayudarte a que no se produzcan calambres durante tu entrenamiento y también si sufres de calambres nocturnos. Haz los estiramientos tranquilo y sin forzar demasiado tus músculos y tendones.
Postura correcta. Si sufres de calambres nocturnos, hay algo muy importante para poder evitarlos, y es dormir en la posición correcta. La forma en la que coloquemos nuestras piernas es muy importante si queremos evitar este problema. Con tu postura debes evitar que el músculo de tu pantorrilla se acorte mientras duermes.
Calor. Es más probable que se produzca un calambre en algún músculo de nuestro cuerpo si los tenemos fríos. Por eso suelen aparecer más calambres en invierno. Si mantienes tu cuerpo caliente podrás evitar con más facilidad los calambres. Si sueles tener calambres nocturnos muy a menudo en invierno, es recomendable poner una manta caliente o una botella de agua caliente cerca de la zona de tu cuerpo en la que suela producirse el calambre, así si esto te ocurre, te podrás aliviar rápido el dolor. Del mismo modo, una ducha con agua caliente puede ser eficaz si no conseguirnos aliviar el dolor del calambre. Además, así tu calor corporal aumentará y cuando salgas de la ducha será más difícil que vuelva a ocurrirte lo mismo.
Alimentación. Como ocurre con todo lo relacionado con nuestro cuerpo, los calambres también están influenciados por la alimentación, y lo que comemos puede hacer que aparezcan más o menos calambres. Los alimentos ricos en magnesio, potasio y sodio nunca deben faltar en nuestra dieta si somos personas propensas a sufrir calambres. Antes de tomar suplementos de potasio, magnesio y sodio, consulta con su médico, porque él te sabrá a consejar mejor qué nadie qué cantidad es la adecuada para ti y qué tipo de suplemento te hará mejor efecto. Si sufres muchos calambres y no te han diagnosticado ninguna enfermedad, es bueno que revises tu dieta. Quizás tu cuerpo te esté avisando de que te faltan algunos minerales
Descansa. Cuando sufres un calambre muy fuerte durante tu entrenamiento o practicando algún deporte, puede que el dolor persiste un buen rato, incluso hasta el día siguiente. Si esto ocurre, al día siguiente deberás realizar un entrenamiento algo más suave para que tu músculo dañado se vaya recuperando poco a poco sin la necesidad de forzarlo. Solo es necesario que abandones tu entrenamiento por completo durante el día posterior al calambre si este dolor es muy intenso.
Masajea. En el momento en que sentimos que estamos sufriendo un calambre, debemos parar la actividad física que estemos realizando y masajear la zona suavemente con nuestras manos. Si estamos en algún partido o competición importante, es probable que haya algún experto cerca para realizar este masaje. En este caso es mucho mejor que acudamos a él para que masajee el músculo y evite que se produzca una lesión. Cuando deje de dolerte un poco, debes volver a estirar ese músculo sin forzarlo. Si vemos que el dolor continúa demasiado tiempo a tanta intensidad que no podemos estirar, es mejor que acudamos a un médico para que detecte si existe algún otro problema.
A veces, la aparición de calambres durante nuestro entrenamiento o mientras practicamos deporte se debe a que no tenemos una preparación física adecuada para el deporte que estamos realizando. Es importante que no fuerces tu cuerpo demasiado y que conozcas tus límites. La mejor forma de entrenar es hacerlo de forma gradual para ir preparando tu cuerpo poco a poco y poder enfrentarnos siempre a las rutinas que vamos a realizar, sin olvidar nunca el calentamiento previo. Así podremos evitar los calambres y también muchas otras lesiones que podemos sufrir cuando hacemos un sobreesfuerzo para el que nuestro cuerpo no está preparado.