Supera estas excusas comunes para no correr
La falta de tiempo es una de las excusas más populares para no correr. El trabajo, los desplazamientos, las obligaciones familiares, el mantenimiento del hogar, incluso el hecho de dormir lo suficiente: Todo ello requiere tiempo.
Qué hacer
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Kyle Landi, culturista con síndrome de Down y cinturón negro de kárate, demuestra que las excusas no bastan
Cuando se reserva un tiempo en el calendario para correr, casi siempre se hace. De la misma manera que programas una reunión de trabajo o una cita con el médico, programa tus carreras. Prepárate para ello poniéndote la ropa de correr de antemano y asegurándote de que tienes todo lo que necesitas.
Analiza tu horario y averigua qué estás haciendo que no contribuye a una buena calidad de vida. Busca cosas que puedas eliminar sin lamentarlo. Por ejemplo, ¿pasas tiempo por la noche navegando por la web, las redes sociales o la televisión? Aprovecha ese tiempo para correr (incluso puedes hacer una multitarea viendo tus programas favoritos mientras estás en la cinta de correr) o acuéstate antes y corre por la mañana. Te sorprenderá ver cómo aparecen huecos de tiempo para correr una vez que empieces a eliminar las pérdidas de tiempo o las tareas indeseables de tu vida.
2 Demasiado cansado para correrCuando te sientes perezoso, es difícil motivarse para levantarse del sofá y salir a la calle. Pero salir a correr te dará energía y te hará sentir mejor.
Qué hacer
Es posible que estés cansado porque tienes un nivel bajo de azúcar en sangre, así que toma un tentempié o una comida ligera al menos una hora antes de correr. Si te sientes muy cansado al empezar a correr, empieza caminando y luego ve subiendo poco a poco. Comprométete a correr poco tiempo (sólo 10 o 15 minutos). Es probable que una vez que hayas hecho esa cantidad, te sientas lo suficientemente bien como para continuar. Intenta recordarlo la próxima vez.
El cansancio extremo con un horario de sueño normal puede ser un signo de una deficiencia nutricional, como la falta de hierro, así que habla con tu médico si te encuentras frecuentemente cansado aunque duermas bien por la noche.
3 Demasiado dolorido para correrEsto es complicado, porque correr con una lesión podría empeorarla. Pero depende de dónde esté la lesión y de su gravedad. A veces se puede proporcionar un apoyo adicional pero seguir corriendo. Si te duele el pecho, por ejemplo, un buen sujetador deportivo te ayudará. En el caso de los pies doloridos, el par de zapatos adecuado es a menudo, pero no siempre, la respuesta. En el caso de los dolores musculares, por ejemplo, como resultado de una carrera o un entrenamiento especialmente agotador, el movimiento ayudará, así que intenta caminar o estirar. ¿Dolor en las articulaciones? Sé precavido.
Qué hacer
Si te duele la rodilla, en muchos casos tendrás que dejar de correr durante un tiempo. Puedes tratar algunas lesiones tú mismo, pero a menudo tendrás que acudir a un médico o fisioterapeuta. Si te duele la cadera, es posible que también tengas que evitar correr hasta que te traten.
4 Mal tiempoA menos que tengas la suerte de vivir en un lugar con un clima perfecto, te enfrentarás a días de mal tiempo que pueden dificultar la práctica del running: Demasiado frío, demasiado calor, demasiada humedad, demasiado hielo.
Qué hacer
Recuerda el dicho: "No existe el mal tiempo, sino la mala ropa". Si te vistes adecuadamente y te preparas para hacer frente a un tiempo que no es el ideal para correr, puedes salir a correr, e incluso disfrutar de ello. Pero toma precauciones para correr con el frío, el calor y la lluvia.
5 Demasiado perezoso para correrAunque nos gustaría decir que nuestra apretada agenda o la falta de energía son nuestra excusa para no correr, a veces el culpable es simplemente la pereza. No tengas miedo de acudir a tus amigos y familiares que también corren y pedirles ayuda. Lo más probable es que ellos también hayan luchado contra ataques de pereza. Si vuestros ritmos y horarios coinciden, haced planes para correr juntos y así podréis exigiros mutuamente vuestro potencial.
Qué hacer
Incluso si tus amigos o familiares no corren, puedes contarles tus planes de correr. Saber que alguien puede preguntarte: "¿Qué tal la carrera?" puede incitarte a levantarte del sofá.
Otro truco para vencer la "depresión de correr" es redefinir la carrera. En lugar de pensar: "Uf, hoy tengo que correr", dale la vuelta y di: "Qué suerte tengo de poder descansar de mi loca vida laboral y familiar y salir a correr hoy".
6 Aburrido de correrEs fácil estancarse en la rutina de correr. Nos sentimos cómodos corriendo las mismas rutas o decidimos que es más fácil saltar a la cinta de correr.
Qué hacer
Renueva tu rutina de correr trazando nuevas rutas con herramientas como MapMyRun. Prueba el trail running. Corre con un grupo local de corredores o convence a un amigo para que te acompañe a correr. O apúntate a alguna carrera local, esto te obligará a correr en un lugar diferente y te ayudará a motivarte.
7 Miedo a las lesionesSí, las lesiones al correr ocurren, así que esta es definitivamente una preocupación válida. Pero la mayoría de las actividades físicas conllevan algún riesgo de lesión, y todo el mundo debe hacer del ejercicio una parte de su vida.
Qué hacer
Hay muchas medidas preventivas que los corredores pueden tomar para reducir el riesgo de lesiones. Es importante conseguir el calzado adecuado para tus pies y tu forma de andar. El entrenamiento regular de la fuerza es otra forma excelente de protegerse contra las lesiones habituales al correr.
8 No está motivado para correrTodos los corredores pasan por algunos períodos en los que les falta motivación. Tal vez sientas que no estás progresando mucho. O bien sales de una lesión y te sientes inseguro. O acabas de cumplir un gran objetivo y aún no has fijado uno nuevo.
Qué hacer
Una forma de inspirarse es encontrar un grupo de corredores. Cuando sabes que otras personas cuentan con tu presencia en un entrenamiento, es más probable que aparezcas. Además, la interacción social y la competición que conlleva el entrenamiento en grupo ayudan a aumentar la motivación.
También puedes considerar la posibilidad de apuntarte a una carrera de carretera local. Tener una carrera en el calendario es una gran motivación para cumplir con tu programa de carreras.
Intenta también planificar recompensas para tus progresos en la carrera. Es útil tener pequeñas recompensas, como un café helado después de una carrera larga, y otras más grandes, como una nueva ropa para correr después de una carrera, para seguir adelante.
9 Demasiado ocupado con los niñosPuede ser muy difícil hacer una carrera cuando estás ocupado cuidando de tu familia. Pero es importante para usted -y para sus hijos- hacer algo que le guste y le haga sentir bien. Recuerde que usted es un modelo de comportamiento saludable. Haz que correr sea una prioridad en tu vida y recuerda la importancia de cuidarte y mantenerte sano.
Qué hacer
Programe sus carreras y consiga que su cónyuge le ayude con las responsabilidades del cuidado de los niños. Y sé creativo y aprovecha las oportunidades para correr. Por ejemplo, si estás viendo el partido de fútbol de tu hijo, corre algunas vueltas alrededor del campo antes o incluso durante el partido. Busca clases de gimnasia o grupos de corredores que admitan carritos para que puedas llevar a tu pequeño durante el entrenamiento. Invierte en una cinta de correr para poder correr a primera hora de la mañana, antes de que los niños se despierten, o por la noche después de que se acuesten.
10 Demasiados calambres para correrTener la regla (o el síndrome premenstrual) puede suponer un auténtico calambre en tu estilo de correr. O tal vez tengas otros síntomas, como dolor de senos, fatiga o hinchazón.
Qué hacer
Trata de seguir adelante y ponte las zapatillas. Recuerda que 12 semanas del año es mucho tiempo para perder todos los beneficios de correr. Un poco de ejercicio puede aliviar tus síntomas. Asegúrate de llevar un sujetador deportivo que te dé soporte, bebe mucha agua y considera la posibilidad de tomar un analgésico de venta libre para los calambres.
11 Demasiado consciente de sí mismo para correrSentirse avergonzado por correr en público es una razón común por la que la gente no empieza o continúa corriendo. Intenta no preocuparte por lo que piensen los demás. Los corredores se alegran de ver a los demás en la carretera o en los senderos. Todos empezaron como corredores noveles en algún momento, así que pueden identificarse con estas luchas. Cualquier persona que no sea corredor y que critique a alguien por un hábito saludable como el de correr, probablemente se sienta mal por no hacer ejercicio.
Qué hacerLlevar
la ropa adecuada para correr puede hacer que te sientas más seguro y cómodo cuando corres en público. También puedes intentar correr con un compañero o un grupo de corredores.
12 Cómo tratar una ampollaOuch. No es divertido intentar correr con una dolorosa ampolla en el pie, así que el primer paso es intentar evitar que se produzcan. Pero, por lo general, también puedes correr aunque tengas una ampolla.
Qué hacer
Cubre la ampolla con una venda para que no roce con el zapato y el calcetín. Si tienes una piel de topo, puede funcionar aún mejor. Si la ampolla es muy dolorosa o está a punto de reventar, puedes drenarla cuidadosamente con una aguja estéril. Trata la ampolla con una crema antiséptica y cúbrela con un vendaje o un molesquín. Asegúrate de revisar la zona de la ampolla para ver si hay signos de infección mientras se cura.
13 Miedo a correr soloSi te sientes inseguro cuando corres solo, es una preocupación legítima y no debes ignorarla. Confía en tus instintos. Pero también puedes tomar medidas para protegerte.
Qué hacer
La respuesta obvia es encontrar un compañero o grupo de corredores con el que unirse, ya que la seguridad está en los números. Pero si eso no funciona, o para los días en que quieras o necesites correr y no tengas compañeros, sigue estos consejos para correr con seguridad al aire libre. Otra opción: Apúntate a un gimnasio con cintas de correr o a una pista cubierta.
14 Sin compañero de carreraSupongamos que tienes un compañero de carrera con el que quedas regularmente. Si ese compañero se retira, sobre todo en el último momento, ¿significa que tú también estás libre? No. No dejes que una cancelación desbarate tus planes.
Qué hacer
Corre de todos modos. Ya tienes el tiempo bloqueado en tu agenda, así que no lo desperdicies. Si no te sientes seguro corriendo solo al aire libre, cambia por un entrenamiento en la cinta de correr. O haz un entrenamiento de fuerza, en casa o en el gimnasio. Seguirás obteniendo los beneficios de la actividad física.
15 Demasiado quemado para correrSi la idea de correr ya no te produce la misma alegría que antes, es posible que estés sufriendo un agotamiento. Sí, puedes tomarte un descanso de correr y ver si lo echas de menos. Pero no pases ese descanso en el sofá. En su lugar, prueba un entrenamiento diferente. El entrenamiento cruzado siempre es valioso.
Qué hacer
También puedes intentar un reinicio mental. Todos hemos pasado por un periodo en el que algo -una enfermedad, una lesión o un embarazo- nos impedía correr, y anhelábamos el día en que pudiéramos volver a correr. ¿Recuerdas cómo te decías a ti mismo: "Nunca más daré por sentado que voy a correr"? Recuérdate cómo te sentiste durante ese periodo y el regalo que supone poder correr.
Otra opción: Probar un reto de correr, ya sea una racha de carreras, una nueva carrera o añadir intervalos a tu ruta habitual. Puede que vuelvas a encontrar tu motivación.