¿Qué es un baño de sonido y tiene beneficios para la salud? Un médico lo explica
Si alguna vez has salido de un concierto sintiendo un cosquilleo en el cuerpo, eso es una pista del tipo de subidón que puedes experimentar con un baño de sonido. Disponibles en spas, retiros, gimnasios y clínicas, estas modernas sesiones de escucha meditativa pretenden mejorar la salud mental, aumentar el sentido de la espiritualidad y ayudar a sanar el cuerpo. Con precios que oscilan entre los 20 dólares por una experiencia en grupo y los 300 dólares por una sesión privada, ¿pueden realmente calmarle los sonidos? ¿Son beneficiosos para la salud? Preguntamos a los expertos.
¿Qué es un baño de sonido? ¿Y qué ocurre durante uno?
En un baño de sonido, te tumbas o sientas en una posición relajada mientras un practicante utiliza una varita para golpear un gong, cuencos tibetanos y otros instrumentos antiguos. No se trata sólo de lo que oyes, dicen los aficionados a esta práctica, sino también de cómo resuena el sonido a través de ti. "La actividad eléctrica de nuestros órganos, cerebro, corazón y sistema nervioso central genera campos electromagnéticos en nuestro cuerpo", explica la doctora Helen Lavretsky, profesora residente del departamento de psiquiatría de la UCLA. Según ella, este campo vibracional reacciona a otros estímulos electromagnéticos, como la música u otros sonidos. "Nuestros cuerpos pueden estar en armonía o en disonancia con él, y eso puede repercutir en nuestra salud; las reverberaciones que hacen que el cuenco 'cante' oscilan en frecuencias que resuenan con nosotros", explica.
¿Cuáles son los beneficios para la salud de los baños de sonido?
Un pequeño estudio reveló que una sesión de una hora con cuencos tibetanos disminuía la fatiga, la ansiedad, la ira y la tensión y aumentaba la sensación de bienestar. Otro demostró que ciertos sonidos podían ayudar a aliviar el tinnitus (zumbido crónico en el oído). Según el Dr. Lavretsky, que estudia el efecto de estas prácticas integradoras en la depresión de las personas mayores, los sonidos armoniosos y calmantes pueden relajar los músculos y hacer que la respiración se ralentice y disminuyan la frecuencia cardiaca y la tensión arterial. "Esto activa el sistema nervioso parasimpático, libera endorfinas y suprime la respuesta de lucha o huida", afirma.
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Entonces, ¿debería probar un baño de sonido?
Si le resulta difícil meditar, un baño de sonido puede ser un atajo sin esfuerzo hacia la calma. No está indicado para embarazadas (las vibraciones pueden provocar contracciones) ni para personas con enfermedades neurológicas como la epilepsia. Dado que los terapeutas de sonido no necesitan licencia, el Dr. Lavretsky recomienda pedir recomendaciones, empezar con una sola sesión y escuchar al cuerpo: "Si te sientes incómoda, puedes levantarte y marcharte", dice.
Cómo ayudó la experiencia a una persona que la probó
Margy Crary se sometió a sesiones privadas de baño de sonido después de la quimioterapia. "La quimio me ponía nerviosa y desincronizada; sólo podía tumbarme hecha un ovillo", cuenta esta residente de Chicago. "Pero el sonido parecía que 'organizaba' el zumbido, me calmaba las náuseas y me relajaba para poder dormir".
