Las proteínas de los tardígrados podrían ayudar a estabilizar los fármacos sin refrigeración, según los científicos

Las proteínas de los tardígrados podrían ayudar a estabilizar los fármacos sin refrigeración, según los científicos

Según los científicos, los tardígrados, esas criaturas casi microscópicas y casi indestructibles, son portadores de proteínas que podrían mantener estables fármacos y tratamientos médicos esenciales sin necesidad de refrigeración.

En un estudio publicado el lunes (20 de marzo) en la revista Scientific Reports (se abre en una nueva pestaña), los científicos probaron esta idea con el factor VIII de coagulación de la sangre humana, una proteína utilizada para tratar un trastorno hemorrágico hereditario llamado hemofilia A. Debido a una mutación genética, las personas con este trastorno no producen suficiente factor VIII (se abre en una nueva pestaña) y su sangre no puede coagular correctamente. Las personas con hemofilia A sangran espontáneamente, y sangran en exceso tras una lesión o intervención quirúrgica.

El tratamiento de la hemofilia A suele consistir en inyectar factor VIII en el organismo para compensar la deficiencia del paciente. Muchos productos de factor VIII requieren refrigeración (opens in new tab), y los que no la requieren suelen conservarse a temperatura ambiente durante un tiempo limitado y dentro de un estrecho margen de temperatura.

Los tardígrados, por su parte, poseen una extraordinaria capacidad denominada anhidrobiosis, por la que se secan y entran en un estado de animación suspendida. En este estado, los llamados osos de agua pueden soportar temperaturas tan bajas como -328 grados Fahrenheit (-200 grados Celsius) y tan altas como 300 F (148,9 C).

Los tardígrados sobreviven a la desecación gracias a unas proteínas que no se encuentran en ningún otro animal de la Tierra

Los autores del estudio querían ver si la notable resistencia del tardígrado podía trasladarse a los tratamientos médicos.

"Nuestro trabajo proporciona una prueba de principio de que podemos estabilizar el Factor VIII, y probablemente muchos otros productos farmacéuticos, en un estado estable y seco a temperatura ambiente o incluso elevada utilizando proteínas de tardígrados", dijo en un comunicado el autor principal del estudio Thomas Boothby (abre en nueva pestaña), profesor asistente de biología molecular en la Universidad de Wyoming (abre en nueva pestaña). "Y, de este modo, proporcionar medicina crítica para salvar vidas a todo el mundo".

El equipo extrajo dos sustancias del tardígrado Hypsibius exemplaris: un azúcar llamado trehalosa y una proteína llamada D citoplasmática abundantemente soluble en calor (CAHS). Ambas sustancias ayudan a preservar el cuerpo de los tardígrados durante la anhidrobiosis, de modo que sobreviven para ser "rehidratados" posteriormente.

El equipo modificó las propiedades biofísicas de ambas sustancias para aumentar su capacidad de estabilizar el factor VIII. A continuación, utilizaron las sustancias para almacenar el factor VIII sin refrigeración y en condiciones desfavorables, como deshidratación y rehidratación repetidas, calor extremo y almacenamiento en seco a largo plazo. Ambos compuestos funcionaron, pero el CAHS D lo hizo mejor que la trehalosa, señaló el equipo.

Los autores creen que este método podría utilizarse para otros medicamentos que actualmente requieren refrigeración. Pero aún estamos en los primeros días de esta investigación.

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