Los científicos dicen que esta dieta ralentiza el envejecimiento—pero, ¿es realmente buena para ti?

El estudio sugiere que varios factores podrían haber contribuido a la reversión de la edad epigenética en los participantes obesos. En primer lugar, parece que la cetosis desempeñó un papel significativo, lo que "subraya el potencial del papel de la dieta en la promoción de la salud y la longevidad," dice Trista Best, dietista registrada. Los investigadores también notaron que los niveles de beta-hidroxibutirato, un subproducto de la cetosis, podrían haber contribuido a los cambios, ya que se ha encontrado que aumenta la capacidad antioxidante, mejora la sensibilidad a la insulina, protege la salud cerebral, y más. La disminución del índice de masa corporal debido a la pérdida de peso también puede haber jugado un papel, así como puede haberlo hecho un mejor microbioma intestinal, según informó el estudio.

La Dra. Garcia-Webb señala que el estudio fue bastante pequeño y "los hallazgos son limitados y no afirman causalidad directa ni generalización a una población más amplia." Aun así, encuentra los resultados "interesantes" porque, en comparación con estudios que examinan el proceso de envejecimiento epigenético después de una cirugía de pérdida de peso bariátrica, una VLCKD logró una desaceleración mayor en el envejecimiento, "lo que sugiere que el efecto puede estar más vinculado a la cetosis nutricional y la dieta, en lugar de solo a la pérdida de peso en sí."

Best añade que "es esencial abordar estos hallazgos con cautela, considerando la variabilidad individual y la necesidad de intervenciones dietéticas personalizadas." Además, las restricciones dietéticas extremas asociadas con la dieta pueden ser perjudiciales para algunos, y los participantes del estudio fueron monitoreados.

Todos los participantes eran caucásicos europeos. Se excluyeron personas con embarazo, abuso de sustancias o uso de medicamentos crónicos (excepto terapia anti-diabética). No está claro si los participantes continuaron con una dieta baja en calorías después de que concluyó la investigación, o si recuperaron peso.

Tener entre 600 y 800 calorías es tan extremo como suelen ser las dietas bajas en calorías, lo que plantea el riesgo de no cubrir las necesidades de nutrientes (la dieta cetogénica recorta seriamente toda la categoría alimentaria de carbohidratos, después de todo), pérdida de masa muscular, confusión mental y cálculos biliares, según la Academia de Nutrición y Dietética. Los efectos secundarios de la cetosis también pueden incluir la "gripe cetogénica" (síntomas similares a los de la gripe a corto plazo relacionados con quienes comienzan una dieta cetogénica), estreñimiento, diarrea, deshidratación, fatiga y desafíos para la salud renal y cardíaca.

“Cualquier cambio dietético que los pacientes realicen, quiero que puedan continuar haciéndolo durante décadas,” añade la Dra. Garcia-Webb. “Si alguien no puede imaginarse siguiendo una dieta cetogénica baja en calorías cuando tenga 80 años, entonces no aconsejaría comenzar ahora.” Además, señala que el consumo prolongado de una dieta cetogénica también aumenta significativamente el riesgo de colesterol alto si los pacientes comen muchas grasas saturadas de origen animal. Y nuevamente, tal alimentación restrictiva no es ideal.

En otras palabras, hay diferentes maneras de perder peso y volverse más saludable que no conllevan los mismos riesgos que la dieta seguida en este estudio. “Las personas pueden lograr un cuerpo más saludable con medidas menos extremas que proporcionen una calidad de vida más agradable y sostenible,” concluye la Dra. Garcia-Webb. “Hay menos utilidad en vivir más tiempo si las personas son miserables.”