Por qué una dieta saludable puede ayudar a manejar el dolor crónico, independientemente de tu peso

Por qué una dieta saludable puede ayudar a manejar el dolor crónico, independientemente de tu peso
  • Adoptar una dieta saludable puede ayudar a reducir la intensidad del dolor crónico, independientemente del peso de una persona, según muestra una nueva investigación.
  • Casi 52 millones de estadounidenses y uno de cada cinco personas a nivel mundial experimentan dolor crónico.
  • Las dietas de baja calidad pueden provocar inflamación y estrés oxidativo en el cuerpo, lo que podría agravar el dolor, según los expertos.

El dolor crónico puede afectar todos los aspectos de la vida diaria de una persona y su salud en general. Sin embargo, una nueva investigación sugiere que adoptar una dieta saludable podría ser una forma de reducir la intensidad de ese dolor, sin importar el peso de la persona.

El nuevo estudio, publicado en Nutrition Research en octubre, podría ofrecer una herramienta accesible y fácilmente disponible para abordar el dolor crónico.

Las implicaciones podrían ser especialmente significativas dado cuántas personas viven con este "problema de salud común y discapacitante". Casi 52 millones de estadounidenses y uno de cada cinco personas a nivel mundial experimentan dolor crónico.

“Quienes sufren de dolor crónico a menudo tienen un peso mayor en comparación con la población general. Las elecciones alimentarias que influyen en la calidad general de la dieta de una persona pueden contribuir a su dolor al afectar su peso o provocar procesos corporales como la inflamación.”

Aquí está lo que los expertos dijeron sobre el nuevo estudio, además de por qué la comida que comes podría ayudar a aliviar el dolor crónico.

Las personas con dietas más saludables informaron niveles de dolor más bajos

Para este estudio, los investigadores analizaron datos de 654 australianos que tuvieron su peso, índice de masa corporal (IMC), tamaño de cintura y otras mediciones registradas en un entorno clínico. También respondieron encuestas sobre una variedad de temas, incluidos el estado socioeconómico, comportamientos de estilo de vida, niveles de dolor y dietas regulares. Los participantes del estudio tenían un promedio de 50 años y el 96% eran blancos.

Utilizando las Directrices Dietéticas Australianas como referencia, los investigadores definieron una dieta saludable como aquella que incorpora "alimentos básicos" como verduras y frutas, granos, lácteos y sus alternativas, y carnes magras.

Analizaron los datos y encontraron que los participantes que informaron menos dolor crónico también se adhirieron más a esta dieta saludable. Esto fue cierto sin importar su IMC, circunferencia de cintura y grasa corporal.

“Muchos participantes tenían altos niveles de grasa corporal y no se adhirieron a las Directrices Dietéticas Australianas, por lo que tenían baja calidad dietética. Sin embargo, las personas que siguieron las directrices más de cerca tuvieron niveles más bajos de dolor corporal”, dijo uno de los investigadores. “Una dieta saludable puede ayudar con el manejo del dolor sin importar el tamaño de una persona.”

El equipo de investigación también encontró que la relación entre el dolor crónico y la dieta era diferente entre hombres y mujeres. En general, las mujeres informaron experimentar más dolor y tenían una mayor adherencia a una alimentación saludable. Sin embargo, comer sano parecía tener un efecto más significativo en su dolor.

“Las mujeres que consumieron una dieta de mayor calidad informaron menos dolor y tuvieron mejor función física”, explicó uno de los investigadores. “Este efecto fue menos pronunciado en hombres.”

¿Por qué la comida que comes afecta tus niveles de dolor?

Los expertos han notado que "la baja calidad de la dieta parece estar asociada a resultados negativos en relación al dolor". Ahora, los investigadores están profundizando en cómo y por qué.

Por un lado, las dietas de mala calidad a menudo pueden causar aumento de peso, lo que a veces puede provocar dolor articular u otros tipos de dolor. La inflamación es otro probable culpable, coincidieron los expertos. Los alimentos de mala calidad pueden desencadenar inflamación de bajo grado en todo el cuerpo.

La alta consumo de azúcar, grasas saturadas y proteína animal también se ha asociado con estrés oxidativo, que es bastante similar a la inflamación.

Por el contrario, los alimentos ricos en nutrientes pueden mejorar el microbioma intestinal, además de "proporcionar antioxidantes y propiedades antiinflamatorias" que protegen las células del cuerpo de daños. Todos estos efectos combinados ayudan a reducir el estrés oxidativo y la inflamación crónica.

Este nuevo estudio no puede afirmar de manera definitiva que una dieta poco saludable cause dolor crónico o viceversa. Pero para las personas que viven con dolor crónico, los expertos coincidieron en que esta investigación respalda la idea de que una buena alimentación podría ser una herramienta para algún alivio.

Sin embargo, ser consistente es esencial. Adoptar una dieta más saludable y realizar más ejercicio son "dos de las formas más significativas de manejar el dolor crónico", aunque requieren cambios de estilo de vida a largo plazo.

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