Síntomas y tratamiento síndrome de fatiga crónica
El síndrome de fatiga crónica (SFC), también conocido como encefalomielitis miálgica (EM), es una enfermedad grave de larga duración que afecta a muchos sistemas corporales. Las personas con síndrome de fatiga crónica no suelen ser capaces de realizar sus actividades habituales debido a la fatiga intensa y los problemas de sueño. Otros síntomas pueden ser problemas de pensamiento y concentración, dolor y mareos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), al menos una cuarta parte de los pacientes con SFC permanecen en cama o en casa durante largos periodos de tiempo.
Se calcula que entre 836.000 y 2,5 millones de estadounidenses pueden padecer síndrome de fatiga crónica, según un informe del Instituto de Medicina (se abre en una nueva pestaña). Sin embargo, es posible que hasta el 90% de ellos no hayan sido diagnosticados.
SFC (Síndrome de Fatiga Crónica)
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El Dr. Adam Staten, médico generalista y director clínico de One Day Tests (se abre en una nueva pestaña), una empresa de análisis de sangre de Inglaterra, dijo a Live Science que no está claro qué causa el SFC.
"El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad enigmática e intensamente frustrante", afirma. "A pesar de ser bastante frecuente, sigue sin conocerse bien. Pero equipos de investigación de todo el mundo están empezando poco a poco a arrojar luz sobre sus causas."
¿Cuáles son los síntomas del síndrome de fatiga crónica?
Según los CDC (se abre en una nueva pestaña), para diagnosticar el SFC se requieren los tres síntomas primarios ("principales") y al menos un síntoma secundario. Hay muchos otros síntomas que pueden presentarse con la enfermedad, pero no son esenciales para el diagnóstico.
Síntomas principales
- Fatiga intensa y disminución sustancial del nivel de actividad (durante seis meses o más): La fatiga no es el resultado de una actividad inusualmente difícil, no se alivia con el sueño o el descanso, y no era un problema antes de enfermar.
- Malestar postesfuerzo (empeoramiento de los síntomas tras una actividad física o mental que no habría causado problemas antes de la enfermedad): Durante el malestar postesfuerzo, cualquier síntoma de ME/SFC puede empeorar o aparecer por primera vez. Puede llevar días, semanas o más tiempo recuperarse de una recaída.
- Problemas de sueño: Los pacientes pueden no sentirse mejor o menos cansados, incluso después de una noche completa de sueño. Algunas personas con SFC pueden tener problemas para conciliar el sueño o para permanecer dormidas.
Síntomas secundarios
- Problemas de pensamiento y memoria: Dificultad para pensar con rapidez o claridad, problemas de memoria y escasa atención a los detalles.
- Intolerancia ortostática (empeoramiento de los síntomas al estar de pie o sentado en posición erguida): Sensación de mareo, vértigo, debilidad o desmayo al estar de pie o sentado.
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Otros síntomas comunes del SFC, según los CDC, son:
- Dolor (por lo general, dolor y molestias musculares, dolor articular sin hinchazón ni enrojecimiento, y dolores de cabeza)
- Ganglios linfáticos sensibles en el cuello o las axilas
- Dolor de garganta frecuente
- Problemas digestivos, como el síndrome del intestino irritable
- Escalofríos y sudores nocturnos
- Alergias y sensibilidad a alimentos, olores, sustancias químicas, luz o ruido.
- Debilidad muscular
- Falta de aliento
- Latidos irregulares
El síndrome de fatiga crónica es más frecuente en personas de 40 a 60 años. Afecta más a las mujeres que a los hombres, pero cualquiera puede padecerlo, según los CDC.
¿Cuáles son las causas del síndrome de fatiga crónica?
Según los CDC (se abre en una nueva pestaña), no está claro qué causa el síndrome de fatiga crónica. Los científicos sugieren que puede tener más de una causa. Algunas de las áreas que se están estudiando son las infecciones, la desregulación del sistema inmunitario (cuando el organismo no puede controlar o mantener una respuesta inmunitaria), el estrés y los factores genéticos. Es posible que dos o más factores desencadenantes actúen conjuntamente.
"Es posible que la enfermedad que conocemos como SFC acabe demostrando ser una serie de afecciones distintas con síntomas similares, cada una de las cuales puede necesitar estrategias de tratamiento diferentes", afirma Staten.
Infecciones
La infección vírica crónica como causa del SFC ha sido objeto de debate durante mucho tiempo, según Staten.
"Ya a principios de los 80, algunos estudios demostraron la relación entre la infección por el virus de Epstein Barr [que causa la mononucleosis] y los síntomas prolongados de malestar y fatiga", dijo. "Hace tiempo que se sospecha que las infecciones, y la respuesta inmunitaria a esas infecciones, pueden desempeñar un papel en el desarrollo del SFC".
Sin embargo, no se ha confirmado ningún vínculo entre el SFC y los agentes infecciosos, y el papel de las infecciones víricas y bacterianas en esta afección sigue sin estar claro, según una revisión de 2018 publicada en el Journal of Translational Medicine (se abre en una nueva pestaña).
Disregulación del sistema inmunitario
Existen pruebas convincentes de que algunos casos de SFC pueden estar causados por respuestas autoinmunes excesivas, según una revisión de 2018 publicada en la revista Autoimmunity Reviews (se abre en una nueva pestaña).
"Los investigadores han podido demostrar que ciertos autoanticuerpos son más comunes en los enfermos de ME/SFC, lo que ha alimentado la especulación de que el SFC puede ser una afección autoinmune que, como otras afecciones autoinmunes, puede desencadenarse por una infección", dijo Staten.
Cardiovascular
Según una revisión de 2021 publicada en el Journal of the American College of Cardiology (se abre en una nueva pestaña), los pacientes con SFC suelen presentar anomalías en el sistema cardiovascular, como un menor volumen sistólico (volumen de sangre bombeada por el corazón). El bajo consumo de oxígeno en los pulmones puede ser otra característica clave del SFC, según una revisión de 2019 publicada en el International Journal of Sports Medicine (se abre en una nueva pestaña).
Las anomalías cardiovasculares podrían explicar por qué muchas personas con SFC pueden experimentar síntomas como mareos al ponerse de pie y palpitaciones, señaló Staten. Sin embargo, se necesitan más pruebas para comprender esta asociación.
"Todavía hay que investigar más si estas anomalías cardiovasculares están realmente relacionadas con el ME/SFC, y si son una causa de la enfermedad o un resultado de ella", dijo Staten. "Sí sugiere un objetivo potencial para el tratamiento".
Genetics
Los estudios han demostrado que 199 alteraciones genéticas repartidas en 14 genes diferentes estaban presentes en el 91% de los casos de la población con SFC, según una revisión de 2022 publicada en el Journal of Translational Medicine (se abre en una nueva pestaña). Según los investigadores de la revisión, muchos de estos genes desempeñan un papel clave en la regulación de mecanismos que pueden estar en la base del SFC, como la vulnerabilidad a las infecciones y el deterioro del metabolismo energético.
Los estudios de resonancia magnética han mostrado cambios estructurales en la materia blanca y gris del cerebro de los pacientes con SFC, según una revisión de 2021 publicada en la revista Frontiers in Neurology (se abre en una nueva pestaña). Los científicos también han detectado anomalías en la conectividad entre distintas partes del cerebro.
Según una revisión de 2021 publicada en la revista Journal of Translational Medicine (se abre en una nueva pestaña), los pacientes con SFC también suelen tener alterado el flujo sanguíneo cerebral y aumentada la presión intracraneal (presión dentro del cráneo). Los investigadores sugieren que estos mecanismos pueden explicar ciertos síntomas del SFC, como la niebla cerebral, el deterioro cognitivo, los problemas de sueño y los dolores de cabeza.
¿Cómo se diagnostica el síndrome de fatiga crónica?
El síndrome de fatiga crónica sólo se diagnostica tras descartar todas las demás causas de los síntomas. Para ello, el médico preguntará por el historial médico del paciente y su familia, realizará exámenes del estado físico y mental y solicitará análisis de sangre, orina u otros. También puede pedir a los pacientes que lleven un diario de actividades, según los CDC (opens in new tab).
Varios factores complican el diagnóstico, entre ellos el hecho de que no exista ninguna prueba de laboratorio o biomarcador para el SFC. La fatiga y muchos otros síntomas se parecen a los asociados a diversas enfermedades, lo que complica aún más el diagnóstico. La enfermedad se caracteriza por periodos de remisión y recaída, lo que significa que los pacientes que padecen el síndrome no siempre parecen padecerlo. Dado que los síntomas varían mucho, puede resultar difícil para los profesionales médicos identificar los casos de SFC.
¿Cómo se trata el síndrome de fatiga crónica?
No existe cura ni medicación conocida para el síndrome de fatiga crónica. Sin embargo, algunos síntomas pueden controlarse, según los CDC (opens in new tab). Los pacientes, sus familias y los profesionales sanitarios deben colaborar para decidir qué síntoma causa más problemas y tratarlo en primer lugar. Deben discutir los posibles beneficios y perjuicios de cualquier plan de tratamiento, incluidos los medicamentos y otras terapias, dicen los CDC. Los pacientes suelen ser tratados por equipos multidisciplinares, debido a la complejidad de su enfermedad.
Apoyar la salud mental de los pacientes es una de las claves para controlar sus síntomas, afirma Catherine Tregoning, psicóloga sanitaria colegiada y responsable de salud mental de la Fundación Autoinmune y de Apoyo a la Concienciación, con sede en el Reino Unido (se abre en una nueva pestaña), una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es mejorar la concienciación y reducir el aislamiento de quienes padecen afecciones autoinmunes.
"Aunque investigaciones recientes demuestran claramente que el ME/CFS no es una afección psicológica, puede desencadenarse por el debilitamiento del sistema inmunitario tras un estrés o traumatismo", declaró a Live Science en un correo electrónico.
(Crédito de la imagen: Getty Images)
Según Tregoning, el estrés, la ansiedad y la depresión derivados de sobrellevar un trastorno crónico pueden exacerbar los síntomas físicos del ME/SFC. Las recomendaciones actuales del Instituto Nacional de Excelencia Sanitaria y Asistencial (NICE) del Reino Unido apoyan que, junto al tratamiento médico, se ayude a los pacientes psicológica, social, emocional y prácticamente a mantener la independencia y la movilidad.
Un número significativo de estudios apoyan el uso de la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia de ejercicio graduado (TEG) como tratamientos para pacientes con SFC. Sin embargo, han surgido críticas sobre el rigor científico de estos estudios, según una revisión de 2020 publicada en el Journal of Health Psychology (se abre en una nueva pestaña).
En consecuencia, muchos organismos sanitarios, incluido el NICE, han dejado de recomendar la TCC y la TEG. En su lugar, el NICE recomienda que se anime a los pacientes con SFC a permanecer dentro de su "envoltura energética" -manteniendo su energía gastada a un nivel coherente con su energía disponible- para no empeorar los síntomas. Las directrices también promueven el uso de la terapia psicológica como tratamiento complementario.
Este artículo sólo tiene fines informativos y no pretende ofrecer asesoramiento médico.