¿Todavía tendremos antibióticos dentro de 50 años? 7 expertos opinan
Casi desde que se descubrieron los antibióticos, hemos sido conscientes de que las bacterias pueden aprender a superar estos medicamentos, un fenómeno conocido como resistencia a los antimicrobianos.
La Organización Mundial de la Salud afirma que estamos perdiendo ante los bichos, con una resistencia en aumento y muy pocos antibióticos nuevos en fase de desarrollo.
Queríamos saber si los expertos de todo el mundo creen que dentro de 50 años seguiremos teniendo antibióticos eficaces. Siete de cada siete expertos dijeron que sí.
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Las peligrosas "superbacterias" son una amenaza creciente, y los antibióticos no pueden frenar su aumento. ¿Qué puede hacerlo?
Lori L. BurrowsBioquímico, Canadá
Sí. Los antibióticos son un componente crucial de la medicina moderna, y no podemos permitirnos perderlos. A pesar del aumento de la resistencia en importantes patógenos (bichos) y de la disminución sustancial de nuevos fármacos en desarrollo, disponemos de múltiples herramientas para proteger los antibióticos.
La administración -el principio de usar antibióticos sólo cuando sea absolutamente necesario- es clave para mantener la utilidad de los antibióticos actuales y evitar que surjan resistencias a nuevos fármacos. Los nuevos métodos de diagnóstico, como las pruebas rápidas que se generalizaron durante la pandemia, pueden servir de base a los esfuerzos de gestión y reducir el uso inadecuado de antibióticos en enfermedades víricas. Por último, los investigadores siguen encontrando formas creativas, como el uso de potentes métodos de inteligencia artificial, para identificar compuestos antimicrobianos con nuevas dianas o modos de acción. Otras tácticas prometedoras son el uso de virus que matan bacterias de forma natural, la estimulación del sistema inmunitario del huésped para que luche contra las bacterias o la combinación de antibióticos existentes con moléculas que pueden potenciar la actividad antibiótica, por ejemplo, aumentando la absorción o bloqueando la resistencia.
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Bioquímico, Estados Unidos
Sí. La verdadera cuestión no es si tendremos antibióticos dentro de 50 años, sino qué forma de antibióticos se utilizarán.
La mayoría de los antibióticos que utilizamos hoy en día se basan en productos naturales aislados de organismos como hongos y plantas. El uso de la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y otras herramientas computacionales para ayudar a diseñar nuevos compuestos no naturales que puedan evitar la evolución de la resistencia a los antibióticos se encuentra aún en sus primeras fases de desarrollo. Muchos de los medicamentos tradicionales, como las penicilinas y otros antibióticos comunes de hoy en día, cuya eficacia ya está disminuyendo, probablemente serán de muy poca utilidad dentro de 50 años. Con el tiempo, y con la ayuda de las nuevas tecnologías, creo que dispondremos de nuevos medicamentos para combatir las infecciones bacterianas. Con el tiempo, con la ayuda de nuevas tecnologías y enfoques, predigo que tendremos nuevos medicamentos para combatir las infecciones bacterianas.
Microbiólogo, Australia
Sí, tendremos antibióticos (me refiero a medicamentos antimicrobianos), porque la gente seguirá contrayendo infecciones a pesar de los avances en inmunización y otras formas de prevención.
Dicho esto, los medicamentos del futuro serán muy diferentes de los que utilizamos hoy, que habrán quedado obsoletos en los próximos 50 años. Los nuevos fármacos tendrán un espectro estrecho, lo que significa que se dirigirán directamente a la causa específica de la infección, que determinaremos utilizando pruebas de diagnóstico rápido en el punto de atención, similares a las RATS que utilizamos actualmente para diagnosticar el COVID. Los antimicrobianos del futuro no matarán a las bacterias ni limitarán su crecimiento, porque esto favorece el desarrollo de resistencias. En su lugar, limitarán la capacidad de las bacterias para causar enfermedades o evadir nuestros sistemas inmunitarios.
Microbiólogo, España
Sí, pero no sin esfuerzo.
Actualmente, la resistencia a los antimicrobianos es una de las principales causas de muerte en el mundo, y seguirá aumentando. Pero en mi opinión, dentro de 50 años seguirá habiendo antibióticos útiles para combatir las infecciones bacterianas. Para lograrlo, se necesita innovación e inversión. La inteligencia artificial podría incluso ayudar. Un ejemplo es el compuesto "RS102895", que elimina la superbacteria multirresistente Acinetobacter baumannii. Se identificó gracias a un algoritmo de aprendizaje automático. El futuro de los antibióticos exige cambios sustanciales en la búsqueda de nuevas moléculas activas y en el diseño de terapias que puedan eliminar las bacterias sin desarrollar resistencias. Estamos en el buen camino. Un ejemplo es el descubrimiento de la clovibactina, aislada recientemente de bacterias del suelo no cultivadas. La clovibactina elimina eficazmente las bacterias grampositivas resistentes a los antibióticos sin generar resistencias detectables. La futura terapia antimicrobiana puede consistir en nuevos antibióticos, virus que maten bacterias, anticuerpos específicos, fármacos que contrarresten la resistencia a los antibióticos y otras nuevas tecnologías.
Microbiólogo, República de Irlanda
Sí, pero no muchos.
Sin una rápida ampliación de las medidas para frenar la "alarmante amenaza sanitaria mundial" que supone la resistencia a los antimicrobianos para 2073, quedarán pocos antibióticos eficaces para tratar la sepsis. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han señalado un retroceso en los progresos realizados tras la pandemia, cuando toda la atención sanitaria, gubernamental y social se centró en la COVID. Sin un enfoque dirigido a las personas, los animales, los sistemas agroalimentarios y el medio ambiente, la resistencia a los antimicrobianos seguirá su trayectoria ascendente. No hacer nada es inaceptable: se perderán vidas, aumentará el gasto sanitario y se resentirá la productividad de la mano de obra. La mayor carga de resistencia a los antimicrobianos se registra en los países de renta baja. Existen planes de acción en la mayoría de los países de la OCDE, Europa y el G20. En todos los países, los planes deben financiarse y aplicarse en todos los sectores pertinentes, como se ha indicado anteriormente. Será necesario disponer de datos mejor integrados para hacer un seguimiento del uso y la resistencia a los antibióticos en la salud humana y animal y en el medio ambiente, además de la investigación y el desarrollo de nuevos antibióticos, vacunas y medios de diagnóstico.
Experto en salud pública, Brasil
Sí. Sin embargo, los datos disponibles sugieren que sin un cambio en la agenda política hacia el control y la prevención de la resistencia a los antimicrobianos, varios antibióticos habrán perdido su utilidad.
El problema de la resistencia bacteriana no es nuevo y el riesgo de que los antibióticos pierdan eficacia ante la capacidad evolutiva de las bacterias es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la salud mundial. La creación de políticas para promover el uso adecuado de este recurso no ha avanzado a la misma velocidad que su uso inadecuado en la salud humana y animal y en la producción agrícola. Los factores que influyen en el uso de antibióticos son complejos y varían según los contextos locales. La respuesta al problema va mucho más allá del control del uso a nivel individual. Debemos reconocer las dimensiones social, política y económica a la hora de proponer una gobernanza más eficaz.
Farmacéutico, Indonesia
Sí. A pesar de su menor eficacia con el paso del tiempo, se siguen produciendo antibióticos cada año.
Los investigadores trabajan sin descanso para desarrollar antibióticos nuevos y más eficaces. Y están explorando activamente combinaciones de antibióticos para mejorar su eficacia. Aunque la resistencia a los antimicrobianos va en aumento, los investigadores han hecho notables progresos para resolver este problema. Han desarrollado clases innovadoras de antibióticos, como los inhibidores de FtsZ, que pueden inhibir la división celular, un proceso necesario para que las bacterias se multipliquen. Actualmente se están realizando ensayos clínicos.
Un conocimiento más profundo de los aspectos moleculares de la resistencia bacteriana ha permitido descubrir nuevas estrategias de tratamiento, como la inhibición de enzimas clave que desempeñan un papel fundamental en la resistencia de los bichos. Además, los avances informáticos han acelerado enormemente el descubrimiento y desarrollo de fármacos, lo que permite albergar esperanzas de que se descubran rápidamente nuevos antibióticos y estrategias de tratamiento.
Este artículo editado se vuelve a publicar de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.