7 cosas que puedes hacer cuando no puedas dormir
¿Qué hacer cuando no puedes dormir? 7 cosas que te ayudarán a conciliar el sueño cuando no puedas dormir.
El estrés, las preocupaciones por las obligaciones del día siguiente, la ansiedad y otros muchos factores pueden hacer que pasemos la noche en vela o que no consigamos dormirnos hasta altas horas de la madrugada, con todos los efectos negativos que esto conlleva en nuestra vida.
Hay personas que sufren de insomnio a menudo y otras que sufren esta falta de sueño de forma esporádica. Tanto en un caso como en otro, debemos solucionar el problema cuando antes ya que puede acabar afectando a nuestra salud, tanto mental como física.
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¿Qué hacer cuando no podemos dormir?
Si eres de los que a menudo pasa una mala noche debido a la falta de sueño, en este artículo te daremos algunos consejos y trucos para que te resulte más fácil conciliar el sueño y tu noche no se vuelva una pesadilla. El trabajo y todas las tareas que debemos realizar cada día en nuestra rutina diaria nos exigen estar descansados y haber dormido correctamente, de ahí que sea tan importante saber solucionar este problema.
Quizás cuando no puedas pegar ojo y estés en tu cama despierto, hagas algunas cosas pensando que pueden ser útiles pero que, en realidad, pueden ser contraproducente. Por eso queremos ayudarte mostrándote qué hacer cuando no puedes dormir y qué no.
Técnica de relajación corporal. Esta técnica conseguirá relajar cada músculo de tu cuerpo al mismo tiempo que relajas tu mente. Debes concentrarte en este ejercicio, cerrar los ojos y no pensar en nada más. Este ejercicio de relajación consiste en contraer y relajar cada músculo. Hazlo de uno en uno y en orden. Es decir, comienza contrayendo y relajando los músculos de los pies y sube poco a poco hasta recorrer todo tu cuerpo. Cuando termines con todos tus músculos, tu cuerpo estará más relajado y tú menos estresado. Listo para dormir.
Piensa que está en otro sitio. Para relajarnos y sentirnos tranquilos, vamos a cerrar los ojos y a pensar en un escenario distinto al que tenemos. Un escenario mucho más agradable y bonito en el que te gustaría estar. Esto puede ser un campo, una playa o incluso una habitación que sea mejor que la tuya. Más ordenada y más grande. Imagina cada uno de los detalles de este sitio imaginario al que te gustaría transportarte. Visualízate a ti mismo dentro de este escenario, lo que harías, cómo te sentirías. No olvides mantener tus ojos cerrados y pensar únicamente en este lugar. Esto te ayudará a relajarte y a no pensar en eso que te impide dormir.
Inventa una conversación. Aunque tener un amigo imaginario siempre ha sido visto como algo propio de los niños, en esta ocasión puede serte muy útil. Cierra los ojos y piensa en un personaje que tú mismo inventes. En cómo sería y en qué conversación tendrías con él. Cuando lo tengas en tu mente, inicia el diálogo. Cuéntale tus pensamientos, todo aquello que te preocupa y que no te deja dormir.
Piensa en un objetivo. Algo que también puede ayudarnos a dormir al mismo tiempo que resulta útil es pensar en un objetivo y en cómo conseguirlo. Esto puede ayudarnos a ver una meta como algo más factible, ya que dedicaremos este tiempo a pensar en cómo llegar a ella. Si quieres hacer el viaje de tus sueños el año que viene, piensa en el dinero que necesitas, en cómo ahorrarlo, en el transporte, en lo que te llevarías. Planea cada detalle y proponte seguir tu plan para conseguirlo.
Planea tu día. Este método es perfecto para las personas muy organizadas y a las que le gusta tener todo planeado. Cuando estés en la cama cómodo y con los ojos cerrados, piensa en lo que tienes que hace mañana. Planea la hora a la que tienes que levantarte, qué cosas tienes que hacer por la mañana, tus obligaciones de por la tarde y a qué hora quedarás con ese amigo al que tienes pensado ver. Tenerlo todo bajo control te ayudará a relajarte y a no tener preocupaciones que te impidan conciliar el sueño. Con todo perfectamente pensado, podrás dormir tranquilo.
Piensa en cuando no te podías dormir. Seguro que a ti también te ha pasado eso de morirte de sueño en la oficina y, cuando por fin llegas a casa, tu sueño se ha ido por arte de magia. Cuando no puedas dormir, túmbate en la cama con los ojos abiertos y rememora ese incómodo momento en el que tus ojos se cerraban y no debían hacerlo. Por ejemplo, una reunión importante, una clase o una conferencia a la que asististe. Si consigue revivir el momento, el sueño te acabará venciendo.
Repasa tu día completo. Ya que parece que vas a estar despierto un buen rato, aprovecha este tiempo para algo útil. Repasa tu día, desde por la mañana hasta el momento justo de acostarte. Piensa en lo que has hecho, cómo has trabajado, cómo te has relacionado y qué decisiones has tomado. Valora cómo fue todo y si tuvo consecuencias negativas o positivas. Saca conclusiones e intenta averiguar si puedes mejorar en algo. En medio de todo este proceso de reflexión, probablemente te quedes dormido.
Si nunca sabes qué hacer cuando no puedes dormir, esperamos que estos 7 trucos puedan ayudarte