Un estudio afirma que la cocina casera es un ingrediente clave para el bienestar mental

¿Qué lugar ocupa en la escala de confianza en la cocina? ¿Eres un MasterChef de fin de semana, que fermenta las verduras del jardín trasero y embute sus propias salchichas? ¿O se inclina más por la comodidad que por el estilo? Si es así, puede que sea el momento de experimentar un poco, porque un nuevo estudio ha relacionado el tiempo que se pasa en la cocina con una buena salud mental.

Investigadores de la Universidad Edith Cowan de Australia examinaron el impacto de un curso de cocina de siete semanas en 657 participantes. Los participantes informaron de un aumento significativo de su bienestar mental y su sensación de vitalidad, mejoras que seguían siendo evidentes a los seis meses.

Además de esta perspectiva más positiva, los cocineros manifestaron una confianza renovada en su capacidad para mejorar sus hábitos alimentarios y superar los obstáculos relacionados con el estilo de vida (por ejemplo, la falta de tiempo) para mejorar su salud.

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Tal vez no resulte sorprendente que los hombres se beneficien más que las mujeres: el estudio puso de manifiesto la disparidad de género en cuanto a la confianza en la cocina, ya que el 77% de las mujeres participantes declararon tener sentimientos positivos sobre su destreza culinaria antes de la enseñanza, en comparación con sólo el 23% de los hombres.

Las mejoras observadas en el estado de ánimo podrían deberse a algo más que a la confianza. Otra investigación publicada en el Journal of Positive Psychology ha relacionado los actos cotidianos de creatividad con un mayor bienestar emocional. Que tu propia obra de arte sea comestible es aún mejor.

¿No sabes por dónde empezar? Perfecciona el arte de la pasta para levantar el ánimo al instante.

Poder de la harina

Compre harina italiana "00"; es más fina y funciona mejor. Vierta 200 g en una fuente de gres. Bata 11/2 cucharaditas de aceite de oliva virgen extra y dos huevos (preferiblemente Burford Brown).

Todo lo que amasas...

Hacer un pozo en la harina, verter el huevo, mezclar y combinar. Empezar con un tenedor y luego amasar a mano durante 10 o 15 minutos. Envuelve la masa en film transparente y refrigérala durante una hora.

Listo para rodar

Partir la masa por la mitad y aplanarla con un rodillo. A continuación, enrolle en láminas de 2 mm de grosor con una máquina para hacer pasta (la Marcato Atlas 150 es el estándar de oro). Dar la forma deseada.