Respirar hondo me da pánico. ¿Qué puedo hacer?

MINDFULNESS

 Respirar hondo me da pánico. ¿Qué puedo hacer?

Tengo problemas con mi práctica de la respiración. Cuando me piden que calme mi respiración o simplemente que la observe, mi mente registra exactamente lo contrario. Sufro ataques de pánico y empiezo a asfixiarme. Entiendo que la respiración es el núcleo de la práctica del yoga. ¿Cómo puedo librarme de esta resistencia mental?

-Denise L., Toronto

La respiración es nuestro aliado más íntimo. Siempre está con nosotros, tanto si nos sentimos agitados como tranquilos. El yoga y la meditación sugieren que nos centremos en la respiración como ancla porque siempre está ocurriendo ahora. No podemos respirar para ayer; no podemos anticipar cómo respiraremos dentro de una hora. Sólo ahora podemos estar con la respiración. Como tal, la respiración es una puerta para intimar con cada momento tal y como es.

Llegar a la raíz del problema

El problema puede estar arraigado en tu propia historia, en alguna autoevaluación o autocreencia. No podemos trascender patrones de los que no somos conscientes, y no podemos ser conscientes de aquello a lo que no estamos abiertos.

Por lo tanto, el primer paso es simplemente reconocer este patrón a medida que surge. Cuando escuchas la instrucción de observar la respiración, puedes estar confundiendo el método de observar con el resultado de observar, que puedes suponer que significa que estarás tranquilo. En lugar de eso, sé testigo de lo que ocurre, sin desear que sea diferente. Acepta la verdad desnuda de lo que está ocurriendo.

A continuación, pon tu atención en las sensaciones físicas que te surgen al intentar permanecer con la respiración. Abandona la sensación de que necesitas tener éxito en algo, incluso en la respiración. En su lugar, trata de ser consciente de lo que experimentas en ese momento, como opresión en el pecho, respiración superficial o corta, inquietud o ansiedad. No intentes alejarte de la experiencia, alterarla o ignorarla.

Aprende a confiar en ti mismo

La conciencia tiene su propia vitalidad. Al practicar yoga, aprendemos a confiar en nuestra propia experiencia. Aprendemos a aceptar lo que ocurra y a comprender que experimentamos sufrimiento cuando pensamos que algo debería ser distinto de lo que es. Cuando empezamos a creer a la voz interior que nos dice eso, aparecen el miedo y el pánico. Pero el mindfulness puede cambiar nuestra perspectiva y permitirnos liberar patrones emocionales desafiantes atravesándolos, en lugar de luchar con ellos o rechazarlos.

Si quieres profundizar en la comprensión de tu experiencia, te sugiero que acudas a un terapeuta con formación en mindfulness.


 


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