¿Cómo se atasca el agua en el oído y cómo se saca?
Es una sensación familiar: has salido de la piscina y el sonido de las salpicaduras y las risitas de los niños se ha silenciado ligeramente porque tienes agua metida en el oído. Pero, ¿cómo ocurre esto realmente?
"Cada vez que vas a nadar o te pones auriculares o incluso audífonos, pueden quedar cosas atrapadas en el oído", explica a Live Science la Dra. Christie DeMason, profesora adjunta de otorrinolaringología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte. Cuando se llevan auriculares o audífonos, por ejemplo, el sudor puede entrar en el oído y quedar atrapado. Al nadar o ducharse, el agua suele entrar y salir fácilmente del oído, pero a veces también queda atrapada, explica.
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El agua que entra en el oído se atasca en el conducto auditivo, el conducto que une el exterior del oído con el tímpano; el conducto suele describirse como "en forma de S", pero sus giros y curvas varían ligeramente de una persona a otra. Si se nace con un conducto auditivo muy pequeño, el agua puede atascarse con más facilidad, explica DeMason. Pero el agua también puede atascarse detrás del cerumen, que normalmente ayuda a detener la proliferación de bacterias y mantiene los oídos en un saludable pH ácido de entre 5 y 5,7.
Si esto ocurre, la acumulación de agua y la pérdida de cerumen pueden crear un entorno húmedo y más alcalino que favorezca la proliferación de bacterias o levaduras y provoque una afección conocida como otitis externa, en la que el conducto auditivo se enrojece y se hincha. La otitis externa no siempre está causada por agua en el oído, pero es un factor de riesgo importante.
¿Por qué tenemos cerumen?
"Otitis externa es una forma elegante de decir infección del conducto auditivo externo", explica DeMason. La afección es bastante frecuente y puede afectar a cualquiera, explica. Alrededor del 10% de las personas la padecen en algún momento de su vida, pero el riesgo es cinco veces mayor para los nadadores que para los no nadadores, ya que la exposición repetida al agua puede aumentar las probabilidades de que se inflame el conducto auditivo externo. Esto se debe tanto a la humedad, que favorece la proliferación de microbios, como al hecho de que uno puede rascarse la oreja al intentar expulsar el agua.
¿Qué debe hacer si se le mete agua en el oído?
"La forma más sencilla es poner el secador a baja potencia y secarlo suavemente", explica DeMason. También puedes comprar gotas secantes de venta libre.
Si eres un nadador empedernido y tiendes a contraer muchas infecciones de oído, DeMason explica que también puedes comprar moldes a medida para evitar que te entre agua en el oído. "Si te preocupa que te entre agua al ducharte, puedes coger un algodón con un poco de vaselina y ponértelo en el oído antes de ducharte", explica.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) también recomiendan utilizar un gorro de baño para evitar que entre agua en los oídos al nadar. Después de nadar o ducharse, los CDC aconsejan secarse las orejas con una toalla e inclinar la cabeza hacia delante y hacia atrás para eliminar el exceso de agua.
Es importante sacar el agua tan pronto como termines de nadar, explicó DeMason. "La Clínica Mayo aconseja llamar al médico si se presentan síntomas, aunque sean leves, de oído de nadador, como picor y enrojecimiento en el conducto auditivo externo o molestias que empeoran al tirar o empujar del oído externo.
Este artículo sólo tiene fines informativos y no pretende ofrecer consejos médicos.