Así afecta la carne muy hecha a tu tensión arterial
Comer la carne muy hecha es mala para la tensión según este nuevo estudio de la Asociación Americana del Corazón.
Si eres de los que siempre ha disfrutado de un buen filetón muy hecho a la barbacoa, esto te interesa. Al menos, si quieres empezar a cuidar tu salud a partir de ahora. Según un nuevo estudio realizado por la Asociación Americana del Corazón, la carne muy hecha es mala para la tensión, ya sea carne roja, pollo o pescado.
La razón por la que cocinar mucho estas carnes perjudica nuestra tensión es que al someterlas a altas temperaturas durante más tiempo las carnes producen químicos que provocan un estrés oxidativo, inflamaciones y resistencia a la insulina, patrones que contribuyen a elevar el nivel de tensión arterial.
Así es como el estrés afecta a tu cuerpo y a tu salud
Cómo reducir la tensión arterial sin medicación
El estudio se llevó a cabo en más de 100.000 personas, cuyos hábitos de alimentación se siguieron durante más de diez años. Los resultados fueron que aquellas personas que solían comer carne muy hecha habían desarrollando problemas relacionados con la tensión arterial, siendo todas personas sanas al comenzar el estudio.
“Nuestro estudio sugiere que se reduciría el riesgo de tensión alta si no se tomaran esos alimentos muy cocinados o se evitaran formas de cocinarlos como el grill o la barbacoa”, explica el doctor Gang Liu, director de este estudio.
Las cantidades de carne y pescado que los participantes del estudio consumieron a la semana eran similares, ya que solo variaba la forma de cocinarlos. Todos tomaron dos raciones de carne roja, de pollo o de pescado a la semana, unos más cocinada y otros menos. Los que las cocinaban mucho y a alta temperatura tenían entre un 15% y un 17% más de probabilidades de sufrir tensión alta.
Según cuentan los investigadores, la relación entre la carne muy hecha y la tensión alta es independiente del tipo de comida que se coma o de la cantidad.