Síndrome de Tourette: qué es y cómo detectarlo
Qué es el síndrome de Tourette y cómo detectarlo. Todo lo que debes saber sobre esta enfermedad.
Lo que la mayoría de la población conoce acerca del síndrome de Tourette es la parte de la enfermedad en la que la persona que la padece desarrolla una especie de tics o impulsos verbales por las vocaliza palabras obscenas o insultos en contextos inesperados. En cambio, esto solo ocurre en algunos de los casos de Tourette, y no tienen por qué estar presentes en una persona para que se diagnostique con este síndrome.
El síndrome de Tourette, conocido como ST o por su nombre original, síndrome de Gilles de la Tourette, es un trastorno neurológico que se suele manifestar antes de los 18 años. Los principales síntomas que se suelen mostrar son tics motores y fónicos, siendo los primeros en aparecer los movimientos involuntarios de brazos o cara. También son frecuentes los tics faciales, como las muecas o los parpadeos, que pueden ir acompañados de otros movimientos involuntarios del cuello o del tronco. Cuando aparecen estos síntomas en niños o adolescentes, suelen mantenerse durante al menos un año.
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En cuanto a los tics vocales, como decíamos, no siempre aparecen en personas con síndrome de Tourette y, si lo hacen, no siempre se manifiestan con palabras malsonantes o insultos. Estos tics vocales suelen ir acompañados también de movimientos como los que indicábamos antes y pueden ir desde un insulto a un carraspeo o gruñido.
Cuando los tics vocales vienen en forma de palabras obscenas, insultos o frases inapropiadas, se le conoce como coprolalia. Aunque, como decíamos al principio del artículo, la coprolalia es la parte más conocida de este trastorno y con la que más se le identifica, no es común que aparezca en personas que desarrollan este tipo de tics.
Otra variante de en estos tics vocales es la ecolalia, que consiste en repetir las palabras o frases que pronuncia otra persona como si se tratase de un eco. En algunos casos, también se repiten los movimientos de esa persona. Pueden darse episodios tanto de coprolalia como de acolalia durante un tiempo determinado y después desaparecer.
¿Cómo detectar el síndrome de Tourette?
Para que el síndrome de Tourette sea detectado por un especialista, la persona debe presentar tanto los tics vocales como los movimientos involuntarios. En la mayoría de los casos, el síndrome de Tourette se presenta de forma leve, aunque también pueden darse casos más extremos, ya que afecta de forma distinta a cada persona.
Otros síntomas que pueden ayudarnos a identificar que un niño o adolescente ha desarrollado el síndrome de Tourette es que estos movimientos involuntarios vayan acompañados de otros problemas como la impulsividad, trastornos de déficit de atención, conductas obsesivas compulsivas o problemas en el aprendizaje.
¿A quién afecta el síndrome de Tourette?
Pese a que puede afectar a hombres y mujeres, a los hombres les afecta entre 3 y 4 veces más el síndrome de Tourette. En cambio, se da en todas las etnias por igual.
Como decíamos antes, es habitual que este trastorno aparezca en los niños pequeños o en los adolescentes de hasta 18 años, ya que es este en momento en el que se desarrollan dichos tics y trastornos.
Aunque las personas con síndrome de Tourette pueden llevar vidas perfectamente normales y desarrollar cualquier actividad, aún hay mucho desconocimiento por parte de la población sobre este síndrome, lo que puede hacer que se dificulte la inclusión en algunos campos o sectores para personas con este síndrome. Para normalizar la situación de estas personas, existen varias asociaciones que luchan para que el síndrome de Tourette sea más conocido y aceptado y aumente la tolerancia y la comprensión hacia las personas con este trastorno.
¿Qué hacer para ayudar a un niño con síndrome de Tourette?
Ya que suele presentarse en menores, son los padres los que deben prestar atención a los niños con este síndrome para ayudar a que su vida sea lo más normal posible.
Los primeros tics suelen aparecer entre los 3 y los 10 años, siendo posible que aparezcan hasta los 18. Si observa que su hijo presenta los síntomas que antes hemos nombrado, el primer paso es hablar con su médico para consultarle acerca del problema.
El estrés, la ansiedad y el cansancio pueden hacer que los tics empeoren, así que debemos tener en cuenta el bienestar del niño e intentar que se mantenga calmado y controlado. También debemos evitar suministrar medicamentos a un niño con síndrome de Tourette sin consultar previamente a su médico, ya que algunos medicamentos pueden empeorar los síntomas.
Cuando un niño con síndrome de Tourette crece, los tics suelen desaparecer. La peor fase la pasará entre los 9 y los 13 años, pero más de la mitad de los niños con síndrome de Tourette mejoran mucho cuando entran en la adolescencia. Menos de la mitad de estos niños mantienen los tics cuando se hacen adultos, por lo que es posible que los síntomas del síndrome de Tourette desaparezcan por completo cuando el niño crezca.
