Un estudio explica por qué es una error meter los tomates en la nevera
Puede que hayas estado tratando mal los tomates toda tu vida: este estudio explica por qué no hay que meter los tomates en la nevera.
En los últimos años, la mayoría de la población ha empezado a quejarse de cómo los sabores de las frutas y verduras que solíamos comer durante toda nuestra vida ha dejado de tener el sabor auténtico que antes podíamos degustar. Los tomates son una de las frutas que más se han visto afectadas por esto en los últimos años, siendo cada vez más difícil encontrar un tomate en el mercado que realmente tenga un gran sabor a tomate.
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Las personas que solían quejarse de esto lo atribuían a la forma en la que actualmente las grandes compañías los producen, proponiendo como única solución cultivar sus propios tomates. Pero un estudio realizado hace solo unos días en la Universidad de Florida parece haber dado con la clave de por qué los tomates están perdiendo su sabor.
Al parecer, cuando los tomates son conservados a una temperatura menor de 21º, las enzimas responsables de su sabor se ven afectadas, haciendo que este se pierda. Esto hace que hasta el tomate más jugoso y rojo tenga muy poco sabor.
Con esto puede parecer que la solución más sencilla es no meter los tomates en la nevera después de comprarlos, pero el asunto es más complicado. La mayoría de los tomates ya han pasado por un refrigerador cuando por fin llegan a la tienda en la que los compramos, así que, por mucho que nos preocupemos de conservarlos a temperatura ambiente, es probable que su sabor ya haya sido dañado.
Aún así, podemos probar a conservar los tomates fuera de la nevera para así comprobar si su sabor sigue estando ahí. Eso sí, en los lugares con altas temperaturas, esto puede ser complicado en verano.