Hacer ejercicio es mejor para la depresión que la medicación o el asesoramiento, confirma un estudio
Una nueva investigación revela que el ejercicio podría ser mucho más eficaz para tratar una serie de problemas de salud mental que la medicación o la terapia prescritas, incluido uno de los más frecuentes: la depresión. Pero, ¿hay pruebas que indiquen que los hombres australianos ya se habían dado cuenta de ello mucho antes de que los expertos publicaran sus datos?
Casi la mitad de los australianos sufrirán algún problema de salud mental a lo largo de su vida, mientras la crisis mundial de salud mental sigue creciendo como una bola de nieve sin signos de desaceleración.
Millones de personas sufren depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental. Esta situación no hizo sino empeorar con la pandemia de COVID-19, ya que muchos se encontraron repentinamente aislados, sin trabajo y con un futuro incierto.
Los tratamientos prescritos tradicionalmente, como la medicación y la terapia cognitivo-conductual (TCC), pueden ser muy eficaces en algunos casos, pero un nuevo estudio de la Universidad del Sur de Australia sugiere que hacer ejercicio podría ser mucho más eficaz para tratar un gran número de enfermedades mentales.
Este nuevo trabajo reúne más de 1.000 ensayos de investigación con un total de casi 130.000 participantes. En él se constata que realizar 150 minutos (2,5 horas) de actividad física a la semana reduce significativamente la depresión, la ansiedad y la angustia en comparación con las opciones de tratamiento estándar.
Algo importante a tener en cuenta es que el estudio también encontró que cuanto mayor es la intensidad del ejercicio, mejor es para la salud mental; el powerwalking es mejor que caminar, correr es mejor que el powerwalking, y así sucesivamente.
Como siempre que se trata de tu salud, la constancia también es crucial: se ha descubierto que hacer ejercicio con regularidad durante seis a doce semanas tiene un beneficio mucho mayor para la salud mental a largo plazo que los periodos más cortos. Así pues, no te limites a ir al gimnasio cuando te sientas deprimido: sigue haciéndolo para evitar que vuelva la depresión.
El ejercicio también tiene ventajas significativas en comparación con los medicamentos recetados, como un coste muy reducido, la ausencia de efectos secundarios y beneficios para la salud física a largo plazo.
Pero, ¿por qué es así? ¿Por qué hacer más ejercicio mejora la salud mental a nivel químico? A corto plazo, la dopamina y las endorfinas se liberan inmediatamente después del ejercicio, lo que mejora el estado de ánimo y mantiene a raya el estrés: de ahí procede esa sensación de euforia que se tiene después de hacer ejercicio, el llamado "subidón del corredor". A largo plazo, el ejercicio promueve cambios en las respuestas cerebrales que contribuyen a la estabilidad del estado de ánimo, la cognición y el aumento de las funciones inmunitarias. El ejercicio regular también mejora el sueño (que es fundamental para tratar la depresión y la ansiedad) y aumenta la autoestima gracias a los logros constantes. La cuestión es la siguiente: aunque los nuevos datos son, obviamente, una buena noticia para todos los australianos, no podemos evitar preguntarnos si algunos de ellos, especialmente los hombres, se habrán dado cuenta intuitivamente de este hecho mucho antes de que se publicaran los datos... Aunque los hombres y las mujeres australianos sufren problemas de salud mental en proporciones prácticamente iguales, los hombres tienen un 30% menos de probabilidades de buscar ayuda cuando la necesitan y tres veces más probabilidades de morir por suicidio. Además, casi la mitad de los hombres que acudieron a terapia la abandonaron prematuramente, ya que muchos de ellos consideraban que el proceso era castrante. Sin embargo, las tendencias online, combinadas con algunos datos independientes, podrían llevarnos a creer que los hombres no están dejando la terapia para abandonar por completo sus objetivos de autocuidado. Más bien, podrían estar cambiando la chaise longue por el vestuario. Sólo 2 de cada 5 mujeres australianas se consideran "suficientemente activas", frente a 1 de cada 2 hombres. El 28% de las mujeres declaran realizar al menos 30 minutos de actividad física a la semana, frente al 34% de los hombres. Puede que esta cifra sea inferior a los 150 minutos recomendados por las últimas investigaciones, pero podría darnos una idea de una tendencia más amplia... Las tendencias en las redes sociales también son reveladoras: en TikTok proliferan los vídeos protagonizados por figuras masculinas con el hashtag #gym así como #sad o #depressed, que algunos acumulan millones de visitas y cientos de miles de likes. Gym❤️?. #gym #motivation #sad #boy #fyp♬ sonido original - ? ? ? ? ? ? Además, muchos de estos vídeos también parecen relacionar la depresión tratada a través del ejercicio como algo inherentemente más masculino que otras opciones de tratamiento. O, al menos, más masculina que la visión tradicional de que la salud mental se trata mejor abordando y hablando de los propios sentimientos. También proliferan los memes sobre el tema. El meme "Los tíos sólo tienen cuatro formas de salir de la depresión", muy divertido pero cercano, irrumpió en Internet en 2021 y nunca ha desaparecido. Aunque gran parte de la broma se basa en cambiar al menos una de las cuatro opciones con sugerencias de tratamiento cada vez más absurdas, la figura de un tipo increíblemente musculoso y atlético es, con diferencia, la más consistente. Así pues, parece que se trata de una tendencia que lleva años gestándose y que, según nuestra hipótesis, ya existía "en la vida real" mucho antes de la era de las redes sociales. Los hombres siempre han encontrado en el ejercicio un método de tratamiento más atractivo y eficaz que las vías tradicionales, para bien o para mal. Aunque es positivo que los hombres hagan más ejercicio y -si estos nuevos datos son correctos- mejoren su salud mental gracias a ello, la forma en que la masculinidad y el autotratamiento solipsista se entrelazan con las nociones de masculinidad es problemática. Los hombres deben seguir yendo al gimnasio por todos los medios, pero deben hacerlo junto a un tratamiento prescrito por un médico y con la mente abierta: el ejercicio es una gran opción para mejorar tu salud mental, pero la terapia y la medicación pueden ser más adecuadas para algunos o incluso grandes aliadas junto a los entrenamientos intensos.