¿Por qué algunas personas están más motivadas que otras?

¿Por qué algunas personas están más motivadas que otras?

La motivación es la salsa mágica que ayuda a las personas a hacer cosas y a cambiar comportamientos. Pero, ¿por qué algunas personas están más motivadas que otras?

Las

motivaciones de una persona, y las razones que hay detrás de ellas, pueden ser tan únicas como la huella de un pulgar, pero existen mecanismos químicos en el cerebro que podrían influir en lo que motiva a las personas y en lo motivadas que están día a

día. ¿Qué motiva a las personas?

Robert West (se abre en una nueva pestaña), psicólogo y catedrático emérito de Ciencias del Comportamiento y de la Salud en el University College de Londres (Inglaterra), declaró a Live Science que cada persona encuentra la motivación en un ámbito distinto.

"Tenemos un gran número de cosas que nos motivan", afirma. Pueden ir desde experiencias (como el placer, la comodidad, la excitación o el hambre) a deseos más abstractos como el propósito o el control. Los motivadores sociales también pueden ser el amor, el poder, la pertenencia y el reconocimiento.

"Todos diferimos en la importancia que cada una de estas cosas tiene para nosotros y tenemos diferentes prioridades en las distintas etapas de nuestra vida", afirma West.

Professor Robert West Robert West

Robert West es catedrático emérito de Psicología de la Salud en el University College London (UCL), Inglaterra, y asociado del Centro para el Cambio de Conducta de la UCL. Fue redactor jefe de la revista Addiction y ha publicado más de 900 trabajos académicos, entre ellos libros sobre el cambio de comportamiento y la adicción.

Los neurotransmisores, o mensajeros químicos del cerebro, pueden ser responsables de las diferencias en la motivación. En un estudio de 2012 publicado en el Journal of Neuroscience (se abre en una nueva pestaña) se pedía a los participantes que jugaran a un juego matemático con distintos niveles de dificultad a cambio de una recompensa económica. Las personas más dispuestas a jugar al juego "difícil" liberaron mayores niveles del neurotransmisor dopamina en zonas del cerebro relacionadas con la recompensa y la motivación, concretamente el cuerpo estriado y el córtex prefrontal ventromedial. Los que se esforzaron menos liberaron más dopamina en la ínsula anterior, una zona del cerebro responsable de la emoción y la percepción del riesgo.

¿Por qué algunas personas están más motivadas que otras?

(Crédito de la imagen: Getty Images)

"Ciertas sustancias químicas del cerebro, como las endorfinas y la dopamina, desempeñan un papel en nuestras experiencias del deseo y en cómo se moldean nuestros comportamientos", explica West. "Por ejemplo, la liberación de dopamina en una parte del cerebro llamada núcleo accumbens ayuda a enseñarnos lo que nos gusta y lo que no, mientras que las endorfinas intervienen en la sensación de bienestar".

Existe la idea errónea de que la dopamina se libera para inducir placer o en respuesta a una recompensa, y que las personas la liberan cuando algo les satisface. Sin embargo, un artículo de 2013 publicado en la revista Neuron (se abre en una nueva pestaña) descubrió que, en realidad, este neurotransmisor anima a las personas a actuar antes de recibir una recompensa. En otras palabras, la dopamina se libera para conseguir algo bueno. Dado que las investigaciones sugieren que la dopamina también se libera en diferentes áreas del cerebro, esto también podría ser la razón por la que diferentes personas se sienten motivadas por diferentes cosas.

Según los investigadores, los niveles de dopamina difieren de un individuo a otro, lo que también podría explicar por qué algunas personas son más persistentes que otras a la hora de alcanzar un objetivo.

¿Puede alguien motivarse más?

Es posible motivarse más comprendiendo algo que se llama la brecha entre intención y comportamiento, afirma Susan Michie (se abre en una pestaña nueva), catedrática de Psicología de la Salud y directora del Centro para el Cambio de Comportamiento (se abre en una pestaña nueva) del University College de Londres.

"Aunque una persona se sienta muy motivada para cambiar, el cambio no se produce", declaró Michie a Live Science. "Se trata de traducir el sentimiento en acción: el sentimiento no basta para hacer que las cosas sucedan. Una persona también necesita tener las habilidades para gestionar el comportamiento y la oportunidad de hacer que suceda."

Professor Susan Michie Susan Michie

Susan Michie es catedrática de Psicología de la Salud y directora del Centro para el Cambio de Conducta del University College de Londres (Inglaterra). Sus investigaciones se centran en el cambio de comportamiento en relación con la salud y el medio ambiente.

Michie afirma que hay formas de cerrar la brecha entre intención y comportamiento. Por ejemplo, elaborando un plan en el que se detalle exactamente qué, cuándo y con quién debe realizarse la acción. Compartir el plan con otras personas puede animar a alguien a cumplirlo, afirma, al igual que hacer la actividad con alguien o quedar con alguien después para incorporar una recompensa social a la experiencia.

Un estudio de 2011, publicado en la revista Social and Personality Psychology Compass (se abre en una nueva pestaña), descubrió que trabajar como parte de un grupo puede motivar y mejorar el rendimiento de los miembros más débiles del grupo, definidos como personas menos capaces de completar una tarea asignada. Los investigadores pensaron que esto podría deberse a las comparaciones sociales ascendentes y a la creencia de que el esfuerzo de alguien es necesario para que el grupo tenga éxito. Sin embargo, no está claro cómo afecta esto a los miembros "más fuertes" del grupo.

Sustituir una actividad por otra también puede contribuir a la motivación, afirma Michie.

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