¿Cómo actuar cuando un bebé tiene fiebre?
¿Sabes qué hacer cuando tu bebé tiene fiebre? Lo que debes que hacer y lo que no para bajarle la fiebre.
Cuando un bebé tiene fiebre, los padres suelen entrar en pánico al instante, especialmente si son primerizos. Pero cuando detectes que tu bebé tiene fiebre, lo primero que debes hacer es mantenerte calmado y poner cómodo al bebé para poder pensar con tranquilidad cómo actuar de la mejor forma. Puede que tu bebé esté enfermo, pero también puede que no sea nada excesivamente grave de lo que preocuparse. En este artículo te damos algunos consejos sobre cómo debes actuar cuando tu bebé tiene fiebre para conseguir bajársela lo antes posible.
Tómale la temperatura. Antes de aterrorizarte por la fiebre de tu bebé y por lo que puede ocurrirle, busca un termómetro y mide su temperatura rectal para evaluar cómo de grave es la situación. Tumba a tu bebé bocabajo e introduce en su ano un centímetro aproximadamente de la base del termómetro. Manténlo ahí unos minutos hasta que haya medido la temperatura y entonces sácalo para ver el resultado. Si la temperatura está por encima de los 38º, se considera fiebre, y debes llevar a tu bebé al médico urgentemente para que lo atiendan, especialmente si tiene menos de tres meses ya que, con esta edad, su sistema inmunológico aún es muy débil. Si tu bebé tiene más de tres meses, no será necesario que lo lleves a un médico de urgencia si su temperatura es menor de 39º.
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Observa otros síntomas. Aunque su fiebre no sea muy alta, debemos observar si el bebé presenta otros síntomas que puedan darnos una pista de qué le ocurre. Algunos de los síntomas que pueden aparecer cuando un bebé tiene fiebre pueden ser vómitos, diarrea, dolor de cabeza, de garganta o de estómago, dolor al orinar, salpullido o hinchazón articular. Si además de tener fiebre tu bebé presenta alguno de estos síntomas, lo mejor es que acudas cuanto antes a su pediatra para que detecte qué le ocurre y qué tratamiento debe seguir para curarse cuanto antes.
Cómo saber si es urgente. Los síntomas anteriores indican que el bebé puede estar enfermo y que necesita un tratamiento para curarse, pero existen otros síntomas más graves que indican que debes llamar al servicio de emergencias cuanto antes. Estos síntomas pueden ser la pérdida de conocimiento, convulsiones, dificultad para respirar, deshidratación, o señales que indiquen que está sufriendo un dolor intenso en algún lugar de su cuerpo.
Cuidados recomendados. Si después de evaluar sus síntomas y su temperatura crees que el estado de tu bebé no es grave, solo tendrás que cuidarlo tú mismo hasta que su fiebre baje de forma natural. Es importante que tu bebé esté hidratado en todo momento. Aliméntalo con leche materna y agua. Si es algo mayor, dale zumos o frutas.
Observa cómo come. Cuando llegue el momento de darle la comida a tu bebé podrás evaluar cómo se encuentra, ya que podrás ver cómo se comporta respecto a su plato. Observa su apetito y no lo obligues a comer si no le apetece. Si se niega a comer, preocúpate únicamente de que beba líquido. Cuando empiece a encontrarse mejor, recuperará su apetito.
No lo abrigues demasiado. Aunque pensemos que si un bebé está enfermo debe estar muy abrigado para no coger frío, esto puede ser contraproducente. Si tu bebé tiene fiebre, no lo abrigues demasiado. Ponle ropa ligera y tápalo con una sábana ligera que puedas quitarle si empieza a su dar. Los bebés suelen sudar mucho cuando tienen fiebre y si está abrigado mojará la ropa.
Dale un baño. Un baño puede ayudar a bajar la fiebre a tu bebé, y no es necesario que sea con agua muy fría. Báñalo con agua tibia para que se encuentre mejor y su fiebre vaya bajando.
Intenta que descanse. A veces no resulta fácil hacer que los bebés pequeños se duerman, pero si tu hijo tiene fiebre necesita descanso para recuperarse. Intenta que se tumbe y se quede dormido el mayor tiempo posible. Asegúrate de que lo acuestas en una habitación donde no hace demasiado frío ni tampoco calor para que esté cómodo y no sude.
Sigue el tratamiento del médico. Si has decidido llevar a tu bebé al médico para que este te guíe sobre cómo curarlo, no te saltes el tratamiento que te ha puesto ni intentes modificarlo. Sus instrucciones te ayudarán a que tu bebé se ponga mejor, pero debes seguirlas perfectamente. Los bebés son delicados y necesitan tratamientos distintos a los de los adultos, por lo que siempre debemos seguir las instrucciones de su pediatra y no nuestra intuición. Si le das medicamentos para adultos solo porque a ti te funciona podrían sentarle mal. Dale solo la medicina recomendada por el pediatra. Además, la cantidad y el tipo de medicamentos varía según la edad y el peso de cada bebé.
Por último, lo más importante es que tú te mantengas relajado para poder hacer lo correcto en todo momento. Si te entra el pánico por lo que puede pasarle a tu bebé puedes acabar perjudicándolo por no actuar correctamente.
Sigue estos consejos cuando tu bebé tenga fiebre para que se ponga bien lo antes posible.