Riesgos y beneficios de las zambullidas en agua fría

Adopta la moda del agua fría para mejorar la circulación y levantar el ánimo, pero procede con cautela y empieza despacio.

En palabras de Outkast, ¿qué mola más que el frío? El agua helada. La inmersión en agua fría sigue causando furor en el mundo del bienestar. Desde las bañeras de recuperación de última generación, como la Edge Tub Elite, hasta las duchas de agua fría de bajo coste, es una tendencia que acapara todos los focos.

Pero, ¿merece la pena dar el paso o se trata simplemente de una moda pasajera que es mejor evitar? Rompamos el hielo con las opiniones de los expertos de Sanctuary Bathrooms, en colaboración con el Dr. Yassine Bendiabdallah, especialista en envejecimiento saludable de ZEN Healthcare.

Sumérjase en los beneficios de los baños de hielo

Con la subida de las temperaturas veraniegas, cada vez somos más los que cambiamos las duchas calientes por las frías. Las búsquedas en el Reino Unido de "beneficios de las duchas frías" han aumentado más de un 5.000% en el último mes. ¿A qué se debe? Una ducha fría puede hacer que te despiertes, aumentando el consumo de oxígeno, el ritmo cardíaco y el estado de alerta. Es algo más que una alternativa a la cafeína; esas ráfagas heladas también pueden aliviar el picor de la piel, aumentar la hidratación y mejorar la salud general de la piel.

He aquí otras formas en que la inmersión en agua fría beneficia al cuerpo y a la mente.

  1. Mejora la recuperación muscular: Reduce el dolor muscular y la inflamación post-ejercicio, acelerando el tiempo de recuperación.
  2. Mejora la circulación: Promueve un mejor flujo sanguíneo, ayudando a suministrar oxígeno y nutrientes a los músculos de manera más eficiente.
  3. Refuerzo del sistema inmunitario: Estimula la función inmunitaria, aumentando potencialmente la resistencia a las enfermedades.
  4. Mejora el estado de ánimo y reduce el estrés: Provoca la liberación de endorfinas y aumenta los niveles de dopamina, lo que puede mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés.
  5. Aumento del estado de alerta: El choque del agua fría aumenta el ritmo cardíaco y la adrenalina, mejorando el estado de alerta general y la claridad mental.
  6. Mejora la salud de la piel y el cabello: Cierra los poros, reduce la inflamación y puede dar lugar a una piel más luminosa y un cabello más brillante y fuerte.
  7. Alivia el dolor: Actúa como analgésico, adormeciendo el dolor y disminuyendo la inflamación alrededor de los tejidos lesionados.
  8. Mejora la calidad del sueño: Ayuda a algunas personas a conseguir un sueño más profundo y reparador gracias a sus efectos calmantes sobre el sistema nervioso.
  9. Resistencia mental: Aumenta la fortaleza mental al empujar constantemente al cuerpo fuera de su zona de confort.

Cuidado con la congelación

Pero saltar al agua helada no está exento de riesgos. El choque puede disparar la tensión arterial y la frecuencia cardiaca, provocar un shock muscular y, en circunstancias extremas, incluso causar hipotermia o hiperventilación. Las personas con asma u otras afecciones respiratorias deben tener especial cuidado.

"La exposición al agua extremadamente fría puede contraer los vasos sanguíneos y provocar hipotermia, problemas cardiacos e incluso congelación", advierte el Dr. Bendiabdallah. Su consejo: consulta a un profesional antes de zambullirte, sobre todo si tienes problemas de salud preexistentes.

¿Fabuloso o de moda?

Entonces, ¿merece la pena dar el paso? El Dr. Bendiabdallah ofrece una visión equilibrada: "Las inmersiones frías diarias o regulares pueden mejorar el estado de ánimo, la circulación, la recuperación y reducir la inflamación. Empieza por poco, de 30 segundos a un minuto, y ve aumentando gradualmente hasta un máximo de cinco a diez minutos. Divídelo en sesiones si es necesario, y escucha siempre a tu cuerpo".

James Roberts, director de Sanctuary Bathrooms, añade: "No hace falta un equipamiento de lujo para beneficiarse de esta tendencia. Un baño o una ducha fríos en casa pueden servirte para empezar. Aplícate un par de veces a la semana y observa cómo reacciona tu cuerpo. Si empieza a afectar a tu estado de ánimo o a tus niveles de energía, relájate, no hace falta pasarse".

Cómo hacer un baño de hielo en casa

¿Listo para probar el agua? Llena la bañera de agua fría y hielo o métete en una ducha fría. Empieza poco a poco y evalúa la respuesta de tu cuerpo. La clave está en estar en sintonía con tu cuerpo y ajustarlo según sea necesario.

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