The Challenges of Traveling With Food Allergies
Viajar es una forma muy emocionante de explorar el mundo, conocer gente nueva y experimentar culturas diferentes, pero para los que vivimos con alergias alimentarias, a veces puede resultar más estresante de lo que debería. Navegar por nuevos lugares en los que no se habla el idioma o en los que las normas de seguridad alimentaria pueden ser diferentes puede hacer dudar hasta al viajero más aventurero. Y, seamos sinceros, lo último que uno quiere es tener una reacción alérgica en un entorno desconocido. Pero he aquí la cuestión: viajar debería ser accesible para todos, y eso incluye a los que tenemos alergias alimentarias.
Entonces, ¿por qué viajar debería ser más accesible para las personas con alergias alimentarias? Y, lo que es más importante, ¿cómo puedo ayudarle a viajar con confianza mientras controla sus alergias? Entremos en materia.
En primer lugar, es importante que la gente reconozca que las alergias alimentarias no son una elección. Este año pasé seis meses viajando por Sudamérica y, mientras los demás degustaban comida callejera o probaban platos locales, yo me preocupaba a menudo por la contaminación cruzada o los alérgenos ocultos. Y, por supuesto, no se trata de ser quisquilloso, sino de estar seguro.
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Facing the Challenges of Socializing During the Holiday Season
A veces me daba miedo que la gente nueva que conocíamos pensara que estaba siendo difícil, así que tenía que asegurarme de hacerles saber que era una alergia grave. Cuando se viaja, las alergias alimentarias pueden hacer que la gente se sienta obligada a perderse experiencias, pero no tiene por qué ser así.
Los viajes accesibles no se limitan a rampas y ascensores. (Se trata de garantizar que todo el mundo tenga las mismas oportunidades de disfrutar de su viaje, sin preocuparse constantemente de lo que va a comer o de si podrá comunicar sus necesidades alérgicas de forma eficaz.
Los retos a los que nos enfrentamos
Estoy seguro de que muchos de ustedes han experimentado momentos en los que se han encontrado mirando un menú en otro idioma, preguntándose si el chef entiende lo que significa realmente una alergia a los frutos secos. Viajar con alergias significa tener que preguntar constantemente, traducir tarjetas de alergia y, a veces, incluso saltarse comidas porque el riesgo parece demasiado alto. Por no hablar de las escasas opciones de tentempiés o comidas en los aeropuertos.
Luego está la barrera del idioma. ¿Cómo explicar un "shock anafiláctico" en un idioma que no dominas? E incluso si has memorizado las palabras adecuadas, ¿cómo sabes con seguridad que la persona que te prepara la comida entiende realmente la gravedad de tu alergia?
Aquí es donde una tarjeta de alergia se convirtió en algo crucial para mí. La tarjeta no sólo informaba de que tenía una alergia mortal a los frutos secos, sino que también señalaba los riesgos de contaminación cruzada y explicaba los distintos tipos de frutos secos que no podía comer. Realmente me quitaba la presión de preguntarme si alguien sabía que corría riesgo de anafilaxia, ¡porque lo ponía ahí mismo en la tarjeta! Siempre pedía al camarero que llevara la tarjeta al chef para que la viera personalmente.
Por eso es tan importante que el sector turístico empiece a dar prioridad a la inclusión. Las empresas deben entender que las personas con alergias alimentarias merecen el mismo nivel de atención y consideración que las que tienen otras necesidades de accesibilidad cuando viajan.
Estrategias clave para viajar con confianza
Conozco de primera mano la ansiedad que puede provocar la planificación de un viaje cuando se tienen alergias alimentarias, pero también sé que es posible viajar con seguridad y seguir pasándolo estupendamente. A lo largo de los años, pero sobre todo durante mis seis meses en Sudamérica, he desarrollado algunas estrategias clave que me han permitido explorar nuevos países con confianza, y estoy deseando compartirlas contigo. Tanto si eres un viajero experimentado como si acabas de empezar, quiero ayudarte a conquistar el mundo, con alergias alimentarias y todo.
He aquí algunas cosas que pueden ayudarte:
1. Tarjetas de traducción de alergias. Como ya he dicho, una de las mejores cosas que puedes hacer cuando viajas al extranjero es llevar una tarjeta de traducción de alergias. Estas tarjetas explican tu alergia en el idioma local, lo que garantiza que la persona que te prepare la comida sepa exactamente lo que tienes que evitar. Es útil aprender a decir algunas frases locales. Pero estas tarjetas pueden ser un salvavidas cuando las palabras simplemente no son suficientes.
2. Un tentempié seguro. Reconozcámoslo, a veces necesitas un tentempié. He elaborado una lista de tentempiés que son aptos para alérgicos y que viajan bien. Entre mis favoritos están las patatas fritas y las galletas Oreo. Los llevo conmigo para que me mantengan con energía mientras viajo.
3. Poder y confianza. Una de las cosas que más me apasionan es ayudar a la gente a que se sienta capacitada para controlar sus alergias alimentarias mientras viaja. A través de mis propias experiencias, he aprendido que la preparación es clave, y también lo es la confianza. Ten tus medicamentos a mano, conoce los números de emergencia locales e informa a tus compañeros de viaje sobre tu alergia y qué hacer si tienes una reacción. Y no dejes que tus alergias gobiernen tu vida.
4. Compartir experiencias reales. Me encanta relacionarme con compañeros de viaje que también tienen alergias alimentarias. Una de las formas más eficaces de superar los retos de viajar con alergias es compartir historias y experiencias. Las redes sociales pueden introducirte en una comunidad de personas afines con alergias alimentarias que comparten consejos, recomendaciones e historias personales.
Hagamos que viajar sea accesible para todos
Al fin y al cabo, viajar es para disfrutar. Todo el mundo, independientemente de sus restricciones alimentarias, debería tener la oportunidad de experimentar el mundo sin sentirse frenado por las alergias alimentarias. Con un poco de preparación, las herramientas adecuadas y el apoyo de una comunidad cada vez más sensibilizada con las alergias, creo que podemos hacer que viajar sea más accesible para todos.
Así que, tanto si está planeando su próxima gran aventura como si sólo sueña con una escapada, sepa que estoy aquí para ayudarle en cada paso del camino. Hagamos que viajar con alergias alimentarias sea seguro, sin estrés y, lo más importante, ¡divertido!
¡Buen viaje!
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