¿Por qué los rostros se vuelven menos simétricos con la edad?
Si observamos a un recién nacido, su linda carita parecerá casi totalmente simétrica. Pero con la edad, ese pequeño bebé acumulará arrugas, piel caída y quizás incluso cicatrices que acentúan la asimetría.
De hecho, las investigaciones han demostrado que el impacto del envejecimiento no se limita a las arrugas y las líneas de expresión, sino que nuestro rostro cambia de forma a medida que envejecemos.
Esto plantea una pregunta: ¿Por qué nuestros rostros se vuelven más asimétricos con la edad?
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Esta es una pregunta que Helena Taylor, profesora adjunta de cirugía en el Hospital Mount Auburn (un hospital universitario de la Facultad de Medicina de Harvard) en Massachusetts, empezó a plantearse hace unos años, cuando intentaba encontrar la manera de que los procedimientos de cirugía plástica se basaran más en los datos. El objetivo de la cirugía plástica reconstructiva, como la reparación de un rostro tras un traumatismo, suele ser acercar los rasgos a la simetría. Sin embargo, casi todos los rostros tienen algún grado de asimetría natural.
Entonces, ¿hasta dónde debe llegar un cirujano plástico como Taylor para lograr esa simetría?
"Empecé a tomar imágenes de todos los niños que venían a reconstruirse la cara, y quedó claro que no teníamos datos sobre lo que es una cantidad normal de asimetría", dijo a Live Science. "Se me ocurrió que debíamos tomar imágenes de algunas personas que no habían tenido intervenciones o traumas".
En un trabajo de investigación de 2018 publicado en la revista Plastic and Reconstructive Surgery, Taylor y sus colegas utilizaron la fotografía tridimensional para obtener imágenes detalladas de 191 voluntarios de entre unos 4 meses y 88 años de edad. A continuación, un algoritmo informático calculó y cuantificó la simetría facial de cada participante.
"Queríamos ver si había algún factor que se correlacionara con la asimetría en nuestros resultados, y resultó que hay una relación bastante lineal entre la edad y la asimetría", dijo Taylor. "También analizamos el género y la raza, pero no se correlacionaron con la asimetría, mientras que la edad sí lo hizo claramente".
Taylor propuso una posible explicación para esta relación. "Creo que probablemente se deba a que las fuerzas normales que actúan sobre los rostros a lo largo del tiempo no lo hacen por igual, y además [los rasgos faciales] crecen de forma diferente, dijo. Por ejemplo, el hecho de que la piel empiece a caerse en un lado de la cara no significa que ocurra exactamente lo mismo en el otro. "Con el tiempo, eso se acumula", dijo Taylor. "Este fenómeno probablemente tampoco se limita a la cara".
Taylor espera que hallazgos como éste puedan servir de guía a los cirujanos plásticos algún día. "Hay una serie de trastornos, como el labio leporino, que requieren múltiples operaciones durante un largo periodo de tiempo", afirma. Por el momento, se deja en gran medida a los cirujanos individuales la decisión de cuándo se ha alcanzado el objetivo final de esas cirugías, pero eso podría cambiar.
"Poder usar esta herramienta para seguir a un paciente hasta que se pueda demostrar que está dentro del rango de la población normativa sería genial", dijo Taylor. "Añadiría datos cuantitativos a la decisión y serviría para saber cuándo debemos dejar de operar a la gente". Así que no esperes que tu cara sea tan simétrica como la de un bebé, y debes saber que estás en buena compañía si tienes algunas asimetrías faciales.