Family Gatherings With a Nut Allergy
Las reuniones familiares son algunos de los momentos más especiales del año, ya se trate de una cena navideña, una fiesta de cumpleaños o simplemente una reunión de fin de semana. Pero si tienes alergia a los frutos secos, estas reuniones también conllevan un poco de ansiedad. No es que no quieras asistir, pero no puedes evitar preocuparte por la comida. ¿Será segura? ¿Habrá contaminación cruzada? ¿Cómo afrontarlo educadamente sin que resulte incómodo?
Yo también he pasado por eso y lo entiendo. Si los miembros de tu familia se olvidan de tu alergia y te encuentras con que hay frutos secos en la mesa, la ansiedad puede aumentar. Navegar por las comidas familiares con alergia a los frutos secos puede parecer como caminar por un campo de minas. Pero con un poco de planificación y comunicación, podrá disfrutar de esos momentos especiales con menos preocupaciones. Veamos algunas estrategias que me han ayudado a comer de forma segura en reuniones familiares sin dejar de pasarlo bien.
La importancia de la comunicación
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Si hay algo que he aprendido a lo largo de los años es que la comunicación es la clave. Puede resultar un poco incómodo al principio, pero hablar con tu familia sobre tu alergia antes de la reunión es una de las mejores formas de garantizar tu seguridad. Muchas personas no son plenamente conscientes de lo graves que pueden ser las alergias alimentarias, por lo que mantener una conversación abierta puede ayudarles a comprender los riesgos y a tomar precauciones.
Cuando se acerca un acontecimiento familiar, me aseguro de ponerme en contacto con el anfitrión con una semana de antelación. Explico amablemente mi alergia, pregunto si tienen previsto servir algún plato que pueda contener frutos secos y me ofrezco a ayudar sugiriendo alternativas sin frutos secos. De este modo, ellos están al tanto y yo me siento más segura de que la comida será segura para mí. A veces, la gente puede ser olvidadiza, así que no dudes en hacer un seguimiento y asegurarte de que han comprobado si el envase de la comida contiene tus alérgenos.
Ofrécete a llevar un plato
Esto cambia las reglas del juego. Ofrecerte a llevar tu propio plato no es sólo un gesto de consideración, sino también la mejor forma de garantizar que en la mesa haya al menos algo que puedas comer sin peligro. Yo suelo llevar un plato, como pasta al horno o postre, y mi familia siempre se alegra de tener comida extra. Además, puedes aprovechar para presentarles deliciosas recetas sin frutos secos que de otro modo no habrían probado.
He descubierto que ésta es una de las formas más fáciles de hacer frente a las alergias alimentarias en las reuniones sin que se sientan como una carga.
Leer las etiquetas y la contaminación cruzada
Aunque tu familia tenga las mejores intenciones, la contaminación cruzada es un riesgo real. Si no está seguro sobre un plato, no pasa nada por hacer preguntas. ¿Ha utilizado alguien la misma cuchara para distintos platos? ¿Se han comprobado los ingredientes para detectar posibles alérgenos? Todas estas preocupaciones son válidas, y es importante protegerse.
Cuando estoy en una reunión familiar, pregunto si puedo leer las etiquetas de los ingredientes preenvasados que se hayan utilizado, como salsas o aliños. Si algo no me parece seguro, simplemente lo evito. Es mejor perderse un plato que arriesgarse a sufrir una reacción.
La contaminación cruzada también puede producirse con los utensilios de servir, así que siempre pregunto si puedo servirme yo primero, antes de que se hayan utilizado cucharas y tenedores en varios platos. He comprobado que los miembros de mi familia suelen ser muy comprensivos cuando les explico por qué tengo que ser precavida, y aprecian el esfuerzo que hago para mantenerme a salvo.
Educar
a los miembros de la familia
Una de las cosas que más me ha ayudado es educar a mi familia sobre mi alergia a los frutos secos. Con el tiempo, han aprendido más sobre lo que significa vivir con una alergia alimentaria, y ahora son mucho más conscientes a la hora de preparar la comida para las reuniones. Mis padres, mis primos e incluso la familia de mi novia saben que deben comprobar las etiquetas, evitar los frutos secos en determinadas recetas, avisarme siempre si no están seguros de algún ingrediente y tener el envase a mano para que pueda comprobarlo antes de comer cualquier alimento.
La educación no tiene por qué ser un sermón. Intento abordarla de forma conversacional, como cuando cocinamos juntos o si he aprendido algo nuevo. Cuanto más sepan, más fácil les resultará ayudarme a mantenerme a salvo sin hacerme sentir aislada.
Controlar la ansiedad en las reuniones familiares
Seamos realistas: Incluso con toda la preparación del mundo, comer en reuniones familiares cuando se es alérgico a los frutos secos conlleva cierto nivel de ansiedad. Sé que no es fácil relajarse del todo cuando hay comida de por medio. Pero he encontrado algunas estrategias que me ayudan a calmar esa ansiedad para poder disfrutar.
En primer lugar, me concentro en estar presente. En lugar de preocuparme por cada plato, me recuerdo a mí misma que he comunicado mis necesidades, he comprobado la comida y he hecho todo lo posible para estar segura. Después, se trata de disfrutar del tiempo con mi familia y formar parte de la celebración.
En segundo lugar, siempre llevo conmigo mi pluma de epinefrina (más una de repuesto), por si acaso. Saber que estoy preparada para cualquier emergencia marca una gran diferencia en cómo me siento durante la reunión. También me aseguro de que mi familia sepa dónde está la pluma y cómo utilizarla, de modo que si ocurre algo, todos estemos preparados.
Reflexiones
finales Las reuniones familiares con alergia a los frutos secos no tienen por qué ser estresantes. Con una comunicación abierta, un poco de preparación y planes de emergencia, puede disfrutar de estos momentos especiales con sus seres queridos sin preocuparse constantemente. Recuerde que su seguridad es lo primero y que su familia querrá apoyarle. Tomando medidas proactivas, puede sentirse seguro y con poder, y seguir disfrutando de toda la diversión y la conexión que supone reunirse alrededor de la mesa.
Así que, la próxima vez que vayas a una cena familiar, no tengas miedo de tomar las riendas de tu seguridad alimentaria ' ¡tú puedes!
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