Dormir mal puede provocar demencia
Una vida saludable nunca llega a serlo del todo si no se duerme bien. El sueño afecta a nuestro estado de ánimo, al rendimiento y a nuestra forma física, pero la falta de él también está relacionado con un envejecimiento prematuro de las células. Y no sólo eso: dormir mal también puede provocar demencia.
Las personas que padecen apnea del sueño o que pasan menos tiempo en un estado de sueño profundo son más propensas a padecer cambios cerebrales asociados a la demencia. Según un estudio publicado en la revista americana Neurology, aquellos que no alcanzan los niveles óptimos de oxígeno en sangre durante las horas de sueño, pueden sufrir ciertas anomalías en el cerebro ligadas a la demencia.
Por otra parte, quienes no alcanzan un estado de sueño profundo tienen más probabilidades de perder células cerebrales. Este tipo de descanso está asociado a la fijación de conocimientos y a los recuerdos, y quienes menos tiempo pasan en este estado pueden sufrir demencia o alzhéimer.
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"Estos hallazgos sugieren que los niveles de oxígeno en sangre bajos y un sueño de ondas lentas reducido pueden contribuir a los procesos que conducen al deterioro cognitivo y la demencia", explica la autora de la investigación, Rebecca P. Gelber.