¿Es peligroso beber agua cruda?
Agua cruda: ¿qué tiene de peligroso esta nueva tendencia?
Según las últimas tendencias alimentarias, todo apunta a que 2018 será el año de lo crudo. De consumir alimentos de la forma más natural posible y evitando todo tipo de procesos previos para su consumo. Mientras que en algunos casos esto puede resultar beneficioso para nuestra salud, en otro puede suponer un riesgo innecesario.
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La idea de todo esto es huir de los productos procesados, pero cuando esta idea se lleva al extremo, aparecen tendencias como la de beber leche cruda o agua cruda. Es decir, tomarlas sin ningún proceso que las transforme en una bebida apta para el consumo humano.
En el caso de la leche, los defensores de la leche cruda, sus defensores defienden que de este modo se evita que se añadan azúcares o componentes químicos a la bebidas. Sin embargo, evitando el proceso de pasteurización, también estamos saltándonos el paso en el que las bacterias que pueden ser perjudiciales para nuestra salud sean eliminadas. Esto puede hacer que contraigamos enfermedades, e incluso puede llegar a provocar la muerte.
La tendencia del agua cruda ha comenzado en California y promete extenderse a otras partes del mundo en los próximos meses. Hace unas semanas, The New York Times comenzaba a hablar de este fenómeno y de la conspiración que existe sobre lo que le añaden al agua del grifo. Esto quiere decir que en Silicon Valley han comenzado a desconfiar hasta del agua y las sustancias que pueden añadirle.
Pero además de esto, los defensores del agua cruda piensan que podrían estar perdiéndose algún beneficio al “procesar” el agua. Aseguran que el agua está llena de probióticos y bacterias buenas mientras que el agua que sale por el grifo es “agua muerta”.
¿Por qué es peligroso beber agua cruda?
Pero lo que quizás estén olvidando los que defienden el consumo de agua cruda –sin asegurarse ni siquiera previamente de que es potable– es que el consumo de agua en mal estado y no potable es una de las mayores causas de mortalidad en el mundo y que son más de 2.100 millones las personas que no tienen acceso a agua potable. Consumir agua cruda sin saber si es apta para el consumo puede hacer que contraigamos enfermedades tales como la hepatitis A, el cólera o la fiebre tifoidea.
Si esta moda viene de la necesidad de volver a lo puro y lo natural y de estar en contacto con la naturaleza sin influir en sus elementos, hagámoslo con un poco de cabeza y sin olvidar los años de avance en la ciencia y en la salud. No pongamos en peligro nuestra salud con tendencias que solo hacen que retrocedamos.
Este tipo de tendencias en relación con la alimentación no son nada nuevo, pero debemos centrarnos en lo que de verdad importa. Por ejemplo, consumir productos no procesados y envasados y comprar alimentos frescos como verduras, legumbres o frutas frente a los alimentos precocinados. Para llevar una alimentación saludable y estar en relación con la naturaleza no es necesario poner en peligro nuestra salud.
Como siempre ocurre, los extremos no son buenos, pero sí podemos encontrar cosas favorables en el medio. Por ejemplo, la idea que plantea esta tendencia puede tomarse como positiva siempre que se lleve a cabo de forma responsable. Si este tipo de tendencias sirven para quedarnos con el mensaje y aplicarlo a nuestra alimentación con sentido común, estaremos obteniendo un beneficio. Si llevamos al extremo de beber leche cruda o agua cruda, puede que se acabe volviendo en nuestra contra para acabar perjudicando nuestra propia salud.
El agua mineral que se venden en España actualmente es agua que tiene un origen subterráneo que la protege de forma natural de cualquier riesgo de contaminación, por lo que no debemos preocuparnos por su estado. Además, se envasa a pie de manantial en excelentes condiciones y sin contacto humano que pueda contaminarla con el fin de mantener su pureza y sus propiedades saludables, como los minerales que contiene.
Esto quiere decir que no es necesario beber agua cruda para obtener los beneficios del agua y disfrutar de su pureza sin ningún añadido extra que la contamine.