What Happens When the Flu Meets Fibromyalgia
La temporada de gripe ha llegado y, para la mayoría de la gente, es un inconveniente menor. Pero para los que padecemos fibromialgia, es algo más que una molestia estacional, es una amenaza inminente. Vivir con fibromialgia ya es impredecible, y la temporada de gripe no hace sino aumentar la incertidumbre. La gripe puede convertir tus síntomas, ya de por sí difíciles, en un brote en toda regla.
Incluso un resfriado común puede intensificar los síntomas o desencadenar un brote doloroso (porque estar enfermo no es suficientemente miserable por sí solo, ¿verdad?). Los síntomas de la fibromialgia se describen a menudo como "gripales", lo que hace que la lucha contra la gripe real sea aún más difícil. La debilidad muscular, el dolor generalizado, la fatiga, la sensibilidad a la temperatura, la confusión cerebral y los dolores de cabeza ya son síntomas de la fibromialgia. Ahora imagínate que encima de todo eso se añade la gripe.
Entonces, ¿cómo podemos prepararnos para la temporada de gripe los que padecemos fibromialgia? Preparación y prevención. El primer paso es informarse sobre las opciones que tiene para protegerse de la gripe y controlar los síntomas de forma eficaz si enferma. Muchos tratamientos de la fibromialgia incluyen una combinación de medicamentos, y algunos de ellos pueden no ser compatibles con los remedios de venta libre para el resfriado y la gripe. Por ejemplo, los descongestionantes o determinados medicamentos para la tos pueden interferir con los medicamentos para la fibromialgia o empeorar síntomas como la ansiedad o el insomnio. Habla con tu médico o farmacéutico para asegurarte de que estás utilizando opciones seguras.
How to Shoulder the Stigma of Fibromyalgia
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Si tu plan de tratamiento incluye inmunosupresores, como esteroides o ciertos medicamentos biológicos, vacunarte contra la gripe podría no ser tan eficaz ' o peor aún, podría provocar complicaciones. En algunos casos, es posible que la vacuna no proporcione suficiente protección o que desencadene una reacción. Por eso es fundamental consultar con el médico cuál es el mejor tratamiento para cada persona.
Aunque los medicamentos son importantes, a veces los remedios no convencionales también pueden proporcionar alivio. Una sesión de vapor con infusión de eucalipto, por ejemplo, puede hacer maravillas para la congestión y la relajación. Beber infusiones de hierbas como jengibre o manzanilla puede aliviar la garganta y proporcionar un suave efecto antiinflamatorio. Y no subestime la importancia de mantenerse hidratado y descansar mucho: no es una solución glamurosa, pero es esencial y funciona.
Practicar la autocompasión puede ser el consejo más difícil de todos. Cuando se padece fibromialgia, el cuerpo no se recupera tan rápidamente como otros. Lo que podría ser una enfermedad de una semana para una persona sana puede tardar semanas en recuperarse cuando vives con fibromialgia. Permítete la gracia y el tiempo que necesitas para curarte. Tomarse tiempo libre del trabajo, saltarse las obligaciones sociales y pedir ayuda puede parecer demasiado en un mundo que espera productividad 24 horas al día, 7 días a la semana, pero es una de las cosas más importantes que puedes hacer por tu salud.
La fibromialgia nos enseña una dura lección: Nuestro cuerpo tiene límites y debemos respetarlos. Esto es aún más importante durante la temporada de gripe, cuando sobrellevar la enfermedad puede convertirse rápidamente en un brote en toda regla. Si se siente agotado, tómelo como una señal para bajar el ritmo. Descanse, hidrátese y céntrese en nutrir su cuerpo con lo que necesita para recuperarse.
A medida que nos adentramos en la temporada de gripe, recordemos que debemos estar alerta, preparados y ser amables con nuestro cuerpo. Ya has superado tiempos difíciles, y también lo harás. Mantente abrigado, mantente seguro y no olvides tener los pañuelos cerca.
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