Ventajas e inconvenientes de la 'dieta sin leche'
'Dieta sin leche' o 'dieta sin lácteos': ventajas e inconvenientes.
En los últimos años, la dieta sin lácteos ha salido a debate en más de una ocasión. Mientras que algunas personas defienden sus ventajas para llevar una dieta saludable y consumir menos grasa, otros se muestran en contra de dejar de consumir la leche y sus derivados. En varias ocasiones, los médicos han defendido la idea de que dejar de tomar lácteos hace que prives a tu cuerpo de muchos nutrientes fundamentales. Si esto es así, ¿por qué algunas personas siguen defendiendo la dieta sin lácteos?
Es cierto que muchas personas, cuando se hacen mayores, empiezan a no tolerar correctamente la leche. Consumir lácteos a menudo puede causar pesadez de estómago, malas digestiones o gases. Sin embargo, esto no ocurre a todo el mundo. Por otro lado, consumir mucha leche –sobre todo si es entera– y mucho queso a diario hace que le estemos aportando a nuestro cuerpo una gran cantidad de grasa innecesaria. De ahí sale la teoría de eliminar los lácteos de la dieta.
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El principal problema de una dieta sin lácteos es que estamos eliminando la principal fuente de calcio para nuestro cuerpo, y un déficit de calcio puede ocasionar problemas de salud. Además, los lácteos contienen vitamina B2, que cuida, entre otras cosas, el estado de nuestra piel y de nuestra vista.
La buena noticia es que estas dos cosas no solo se encuentra en la leche pero, si dejamos de tomarla, debemos asegurarnos de ingerir otros alimentos en su lugar. Podemos encontrar calcio en las sardinas, los boquerones o las anchoas. También en la carne, los frutos secos, la soja o la levadura de cerveza.
Si quieres seguir una dieta sin leche porque tienes un estómago delicado o porque tu organismo no consigue tolerarla bien, es probable que te beneficies de ella. Pero si lo haces solo por moda, podrías acabar afectando a tu salud.
