En un caso poco frecuente, un hombre desarrolla dolorosos coágulos sanguíneos en las venas profundas tras la picadura de una araña reclusa parda
En el primer caso conocido de este tipo, un hombre de Michigan desarrolló una trombosis venosa profunda (TVP) recurrente en ambas piernas tras la supuesta picadura de una araña reclusa parda.
Hasta ahora, "no se había descrito ningún caso de trombosis venosa profunda tras la picadura de una araña reclusa parda", según un nuevo informe sobre este caso insólito, publicado en abril en la revista Clinical Case Reports.
La araña reclusa parda(Loxosceles reclusa) no suele encontrarse en Michigan. Sin embargo, a veces se han identificado poblaciones aisladas en el estado, y algunos estudios sugieren que los arácnidos podrían extenderse hacia el norte de su área de distribución nativa a medida que el planeta se calienta.
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Estas arañas de seis ojos y color marrón sólido se consideran nativas de Kansas, Oklahoma, Texas, Luisiana, Arkansas, Misuri, Misisipi y Alabama, así como de partes de Georgia, Tennessee, Kentucky, Ohio, Indiana, Illinois, Iowa y Nebraska.
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El hombre de 45 años del nuevo informe acudió a un servicio de urgencias de Michigan tras la picadura de reclusa parda. (En el informe del caso no se indica cómo se verificó la identidad de la araña, pero en cualquier caso no se dispone de pruebas médicas para identificar definitivamente una picadura de reclusa parda).
El hombre sufría dolor en la pantorrilla izquierda, así como hinchazón y úlceras alrededor del lugar de la mordedura. Al examinar al paciente, los médicos también observaron hinchazón, sensibilidad y acumulación de líquido (lo que se conoce como edema) en la pantorrilla derecha. Basándose en los resultados de varias pruebas, los médicos hicieron un diagnóstico provisional de TVP y trataron al hombre con suero salino, morfina y un medicamento para contrarrestar la coagulación de la sangre.
Cuando el dolor y la inflamación persistieron, se le practicó una trombectomía con balón, una intervención quirúrgica para eliminar físicamente los coágulos sanguíneos, y se le colocaron endoprótesis vasculares en varias venas afectadas. A continuación se le dio el alta y se le recetaron varios medicamentos para reducir las probabilidades de que volviera a coagularse la sangre.
Sin embargo, el hombre "no cumplió con la medicación" y volvió al servicio de urgencias cuatro días más tarde con decoloración, hinchazón leve y empeoramiento del dolor en la pierna, escribieron los autores del informe del caso. Se le practicó otra trombectomía y se le recomendó que continuara con la medicación anticoagulante.
En una visita de seguimiento al mes siguiente, "se quejaba de dolor e hinchazón persistentes en las piernas a pesar de tomar la medicación" y se le trató con una venoplastia, un procedimiento que ayuda a abrir una vena estrecha mediante un pequeño globo. Pero un mes más tarde, los síntomas persistían y, poco después, el paciente acudió a urgencias por un episodio agudo de hinchazón y dolor en la pierna, según los autores.
A continuación, fue enviado a una clínica de tromboembolismo venoso, donde los médicos descubrieron tejido cicatricial en las venas del paciente que probablemente contribuía a la persistencia de sus síntomas. Después de esa visita, se aconsejó al paciente que tomara anticoagulantes de por vida y que usara medias de compresión y una bomba de compresión para aliviar los síntomas, escribieron los autores. Después se perdió su seguimiento, por lo que no se dispone de datos a largo plazo.
¿Cómo pudo una picadura de araña reclusa parda desencadenar una TVP tan persistente? Los autores del estudio sugieren que es posible que una molécula llamada fosfolipasa D (PLD), presente en el veneno de la araña, haya impulsado en parte el desarrollo de la enfermedad. La PLD se ha relacionado con la "inflamación masiva" y la acumulación de plaquetas, fragmentos celulares que se adhieren entre sí para formar coágulos sanguíneos.
"En nuestro paciente, no encontramos ninguna otra causa que pudiera haber contribuido a la TVP", escribieron los autores. "Por lo tanto, la PLD puede atribuirse al desarrollo de trombosis venosa profunda".
Las picaduras de reclusa parda pueden causar síntomas de leves a graves, según informó anteriormente Live Science. La mayoría de las picaduras causan inflamación, pero acaban resolviéndose por sí solas. Sin embargo, en las personas sensibles al veneno de estas arañas, las picaduras pueden provocar la muerte rápida de las células de la piel y el desarrollo de "lesiones necróticas" circulares que a veces persisten durante meses.
En casos raros y especialmente graves, las picaduras de reclusa parda pueden causar loxoscelismo sistémico, una reacción inmunitaria en todo el organismo que puede provocar la coagulación de la sangre y la destrucción de los glóbulos rojos.
