El colmo del postureo de gimnasio

Ir al gym está de moda. Y no se puede entrenar con cualquier trapo viejo que encontremos por casa. Deportivas de última generación, leggins que resaltan la silueta y camisetas de tirantes que marcan más músculos que los que tiene una persona normal son un must entre mancuernas y cincas de correr. 

¿Sabes lo que también está de moda? Alardear de llevar una vida sana y de dejarte el alma entrenando... sin que sea cierto.

El colmo del postureo de gimnasio es apuntarse, comprarse todo el equipamiento de última generación, subir fotos de tu primer día con las mancuernas a las redes sociales... y no volver a acercarte a 100 metros a la redonda de ese maldito sitio que te ha hecho tener unas agujetas insoportables durante una semana entera.

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En el puesto número dos está ir al gimnasio como quien va a tomarse algo a un pub. Seguro que alguna vez has visto a estas chicas (y chicos) que van con un modelito impecable y a los que el pelo no se les mueve ni un centímetro de su sitio. Están monísimos y siempre mirando a su alrededor para ver con quien pueden entablar conversación. Así se les van dos horas y no han hecho ni 10 abdominales. Eso sí, tienen 10 amigos nuevos en Facebook cada día, un par de admiradores secretos y una cita al día siguiente. Ah, y el maquillaje tan perfecto como cuando salieron de casa. 

El podio lo completa ir en coche al gimnasio... cuando vives a cinco minutos. O ir al trabajo con la bolsa de deporte para que tus compañeros flipen con tu fuerza de voluntad... y subir al primer piso en ascensor. 

¿Para ti cuál es el colmo del postureo de gimnasio?