Por qué no hay nada mejor que salir a correr con tu perro
Te contamos por qué no hay nada mejor que salir a correr con tu perro.
Salir a correr con regularidad cuesta y requiere de una gran fuerza de voluntad, pero todo tiene solución, y te aseguramos que salir a correr con tu mascota convertirá tu entrenamiento en tu momento favortio del día. Por diversas razones:
Porque los perros son corredores naturales y no existe nada con lo que disfruten más, así que correr con él te hará disfrutar de lo lindo y conseguirá que estreches lazos con él, porque si tu perro es feliz entrenando tú también lo serás. Además, vuestro perro estará agradecido por haber consumido energías y por toda la atención prestada. No tengas a tu perro encerrado en un piso, los perros necesitan correr, ¿por qué crees que tienen 4 patas? Si es que están diseñados para eso...
Porque no existe un mejor compañero que él. El perro te ayuda a luchar contra tu peor enemigo cuando haces ejercicio: Tú mismo, ya que si quieres saltarte el entrenamiento no tengas la más mínima duda de que tu mascota te ladrará como queriendo decir "levanta el culo del sofá, ¡nos vamos a salir a correr! ¡Venga! ¡vamos!"... Una oferta que no puedrás rechazar por muy cansado que estés tras un día duro de trabajo. Además, es un compañero fantástico durante el ejercicio porque te ayudará a mantener un buen ritmo y luchará por que no pierdas el hábito.
Por qué no deberías salir a correr con resaca
¿Por qué es mejor salir a correr acompañado?
Porque salir a correr solo puede volverse de lo más repetitivo y aburrido, tu perro hará que tus entrenamientos sean mucho más divertidos sin estar pendiente del pulsómetro, la distancia, o el mapa con tu recorrido que vas a subir a facebook... Con tu perro sólo te centrarás en trotar con él y de paso disfrutarás mucho más del paisaje y del ejercicio.
No obstante, deberás seguir una serie de pautas y recomendaciones para que ambos estéis listos para entrenar juntos y hacer la experiencia lo más agradable posible:
No salgas a correr con un cachorro ya que sus huesos y articulaciones todavía no están bien formados y puedes hacerle mucho daño.
No fuerces a tu mejor amigo: Sentarse, acostarse, quedarse rezagado detrás de ti o simplemente detenerse son buenos indicadores que tu perro ha tenido suficiente entrenamiento conjunto. Para ahí y vuelve a casa disfrutando de un agradable paseo con él.
Ten en cuenta la raza de tu perro y su fisionomía de cara a planificar tus carreras con él: Si tiene patas cortas es mucho mejor caminar que correr, lo mismo que para perros compactos como los bulldogs, que además, suelen tener problemas respiratorios. En ese caso, andar será el ejercicio ideal para practicar con tu pequeño amiguete peludo.
Corred por el terreno adecuado: Las pistas limpias o los parques suelen ser la opción ideal. Ten en cuenta que tu perro no lleva tus flamantes zapatillas de running y el asfalto puede estar muy caliente y puede contar con trampas como fragmentos de cristal y otras guarradas. Su salud es lo primero.
Evita las horas centrales del día y lleva siempre una botella de agua y un recipiente en el que pueda beber si el paseo va a ser largo. Tu perro también necesita hidratarse.
Ante cualquier duda: Consulta con tu veterinario.
¡Ahora te toca a ti ponerte en marcha para comprobar por qué no hay nada mejor que salir a correr con tu perro!