¿Qué pasa a tu cuerpo cuando dejas de fumar?
¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando dejas de fumar? Los beneficios de dejar el tabaco se notan casi de inmediato.
Aunque ya todo el mundo sabe cómo afecta el tabaco a nuestra salud, una gran parte de la población sigue fumando a diario. Muchas campañas antitabaco llevadas a cabo en la última década han conseguido que cada vez más gente sea consciente de lo peligroso que resulta fumar a diario. En cambio, dejar el tabaco no es fácil. Por más consejos que te den y trucos para dejar de fumar que leas, tendrás que poner todo de tu parte si no quieres acabar recayendo. Pero aunque no sea fácil, no hay duda que merece la pena.
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Algunos fumadores piensan que los efectos del tabaco solo se notan a largo plazo, haciendo padecer alguna enfermedad grave como el cáncer de pulmón. Pero eso no es cierto. Además de tener este efecto, el tabaco tiene otros muchos efectos que se notan cada día, y la mejor forma de comprobar que tales efectos existen es dejar de fumar.
¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando dejas de fumar?
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Cuando dejas de fumar, tu cuerpo nota los efectos de forma inmediata, aumentando los beneficios conforme pasa el tiempo y sigues sin fumar ni un cigarrillo. Esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando dejas de fumar.
20 minutos. Cuando solo han pasado 20 minutos desde tu último cigarro, tu cuerpo ya empieza a sentirse diferente. La presión sanguínea, el pulso y la temperatura en las manos y en los pies empiezan a regresar a su rango normal.
8 horas. Si continúas sin fumar en las próximas ocho horas, tu organismo empieza a notar más efectos positivos, como que la nicotina de tu cuerpo baja hasta el 6,25%
12 horas. En este tiempo, tus niveles de oxigenación en la sangre vuelven a ser normales, algo que no ocurre cuando eres fumador.
1 día. Cuando sobrevives a tu primer día sin fumar, tu ansiedad se dispara debido a la adicción que el tabaco había provocado en tu cuerpo. La ansiedad puede durar hasta dos semanas más, pero no te rindas, porque acabará desapareciendo.
2 días. Vuelves a recobrar el sentido del olfato y del gusto, dos cosas que se ven perjudicadas cuando fumamos debido al olor y el sabor del humo del tabaco. Además, las terminaciones nerviosas que estaban dañadas empiezan a regenerarse.
3 días. El 90% de la nicotina que había quedado en tu organismo habrá desaparecido, así que puedes decir que estás prácticamente limpio de tabaco, es el momento perfecto para continuar tu propósito y no abandonarlo, aunque parezca difícil. Tu funcionamiento pulmonar vuelve a empieza a funcionar mejor.
Una semana. Aunque sigues teniendo ganas de fumar en determinados momentos, estos momentos tan duros cada vez son menos y durarán como máximo tres minutos cada vez. Ya estarás más cerca de olvidarte por completo del tabaco.
A partir de la segunda semana. Para algunas personas, los síntomas de irritabilidad ansiedad y abstinencia de nicotina empiezan a desaparecer a la segunda semana. Para algunos, se alarga hasta el primer mes.
8 semanas. Vuelve a normalizarse la resistencia a la insulina, algo que ha podido hacer que engordes en las semanas anteriores. A partir de este momento, volverás a acercarte de nuevo a tu peso anterior.
1 año. A partir del año sin fumar, empezamos a notar unos beneficios más importantes. Por ejemplo, tus posibilidades de sufrir un ataque cardiaco ya serán la mitad que las de un fumador.
5 años. Disminuyen también los riesgos de sufrir una hemorragia subaracnoidea. Concretamente, tendrás un 59 por ciento menos de posibilidades de sufrirla que una persona que fuma.
Después de los cinco años, tu cuerpo funciona en muchos aspectos de la misma forma que lo hace una persona que nunca ha fumado. Por ejemplo, las posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular son las mismas que la de un no fumador. A partir de los diez años, tendrás entre un 30 y un 50 menos de posibilidades de sufrir cáncer de pulmón que una persona fumadora.
A partir de los 15 años, tu cuerpo estará prácticamente libre de dolencias y enfermedades asociadas al tabaquismo. Tendrás los mismos riesgos de perder piezas dentales que las personas que nunca han fumado, y lo mismo ocurre con enfermedades como el cáncer de páncreas. También tendrás las mismas posibilidades que un no fumador que tener problemas cardíacos y, en el caso de las mujeres, los riesgos de morir por causas asociadas al tabaquismo serán las mismas que las de una persona que nunca ha fumado.
Como verás, no solo son muchísimos los beneficios de dejar de fumar, si no que no hace falta esperar toda una vida para comprobarlo. Si dejas de fumar, comenzarás a sentirte mucho mejor a los pocos días y aún será mejor cuando hayas superado la fase de ansiedad e irritabilidad, dos de las cosas que más trabajo cuesta superar cuando estás dejando de fumar.
Todas estas cosas buenas le ocurren a tu cuerpo cuando dejas de fumar, ¿a qué esperas para empezar a hacerlo?