Cómo tratar los hombros doloridos por agujetas de aparición retardada
Las agujetas y el dolor de los entrenamientos nos pueden pasar a todos. Tal vez los problemas comenzaron después de que te perdieras unos cuantos entrenamientos de la parte superior del cuerpo seguidos y te sientes un poco blando, así que cuando finalmente vuelves a la rutina y vas al gimnasio, lo haces con fuerza. Quizá demasiado. Al día siguiente, te levantas con los hombros doloridos.
¿La buena noticia? Siempre que la sensación de dolor desaparezca en un plazo de 24 a 72 horas, puede ser una señal de que has trabajado de verdad. Has cargado tu cuerpo lo suficiente como para causar un "microtraumatismo" en el tejido (suena peor de lo que es) y esa sensación puede indicar realmente que has hecho algunos cambios. ¿La mala noticia? Estás sintiendo todo ese trabajo, y no se siente muy bien.
El dolor muscular de aparición retardada, o DOMS, puede contribuir a una sensación de fatiga, dolor, debilidad, rigidez e incluso dolor. Suele aparecer tras un entrenamiento de alta intensidad en el que los músculos se someten a una carga excéntrica que provoca pequeños desgarros en las fibras musculares. Aunque no se comprenden del todo, estos microdesgarros pueden provocar a su vez un aumento de la síntesis proteica y la adaptación del organismo a la nueva tensión a la que se ve sometido. La carga excéntrica de los músculos es una forma importante de desarrollar la fuerza.
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Pero existe una delgada línea entre cargar los músculos y sobrecargarlos, por lo que el DOMS también puede funcionar como una señal de que estás haciendo demasiado.
Si tiene dolor de hombros, hay algunas cosas que puede hacer para aliviar el dolor y las molestias y acelerar el proceso de recuperación. Por desgracia, estirar no es una de ellas.
Tu movimiento: Las pruebas sobre cómo tratar el DOMS son variadas, pero hay algunos métodos que puedes probar. Para reducir la inflamación y mejorar la movilidad de esos hombros doloridos, querrás aumentar el flujo sanguíneo a la zona.
Esto puede hacerse de varias maneras: Prueba a aplicar calor húmedo durante 10 o 15 minutos 2 o 3 veces al día, masajes suaves o actividades de baja intensidad que utilicen y muevan los músculos afectados sin forzarlos. Una sesión de sauna y un baño o ducha caliente también pueden ayudar.
Si sientes dolor, considera la posibilidad de tomar antiinflamatorios, pero no utilices hielo: las investigaciones indican que el hielo puede ser contraproducente en este caso. Asegúrate de consumir una buena cantidad de agua y proteínas.
¿Y lo más importante? Tenga paciencia. Los síntomas deberían reducirse en uno o tres días. Si los problemas persisten o se intensifican, considere la posibilidad de consultar a un médico o fisioterapeuta para descartar una lesión.