La población mundial podría descender a 6.000 millones a finales de siglo, según un estudio
Un nuevo análisis de las tendencias de natalidad revela que el crecimiento demográfico podría detenerse en 2050, antes de reducirse a tan sólo 6.000 millones de seres humanos en 2100.
El estudio, encargado por la organización sin ánimo de lucro El Club de Roma, predice que si se mantienen las tendencias actuales, la población mundial, que actualmente es de 7.960 millones de habitantes (se abre en una nueva pestaña), alcanzará un máximo de 8.600 millones a mediados de siglo antes de disminuir en casi 2.000 millones antes de que acabe el siglo.
El pronóstico es a la vez una buena y una mala noticia para la humanidad: La caída en picado de la población humana aliviará ligeramente los problemas medioambientales de la Tierra, pero dista mucho de ser el factor más importante para resolverlos.
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Y el descenso de la población hará envejecer a la humanidad en su conjunto y reducirá la proporción de personas en edad de trabajar, lo que supondrá una carga aún mayor para los jóvenes a la hora de financiar la asistencia sanitaria y las pensiones. Los investigadores, miembros del colectivo Earth4All (se abre en una nueva pestaña), formado por científicos medioambientales y economistas, publicaron sus conclusiones el 27 de marzo en un documento de trabajo (se abre en una nueva pestaña).
Por qué el crecimiento demográfico mundial se detendrá en 2100
"Sabemos que el rápido desarrollo económico de los países de renta baja tiene un enorme impacto en las tasas de fertilidad", afirmó en un comunicado Per Espen Stoknes (abre en nueva pestaña), director del Centro para la Sostenibilidad de la Escuela Noruega de Negocios y responsable del proyecto Earth4All (abre en nueva pestaña). "Las tasas de fertilidad descienden a medida que las niñas acceden a la educación y las mujeres se empoderan económicamente y tienen acceso a una mejor atención sanitaria".
El estudio es una continuación del realizado por el Club de Roma en 1972 sobre los límites del crecimiento, en el que se advertía al mundo de una inminente "bomba demográfica". El nuevo resultado diverge de otras previsiones demográficas recientes. Por ejemplo, en 2022, las Naciones Unidas estimaron (se abre en nueva pestaña) que la población mundial alcanzaría los 9.700 millones en 2050 y aumentaría a 10.400 millones en 2100. Las estimaciones de la ONU de hace una década sugerían que la población alcanzaría los 11.000 millones (abre en nueva pestaña).
Otros modelos prevén el crecimiento de la población basándose en factores que afectan a la independencia social y la autonomía corporal de las mujeres, como el acceso a la educación y a los anticonceptivos. El modelo de Earth4All es algo más complejo, ya que integra variables relacionadas con el medio ambiente y la economía. Entre ellas figuran la abundancia de energía, la desigualdad, la producción de alimentos, los niveles de renta y las repercusiones del futuro calentamiento global.
El modelo predijo dos posibles resultados para la futura población humana. En el primer caso, "sin cambios" -en el que los gobiernos siguen con su actual trayectoria de inacción, creando comunidades ecológicamente frágiles y vulnerables a colapsos regionales-, la población aumentaría a 9.000 millones de personas en 2050 y disminuiría a 7.300 millones en 2100. El segundo escenario, más optimista, en el que los gobiernos invierten en educación, mejora de la igualdad y transiciones ecológicas, daría como resultado 8.500 millones de personas en el planeta a mitad de siglo y 6.000 millones en 2100.
El equipo también investigó la relación entre el tamaño de la población y la capacidad del planeta para mantener poblaciones humanas. Descubrieron que, al contrario de lo que suele decirse, el tamaño de la población no es el factor clave del cambio climático. En su lugar, culparon a los altos niveles de consumo de los individuos más ricos del mundo, que, según ellos, deben reducirse.