Bulimia: primeros síntomas de la enfermedad

¿Qué es la bulimia y cuáles son los primeros síntomas de esta enfermedad?

La bulimia nerviosa es, al igual que la anorexia nerviosa, uno de los trastornos de la conducta alimentaria más frecuente entre los adolescentes. Este trastorno hace que la persona que lo sufre pierda el control sobre la comida recurriendo a lo que se conoce como atracones. Durante estos atracones, el enfermos consume una gran cantidad de comida que luego intenta compensar mediante vómitos y la ingesta de laxantes. La finalidad de este comportamiento es adelgazar y mantener un peso sin engordar ni un solo gramo a pesar de los atracones, lo que les lleva a seguir también unas dietas estrictas e incluso irracionales, similares a las que siguen las personas que sufren anorexia.

Lo preocupante de esta enfermedad es que los jóvenes que la sufren, de los cuales un 90% son mujeres, la llevan en secreto para no ser descubiertos por sus padres o por la gente de su entorno. Esto quiere decir que acostumbran a esconder la comida y darse los atracones en secreto para no ser descubiertos. Otro de los motivos por los que esconden el trastorno es porque la bulimia genera un sentimiento de vergüenza y culpa que no pueden gestionar.

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A diferencia de la anorexia, es más difícil detectar que una persona está sufriendo bulimia porque esta enfermedad no conlleva necesariamente una alteración en el peso. Las personas que sufren anorexia, al dejar de comer sin ingerir comida durante atracones, pierden una gran cantidad de peso que se convierte en el síntoma más evidente de la enfermedad. En cambio, para detectar que una persona está sufriendo bulimia, deberemos permaneces atentos a su comportamiento más que a su aspecto.

¿Cuáles son los primeros síntomas de la bulimia? ¿Cómo detectarla?

Primeros síntomas. Los primeros síntomas pueden confundirse con otras enfermedades mentales como la depresión. Estos suelen ser apatía, fatiga, irritabilidad, cambios de ritmo del sueño, pérdida del rendimiento laboral o escolar o abandono del cuidado personal. Aunque estos síntomas pueden ser comunes con otras enfermedades, debemos prestar especial atención a la persona que los está sufriendo y acudir a un médico o psicólogo para que detecte cuál es el origen de este comportamiento y si está sufriendo bulimia.

Síntomas físicos. Además de cambios en su estado de ánimo y comportamiento, podremos observar ciertos cambios físicos en un enfermo de bulimia. La inducción del vómito hace que se produzcan pérdidas del esmalte dental, lesiones en la garganta o abrasiones en el dorso de la mano.

Menstruación. Cuando la bulimia afecta a mujeres, también produce una alteración en el ciclo menstrual. Por lo que es conveniente vigilar la menstruación de una adolescente que podría estar sufriendo bulimia ya que la pérdida o alteración de la regla podría ser un síntoma determinante.

Obsesión por comer. La obsesión por la comida le lleva a tener continuamente un deseo de comer una gran cantidad de alimentos con un alto valor calórico. Cuando comen estos alimentos, suelen comer mucha cantidad de ellos en un periodo de tiempo muy corto.

Ejercicio excesivo. Los bulímicos recurren a los vómitos y a los laxantes para contrarrestar los atracones, pero esto, al hacerlo en secreto, puede ser difícil de detectar. En cambio, podemos estar atentos a su nivel de ejercicio, ya que el deporte es otra de las formas que eligen para rebajar su peso y pueden llegar a obsesionarse incluso con el deporte, dedicando muchas horas a practicarlo.

Se sienten culpables. A veces la sensación de culpa es tan grande que se puede apreciar en su comportamiento. Sienten vergüenza y no se sienten a gusto con ellos mismos.

Preocupación por su físico. No olvidemos que esta enfermedad parte de una gran preocupación por adelgazar y tener un buen físico, así que uno de los primero síntomas que podemos percibir en una persona que la sufre es que está descontenta con su físico u obsesionada por peder unos kilos. También suelen mostrar un gran miedo a engordar, lo que les lleva a fijarse una meta para alcanzar un peso que pocas veces se corresponde con un peso saludable para su altura o su edad.

Antecedentes. Cuando una persona ha sufrido anorexia anteriormente, es más probable que desarrolle bulimia en el proceso de recuperación. Es frecuente que la bulimia aparezca en personas que ha superado la anorexia hace varios meses o un año. Por lo tanto, si una persona ya ha sufrido otro trastorno alimentaria, conviene que esté siempre controlada o en terapia, incluso cuando ya parece que lo ha superado. Las recaídas en otros trastornos son frecuentes.

Aunque no es fácil para los padres detectar si su hijo o hija adolescente está sufriendo bulimia en los primeros meses, bastará con seguir de cerca su estilo de vida y observar su conducta para detectar los primeros síntomas. Nunca dejes de acudir a un especialista si sospechas que alguien a tu alrededor está sufriendo bulimia, especialmente si se trata de un adolescente, ya que esta es la edad en la que más se da la enfermedad y puede alargarse hasta la edad adulta si no se recurre a tratamiento y terapia desde el principio.

Hay que tener siempre en cuenta que la bulimia es una enfermedad y que por ello hay que recurrir a un médico para pedir ayuda.