La música puede hacer que el ejercicio sea más fácil y beneficioso
Con el comienzo del nuevo año, los gimnasios están en su punto más alto y muchas personas están tratando de establecer una rutina de ejercicios para mejorar su salud. Obtener una ventaja al hacer que el ejercicio sea más fácil y efectivo podría ser la diferencia entre el éxito y la culpabilidad de regresar al cálido abrazo del sofá. ¿Qué pasaría si hacer algo tan simple como escuchar un tipo particular de música pudiera darle esa ventaja?
Un nuevo estudio en Frontiers in Psychology es el primero en mostrar que escuchar música a un ritmo más alto reduce el esfuerzo percibido involucrado en el ejercicio y aumenta sus beneficios. Estos efectos fueron mayores para los ejercicios de resistencia, como caminar, que para los ejercicios de alta intensidad, como el levantamiento de pesas. Los investigadores esperan que los hallazgos puedan ayudar a las personas a aumentar y mejorar sus hábitos de ejercicio.
Muchas personas escuchan música mientras hacen ejercicio y estudios previos han documentado algunos de los beneficios. Por ejemplo, la música puede distraer la atención de la fatiga y la incomodidad y aumentar la participación en el ejercicio. Sin embargo, "cómo" experimentamos la música es muy subjetivo, con factores culturales y preferencias personales que influyen en sus efectos sobre las personas. La música es multifacética con varios aspectos como el ritmo, la letra y la melodía que contribuyen a la experiencia.
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Hasta ahora, los investigadores no comprendían las propiedades específicas de la música que nos afectan durante el ejercicio, incluido qué tipos de música son los más adecuados para mejorar ciertos tipos de ejercicio. Comprender estos detalles podría ayudar a desbloquear todo el potencial de la música como potenciador del ejercicio.
Los investigadores se propusieron investigar el efecto del tempo de una pieza musical en mujeres voluntarias que realizaban un ejercicio de resistencia (caminar en una caminadora) o un ejercicio de alta intensidad (usar una prensa de piernas).
Los voluntarios completaron sesiones de ejercicio en silencio o mientras escuchaban música pop en diferentes tempos. Los investigadores registraron una variedad de parámetros, incluidas las opiniones de los voluntarios sobre el esfuerzo requerido para completar los ejercicios y su frecuencia cardíaca durante el ejercicio, ya que una frecuencia cardíaca más alta significaría que el ejercicio fue más beneficioso para la condición física.
"Descubrimos que escuchar música de ritmo alto durante el ejercicio resultó en la frecuencia cardíaca más alta y el esfuerzo percibido más bajo en comparación con no escuchar música", explicó el profesor Luca P. Ardigò de la Universidad de Verona en Italia. "Esto significa que el ejercicio parecía menos esfuerzo, pero fue más beneficioso en términos de mejorar la condición física".
Estos efectos fueron más notorios en los voluntarios que completaron las sesiones de ejercicios de resistencia, en comparación con los que realizaron ejercicios de alta intensidad, lo que sugiere que las personas que realizan actividades de resistencia, como caminar o correr, pueden recibir el mayor beneficio al escuchar música de alto tempo.
Los investigadores esperan que estos resultados proporcionen una forma sencilla de mejorar los niveles de actividad física. Si bien el estudio actual involucró a un pequeño grupo de sujetos voluntarios, se necesitarán estudios más grandes en el futuro para continuar explorando los matices de cómo la música afecta nuestro entrenamiento.
"En el estudio actual, investigamos el efecto del tempo de la música en el ejercicio, pero en el futuro también nos gustaría estudiar los efectos de otras características musicales, como el género, la melodía o la letra, sobre la resistencia y el ejercicio de alta intensidad", dijo. Ardigò.
Por lo tanto, puede intentar reproducir música de tempo rápido la próxima vez que vaya al gimnasio para un entrenamiento turbocargado. De lo contrario, al menos podrías hacer que tu pie golpetee mientras te sientas en el sofá y comes chocolate.