Nos gustan las zapatillas blancas combinadas con cualquier look
Las mejores zapatillas blancas unirán todo tu vestuario, ¡no lo olvides!
Nos gustan con vaqueros, con nuestro mejor traje, con un traje informal, con pantalones cortos, con un traje sastre y con tu mejor chaqueta. Son el epítome del verano, pero se han abierto camino en todas las estaciones y con cualquier clima que se te eche encima, mientras tus zapatillas puedan soportarlo, todo está bien.
Brillante, desenfadada y deportiva, la zapatilla blanca es la gran defensora de este tipo de calzado, disponible en muchas formas, estilos, bandas de rodadura y versiones de blanco, así como en una amplia gama de precios. En pocas palabras, aunque las zapatillas blancas no se parezcan en nada a las zapatillas de correr normales, sí que se asemejan a algo elegante, limpio y bastante vintage, y lo mejor de todo es su versatilidad. Combinan con todo, y vosotros probablemente tengáis más de un par al acecho en vuestro arsenal de calzado, aunque algunos pueden ser de un tono diferente de blanco pero más grises. Ya sean unas Stan Smith de Adidas, unas Air Force 1 de Nike o unas de una marca de diseño de gama alta, las llevaremos con nuestros trajes de chaqueta para la oficina, con un chaleco de plumas sobre una sudadera, con una chaqueta de trabajo, con vaqueros y jerséis, y cuando llegue el buen tiempo, con vaqueros blancos y bermudas, seguro, y cada vez vuestras zapatillas tendrán una nueva vida. Conocerás el poder de unas buenas zapatillas.
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Quedan genial con cualquier atuendo y, dependiendo de la marca que lleves, su silueta y estatus son icónicos. Si estás pensando en llevar un par con traje, un par de sencillas y lujosas zapatillas blancas es la elección ideal. Son un par básico, pero asegúrate de que sean de un blanco impoluto. Nada queda peor que un par de blancas mugrientas y sin amor. Piensa en una combinación de una camisa blanca de botones y un traje moderno y entallado que se preste especialmente a llevarlas con zapatillas. Si hace frío, ponte un abrigo de largo medio y una bufanda ligera, y te pavonearás con los mejores.
Los días de menos trabajo, abrígate con un par de chinos, un jersey y una chaqueta a juego, y unos pantalones de colores más vivos integran las zapatillas blancas más fácilmente y ayudan a que combinen a la perfección con tu atuendo. Y no hay por qué dejar de llevar las zapatillas por la noche, si te arreglas un poco y las llevas bien, conseguirás impresionarla, quién sabe cuándo habrás añadido el contraste y el atletismo justos a un look bien vestido. Destacarán en tu cita nocturna.
Si quieres entrar en la tendencia minimalista, las zapatillas blancas son una opción fácil para los puristas de la monocromía a los que les encanta llevar vaqueros negros a menudo. Pero como el nombre minimal sugiere, quita todo lo que no sea necesario y mantén tus chaquetas, abrigos y camisas muy simétricos, al igual que tus pantalones, ajustados o recortados, y termina con algunas joyas ligeras e incluso un gorro, pero en el fondo no debes renunciar a la ambición de ser sumamente minimalista. Nada de despeinarse.
Créenos cuando te decimos que las zapatillas blancas son imprescindibles en tu armario, pero eso no significa que tengan que ser aburridas. Elige unas zapatillas sencillas y minimalistas, pero que no sean básicas.