Primeros síntomas de la diabetes
Síntomas de la diabetes: ¿cuáles son los primeros síntomas de la enfermedad?
La diabetes es una enfermedad que aparece cuando en la sangre hay un exceso de glucosa. Es una enfermedad crónica y las personas que la sufren deben llevar un seguimiento exhaustivo de sus niveles de azúcar en sangre para asegurarse de que no hay subidas o bajadas.
Existen principalmente dos tipos de diabetes, diabetes de tipo 1 y diabetes de tipo 2. La diabetes de tipo 1 aparece cuando el páncreas no produce insulina o produce muy poca cantidad. En la diabetes de tipo 2, además de existir una producción insuficiente de la insulina, también existe una resistencia del cuerpo a la misma. Este segundo tipo de diabetes suele darse en personas con sobrepeso y obesidad con una vida sedentaria y hábitos alimentarios poco saludables.
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La diabetes debe ser diagnosticada por un médico tras realizar una serie de pruebas específicas, pero hay algunas señales de nuestro cuerpo que nos pueden dar una pista de cuando acudir al médico ante la posibilidad de sufrir diabetes. Estos son algunos de los primeros síntomas de la diabetes que suelen aparecer, los cuales no debemos ignorar y deben ser un motivo para pedir una cita en el médico y hacernos un análisis completo.
Primeros síntomas de la diabetes
Exceso de orina. La poliuria, conocida más comúnmente como exceso de orina, es algo característico en los pacientes con diabetes y una de las primeras señales que podemos notar en nuestro cuerpo para saber que podemos tener un problema de diabetes. El motivo por el que hay un exceso de orina en los diabéticos es por la necesidad del cuerpo de eliminar la glucosa que se almacena en la sangre. La forma más rápida que tiene el cuerpo de eliminar esta azúcar es a través de la orina. Para eliminarla, necesita previamente diluirla en agua, lo que aumenta las ganas de orinar y la cantidad de orina y también da sentido al segundo síntoma.
Sed constante. Ya que el cuerpo necesita más líquido de lo habitual para eliminar la glucosa a través de la orina, la persona diabética sentirá una sed excesiva la mayor parte del tiempo. Se trata de una reacción automática de nuestro organismo ante la posible deshidratación por exceso de orina. Es importante que estemos atentos a estos síntomas ya que las personas que no relacionan el exceso de orina y el exceso de sed con la diabetes y no saben que tienen la enfermedad, entran en un círculo vicioso en el que bebe agua continuamente y esto hace que orine más a menudo, lo que a su vez vuelve a causar más sed.
Cansancio. La deshidratación que puede darse debido a los dos síntomas anteriores hace que las personas en esta situación pierdan fuerza y energía y se sientan cansados continuamente. Además, la incapacidad del organismo de las personas diabéticas para llevar la glucosa a las células hace que la capacidad para generar energía se vea reducida.
Pérdida de peso. Este síntoma suele percibirse especialmente en las personas con diabetes tipo 1, ya que no es tan frecuente en las que padecen diabetes tipo 2. Cuando existe una insuficiencia de insulina, el cuerpo deja también de almacenar grasa, ya que la insulina es también la responsable de esta función. Por este motivo, este síntoma es más común en la diabetes tipo 1, en la que el cuerpo no produce insulina. En la diabetes de tipo dos, al haber algo de insulina circulando por el organismo, el efecto es menor y también más lento.
Hambre excesiva. La falta de energía hace que el organismo sienta la necesidad de obtenerla a través de la alimentación. Resulta curioso ver como las personas con diabetes tipo 1, aunque comen en exceso, siguen perdiendo peso debido a la incapacidad del organismo para aprovechar la glucosa, que continua siendo eliminada a través de la orina.
Visión borrosa. El aumento de la glucosa en la sangre hace que el cristalino se inflame y cambie de forma. Esto provoca una visión borrosa en el paciente y también cierta dificultar para enfocar la visión. Este daño no es irreversible ya que queda corregido cuando los niveles de glucosa vuelven a la normalidad.
Dificultad para cicatrizar. El exceso de glucosa provoca ciertas alteraciones en el organismo, como una dificultad para cicatrizar las heridas ya que las células encargadas de reparar los tejidos ven disminuida su función.
Infecciones. Las defensas del organismo también se ven afectadas por esta enfermedad, haciendo que el riesgo de contraer infecciones sea mayor. Las más frecuentes suelen ser las infecciones de orina, la neumonía, las infecciones de la piel o la candidiasis.
Si detectas alguno de estos síntomas en tu cuerpo y no sabes a qué se deben, es recomendable acudir a tu médico para determinar si podrías estar padeciendo diabetes, ya sea de tipo 1 o de tipo 2, y así poder llevar el tratamiento y la alimentación adecuada para mantener controlados los niveles de glucosa. Si ignoramos los síntomas y no diagnosticamos la enfermedad, podríamos llegar a sufrir complicaciones más graves. No ignores los síntomas de la diabetes.
