El calor, un peligro al volante

El calor disminuye nuestra atención al volante. Debemos tomar nota de esto.

Según datos de la Fundación del Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), el calor que pasamos dentro de un coche disminuye la atención del conductor en un 10%, afectando a la circulación y poniendo en peligro su vida y la de los demás. Las altas temperaturas del coche hace que el tiempo de respuesta del conductor se incremente peligrosamente, así como producir una fatiga notoria. Si supera los 30 grados en el interior del vehículo, la atención disminuye un 22%.

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Para que esto no nos ocurra, antes de ponernos en marcha, tenemos que bajar las ventanillas para airear el interior del coche y, mientras se conduce, conectar el aire acondicionado a una temperatura de 24 grados, ni más ni menos. Se debe intentar siempre viajar en las horas de menos calor, esto es, al atardecer y al amanecer; realizar cualquier maniobra de distracción, esto es, hablar por teléfono, comer o beber, cuando se hagan las pertinentes paradas de avituallamiento. Se recomienda parar cada 200 kilómetros o cada dos horas de viaje. Antes de viajar, se recomienda haber hecho una comida ligera libre de grasas.

La ropa del conductor, asímismo, debe ser de colores claros y cómoda, que no esté pegada al cuerpo. A las primeras señales de somnolencia, parar el coche en la cuneta y descansar un poco. Recuerda, a la sombra. El calor disminuye nuestra atención al volante... Hay que tener mucho cuidado con esto.