Por qué hay que amar el rugby

"ENSAYO" SOBRE UN DEPORTE MARAVILLOSO

amar el rugbyCon su origen en 1823 como una escisión del fútbol por los que preferían que se pudiese coger el balón con las manos, te contamos por qué hay que amar el rugby. 

Por su "ruda" nobleza

"El fútbol es un juego de caballeros jugado por villanos y el rugby es un juego de villanos jugado por caballeros" es una famosa máxima del deporte que se cumple día sí y otro también. Salvaje y duro en sus apariencias, el rugby está rodeado por una nobleza y caballerosidad muy difícil de hallar en cualquier otro deporte. Enemigos a muerte en el campo, todo queda ahí cuando termina el encuentro, con tradiciones tales como el Tercer Tiempo, práctica de culto en las universidades, consistente en ir a tomar cerveza todos juntos y bromear entre rivales sobre las incidencias ocurridas durante el partido. "Me has partido un diente, pero me da igual, porque ahora somos hermanos". Hay tantos deportes con tantísimo que envidiar a la dignidad del rugby...

Razones para amar el rugby

 Por los All Blacks y su "Haka"

El Haka, el ritual más conocido por los amantes del deporte, es una danza ancestral maorí (los aborígenes de Nueva Zelanda) que se ha hecho famosa gracias a los All Blacks, el indestructible equipo nacional neozelandés, al interpretarla siempre antes de cada partido para motivarse en un chute de poderío y de paso intimidar a sus rivales e impresionar como un "pavo real" desplegando sus plumas.

El origen del Haka es muy similar al uso dado por el equipo de rugby, ya que originalmente consistía en una danza de guerra que los maoríes utilizaban cuando estaban enfrente del enemigo para demostrar su fortaleza e intimidar a us rivales. Sus movimientos agresivos con los brazos mientras golpean con fuerza el suelo y cantan a gritos con una mirada asesina clavada en sus rivales siguen siendo el método intimidatorio más efectivo del deporte. 

Por ser capaz de cambiar el mundo

En una historia real propia de un cuento de hadas, tal y como demuestran el libro El factor humano de John Carling y la película Invictus de Clint Eastwood, a mediados de los 90 el rugby trascendió lo deportivo siendo capaz de cambiar el destino de la humanidad como la más eficaz herramienta política y sociológica. 

En plena era del Apartheid en Sudáfrica, Nelson Mandela entendió que en la necesidad de conseguir la unidad entre blancos y negros, el deporte rey en Sudáfrica, el Rugby, era la herramienta más efectiva. Y acertó de lleno.

Un año antes del inicio del Mundial, Mandela inició su estrategia para conseguir que todos los sudafricanos, independientemente del color, animasen a los 'Springboks', la selección nacional sudafricana que hasta entonces, era un entretenimiento para los blancos de clase alta con un equipo plagado de jóvenes rubios y atléticos propios de un anuncio de Ralph Lauren.
En colaboración con el capitán Francois Pienaar y su campaña por llevar el rugby a todos los ciudadanos durante el Mundial de Sudafrica, logró su objetivo cuando su selección derrotaba a la favorita Nueva Zelanda y todos los sudafricanos, sin importar el color, se lanzaban a la calle a celebrarlo


   

Por ser el deporte más espectacular

Nos basta mostrarte una jugada incréible de un partido jugado antes de ayer para demostrarte que es el deporte más espectacular: Un ensayo alucinante con pase entre las piernas y voltereta incluída. ¡El rugby puede hasta con el Circo del Sol!

Y por ser también el deporte más táctico

Las pizarras tácticas del rugby hacen que el plano del metro de Londres parezca una simple línea que une dos puntos. Capaz de dejar al ajedrez como un simple parchís, el rugby es el deporte más táctico que existe, un stratego físico con miles de jugadas ensayadas al milímetro para deleite de los espectadores.

Como puedes ver, el rugby lo tiene todo. Vístete de corto y enamórate del deporte más maravilloso que existe ahora que ya sabes por qué hay que amar el rugby.

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