Un cirujano transplanta accidentalmente un tumor en su propia mano

Un cirujano transplanta accidentalmente un tumor en su propia mano

El paciente: Un hombre de 53 años en Alemania.

Los síntomas: Un cirujano desarrolló una hinchazón en su mano izquierda cerca de la base de su dedo medio. Este fue el sitio de una lesión que sufrió cinco meses antes mientras retiraba un tumor abdominal maligno de un paciente. El bulto en la mano del cirujano medía 1.2 pulgadas (3 centímetros) de diámetro.

Lo que ocurrió después: El cirujano tuvo el bulto removido, y un análisis reveló que era un fibrohistiocitoma canceroso, un tipo de tumor que contiene histiocitos, células inmunitarias que migran a tejidos donde no pertenecen y luego forman crecimientos tumóricos. Era el mismo tipo de tumor que el cirujano había estado removiendo en el momento de su lesión en la mano. Según un informe del caso publicado en 1996, un patólogo que examinó los tumores de ambas personas se preguntó si los dos eran tan idénticos como parecían.

El diagnóstico: Resultó que el cirujano había transplantado accidentalmente algunas células del tumor del paciente en su mano. Los investigadores recolectaron muestras de ambos tumores, aislaron su ADN y realizaron un análisis genético. Descubrieron que los tumores no solo tenían composiciones celulares similares, sino que también eran genéticamente idénticos. Cuando los científicos compararon las muestras con un histiocitoma no relacionado, confirmaron que los dos primeros tumores eran indistinguibles entre sí y "claramente distintos" del tercero.

Durante esa operación anterior en el tumor abdominal, el cirujano había cortado su palma. La herida fue limpiada y vendada de inmediato, pero la aparición de un tumor idéntico en su mano meses después sugiere que el cirujano había transplantado accidentalmente células de el crecimiento maligno del paciente en su cuerpo.

El tratamiento: El tumor del cirujano fue removido completamente a través de una cirugía. Dos años después, estaba en buena salud. No había signos de que el tumor se hubiera extendido o estuviera regresando.

Lo que hace único este caso: El tejido trasplantado que difiere genéticamente del tejido del receptor es típicamente atacado y destruido por el sistema inmunológico del receptor. El cirujano desarrolló inflamación alrededor de su corte, pero esta respuesta inmune no impidió el crecimiento del tumor. Las células cancerosas pueden haber evadido el sistema inmunológico del cirujano al no producir suficientes antígenos, sustancias que provocan la respuesta inmune, para desencadenar la producción de anticuerpos destructores de tumores, según el informe.

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