What I'd Tell My Younger Self

What I'd Tell My Younger Self

Si pudiera retroceder en el tiempo y hablar conmigo misma cuando me diagnosticaron alergia a los frutos secos a los 5 años, habría tantas cosas que me gustaría decir. Recuerdo que me sentía abrumada, asustada e incluso un poco aislada en el colegio. Ahora, años después, sé que no tenía por qué sentirme así. Vivir con una alergia me ha enseñado resiliencia, confianza y valiosas lecciones sobre la autodefensa. Esto es lo que le diría a mi yo más joven para ayudarle a sentirse más fuerte, más seguro y más capacitado.

Por aquel entonces, a veces me daba vergüenza hablar de mi alergia, sobre todo con gente nueva o cuando mis amigos me sugerían restaurantes. Pero ahora sé que cuidar de mi salud no tiene nada de vergonzoso. A mi yo más joven le diría: "¡Habla! Cada vez que mencionas tu alergia, estás educando a los demás y creando un entorno más seguro para ti y para los demás alérgicos. La gente suele sentir curiosidad e interés por saber más sobre las alergias, por lo que hablar de ellas puede incluso dar lugar a conversaciones significativas.

No pasa nada por decir "no, gracias"

Rechazar comida o comprobar los ingredientes puede parecer incómodo o incluso grosero cuando eres joven, sobre todo cuando la gente te ofrece algo que cree que te va a gustar. Muchas veces, por ejemplo en el cumpleaños de alguien en el trabajo, he tenido que rechazar educadamente un trozo de tarta. Yo le diría a mi yo más joven que siempre está bien decir: "No, gracias". Ser educado pero firme es una de las mejores maneras de defenderte. La salud es lo primero. No merece la pena correr riesgos, y lo último que quieren es que tengas una reacción alérgica a algo que te han ofrecido.

Practicar con la pluma inyectora te dará confianza

Cuando recibí por primera vez mi pluma autoinyectora de epinefrina, me sentía intimidada y me daba un poco de miedo utilizarla. Le decía a mi yo más joven que no se preocupara y que practicara con una pluma entrenadora todo lo posible. Saber cómo se utiliza, entender la presión necesaria y ser capaz de explicárselo a los demás es increíblemente enriquecedor. Practicar con mis padres o amigos me hizo sentir más segura, dándome una mayor sensación de control sobre mi alergia.

No tengas miedo de hacer preguntas, aunque parezcan repetitivas

Hacer preguntas solía hacerme sentir como una carga o como una "paranoica", sobre todo cuando comía fuera. Quería estar segura de que el personal entendía la gravedad de mi alergia. Cuando era más joven me decía a mí misma que no pasa nada por hacer preguntas hasta que te sientas segura. Es mejor preguntar que suponer, y cualquiera que se preocupe por ti lo entenderá.

Los amigos de verdad te apoyarán

Una cosa que me preocupaba de niña era cómo reaccionarían mis amigos ante mi alergia. ¿Pensarían que era "muy exigente" o difícil porque no podía comer en un restaurante determinado? Ahora sé que los verdaderos amigos respetan y apoyan tus necesidades. Me diría a mí misma que los verdaderos amigos entenderán por qué necesitas tener cuidado y se asegurarán de que te sientas segura. Si tienes que cambiar de planes por culpa de tu alergia, no pasa nada: tu salud lo vale, y las personas que se preocupan por ti siempre harán que funcione.

Leer las etiquetas

es una habilidad para toda la vida ' Empieza pronto

Leer las etiquetas puede no parecer gran cosa cuando eres joven, pero es una de las habilidades más valiosas para alguien con alergia. Las etiquetas de los alimentos cambian constantemente y hay que mantenerse alerta. Yo le diría a mi yo más joven que practicara esta habilidad con mis padres lo antes posible. Busca palabras clave como "contiene" y "puede contener" y aprende a reconocer rápidamente las listas de ingredientes. Si conviertes la lectura de etiquetas en un hábito, te volverás más independiente y seguro de ti mismo, tanto si estás eligiendo un tentempié, comprando alimentos o comiendo en casa de un amigo.

ConfĂ­a en tus instintos

Cuando eres joven, puede ser fácil dudar de ti mismo o sentirte inseguro sobre tus decisiones. Yo le diría a mi yo más joven que tus instintos son fuertes y dignos de confianza, sobre todo cuando se trata de seguir tu instinto. Si algo no te parece bien o alguien no se toma en serio tu alergia, no pasa nada por retirarte de la situación o decir: "No, gracias". Tú sabes lo que es mejor para ti, y aprender a confiar en ti mismo es uno de los mejores regalos que puedes hacerte.

Tu alergia no te define

Por último, me gustaría recordar a mi yo más joven que su alergia es sólo una parte de lo que es. Es fácil sentir que es la mayor parte de tu identidad cuando eres joven, pero a medida que crezcas, verás que no te define. Sé que la gente que tiene alergia a veces siente que le va a impedir vivir su vida, pero no es así. En todo caso, es una parte de ti con la que aprendes a vivir. Empezar mi blog, May Contain , me ayudó a ver que todos somos más que nuestras alergias alimentarias, y espero que inspire y anime a otros a sentir lo mismo.

Reflexiones finales

Si pudiera volver atrás, me diría a mí misma que vivir con una alergia no significa perderse nada ni vivir con miedo. Es un viaje lleno de retos, pero también desarrolla la fuerza interior, la resistencia y la confianza para hablar. Aceptar mi alergia y aprender a defenderme me ha formado de maneras que no podía imaginar entonces, y le diría a mi yo más joven que va a estar bien. Si no tuviera alergia, no formaría parte de esta increíble comunidad ni podría ayudar y educar a tantas otras personas que también viven con alergias.

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