¿Te imaginas nadar 127 kilómetros en mar abierto... y en solitario?
¿Te imaginas cómo sería nadar 127 kilómetros en mar abierto... y en solitario? Muy pocos se atreverían a hacerlo, pero no fue el caso de la nadadora australiana Chloe McCardel, que batió un nuevo récord mundial.
Por si la paliza física a la que se sometió era poca cosa, McCardel tuvo que sufrir también picaduras de medusa mientras nadaba entre dos islas del archipiélago de Bahamas en solitario y sin ningún tipo de ayuda. Fue llevada al hospital tras 42 horas de recorrido, donde se está recuperando de las más de 10 picaduras que sufrió en piernas, brazos, axilas y hombros. También la han tratado la hipotermia y el agotamiento que padecía cuando temrinó su aventura.
Cuando la Marathon Swimmers Federation confirme que se han cumplido las reglas, McCardel se convertirá en la nadadora que más distancia ha recorrido en solitario y sin asistencia. No es la primera vez que la australiana intenta una hazaña similar: probó a cruzar de Cuba a Florida, pero tuvo que abandonar debido a las múltiples picaduras de medusa que sufrió en la cara.