5 mitos sobre el embarazo que todos debemos dejar de creer ya mismo
Es posible que las embarazadas sean las destinatarias más habituales de consejos erróneos, aunque bienintencionados. (A veces, las cosas que dice la gente son relativamente inofensivas, pero hay muchas suposiciones que pueden llevar a tomar decisiones equivocadas o, al menos, innecesarias sobre alimentación, parto y otras cuestiones. He aquí algunos mitos que siguen estando muy extendidos: ¡dejemos de repartir estos tópicos y dediquémonos a los buenos deseos!
Mito n.º 1: Puedes saber el sexo de tu bebé por cómo lo llevas.
La verdad: El tamaño, la forma y la posición de la barriguita no tienen nada que ver con el sexo del bebé, por muy definitiva que suene la abuela. La forma de gestar depende de factores como la estatura, el peso y el tono muscular abdominal, así como del tamaño y la posición del bebé, explica la Dra. Kecia Gaither, especialista en medicina materno-fetal y profesora asociada de obstetricia y ginecología clínica en Weill Cornell Medicine, Nueva York. También influye mucho el número de embarazos que hayas tenido: En el primer embarazo, los músculos abdominales están más tensos y, por tanto, suelen mantener el vientre más hacia dentro, dice la Dra. Jennifer Lew, ginecóloga y obstetra del Hospital Northwestern Medicine Kishwaukee. En futuros embarazos, sin embargo, puede que se te note antes y parezca más grande. En cualquier caso, el aspecto de tu barriga no suele ser motivo de preocupación; si a tu médico le preocupa el tamaño del bebé, lo más probable es que te pida una ecografía para comprobar que el embarazo avanza bien.
Mito nº 2:
Esmás probable que te hagan una cesárea si te ponen la epidural.
La verdad: "Ponerse la epidural no significa que la mujer tenga más probabilidades de tener un parto quirúrgico", dice el Dr. Gaither. Varios estudios han demostrado que el riesgo de cesárea no aumenta con el uso de la epidural, según un informe de la revista Obstetrics & Gynecology. En lugar de ello, "la epidural permite un parto más tranquilo que no está abrumado por el dolor", dice el Dr. Lew. Este mito podría estar relacionado con el hecho de que la epidural puede acortar la primera fase del parto y alargar la segunda, lo que podría provocar intervenciones del personal médico (dependiendo de tu médico o de las normas del hospital donde vayas a dar a luz). Lo importante es elegir un médico con el que puedas hablar, sea cual sea tu preferencia en cuanto a la epidural. "Es posible que el parto no salga como habías planeado, pero poder confiar y formar el equipo que quieres a tu alrededor es fundamental en estas situaciones", dice Kathryn Schubert, presidenta y directora general de la Society for Women's Health Research (Sociedad para la Investigación de la Salud de la Mujer).
5 mitos sobre la menopausia que todo el mundo debería dejar de creer
5 mitos sobre la salud de su mascota que los veterinarios deben dejar de creer
Mito nº 3: Si comes ciertos alimentos durante el embarazo, tu bebé puede desarrollar alergias alimentarias o asma.
La verdad: No hay pruebas de que comer alimentos muy alergénicos, como frutos secos, lácteos o huevos, durante elembarazo o la lactancia provoque alergias alimentarias en los niños, según informa el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. De hecho, muchos de ellos forman parte de una dieta sana y no es necesario evitarlos, dice el Dr. Lew. Procura seguir "una dieta equilibrada que incluya una variedad de alimentos... centrada en cereales, fruta, verdura, proteínas, grasas y lácteos para garantizar que se cubren todas las necesidades de macronutrientes y micronutrientes", dice Myranda Vig, dietista nutricionista titulada de UC Davis Health. Sin embargo, puede tener un efecto positivo: Algunas investigaciones sugieren que comer alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 (salmón, semillas de chía, caballa) durante el embarazo puede ayudar a reducir el riesgo de alergias y asma de tu hijo más adelante.
Mito nº 4: No puedes comer fiambre ni salchichas
durante el embarazo.
La verdad: Los salchichas y los fiambres no están automáticamente prohibidos durante el embarazo, pero deben calentarse a 165 ºF, es decir, bien calientes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Esto se debe al riesgo de listeria, un germen que a veces se encuentra en los fiambres y (lo que es más frecuente hoy en día) en las verduras y los productos lácteos no pasteurizados. La listeria es la razón por la que no debes comer quesos blandos como el Brie o el feta elaborados con leche no pasteurizada -especialmente durante el embarazo- y por la que debes lavar los productos, sea como sea. Y aunque las infecciones por listeria no son comunes, las personas embarazadas tienen 10 veces más probabilidades de contraer listeriosis que otros adultos sanos debido a los cambios en su sistema inmunológico. Es posible que la listeriosis ni siquiera enferme a una mujer embarazada, pero puede provocar un parto prematuro, malformaciones congénitas y la muerte del feto. Así que si no quieres calentar los fiambres en el microondas, no los consumas.
Mito nº 5: Si has tenido una cesárea en tu primer parto, deberás tener cesáreas en los siguientes.
La verdad: La forma de pensar al respecto ha cambiado. "Solía ser que si tenías una cesárea antes, automáticamente te programarían una cesárea para los embarazos posteriores", dice Schubert. Pero en 2021, el 14,2% de todos los nacimientos fueron partos vaginales tras cesárea (PVDC), informan los CDC. Puede que no parezca mucho, pero las tasas de PVDC no han dejado de aumentar. Ciertos factores influyen en que se produzca un PVDC u otro parto quirúrgico, como si la primera vez le practicaron una incisión vertical u horizontal (un corte horizontal en el útero tiene un riesgo de rotura inferior al 1% si el parto es vaginal). Sin embargo, es posible que te recomienden otra cesárea si el motivo por el que te la hicieron la primera vez (como un feto muy grande) vuelve a entrar en juego, dice el Dr. Lew. Tú y tu médico discutiréis las opciones a lo largo del embarazo para decidir qué es lo mejor para ti y para el bebé, añade.