Por qué perder el tiempo y procrastinar no es tan malo como piensas
Varios investigadores explican por qué perder el tiempo no es tan malo como pensamos.
Hace ya varios años que “procrastinar” se convirtió en la palabra de moda, y no por algo bueno. La mayoría de las personas querían saber cómo dejar de ser procrastinadores para aprovechar mejor el tiempo. Los libros para dejar de procrastinar y ayudarte a organizar mejor el tiempo cada vez son más frecuentes y el hecho de tener las horas del día completamente ocupadas parece haberse convertido en algo de lo que presumir, incluso cuando las ocupas con horas extras que nadie te paga.
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¿Por qué “perder el tiempo” está tan mal visto? Si lo llamamos “perder el tiempo” es evidente que esta expresión tiene una connotación negativa, el problema es que no deberíamos considerarlo tiempo perdido, si no tiempo que dedicamos a nosotros mismos y a pensar.
El psicólogo Quartz Michael Guttridge asegura que “perder el tiempo se trata de recargar la batería y desordenar” afirmando que este tiempo “les hará mejores en sus trabajos”.
Respecto a la forma en la que nos referimos a este tiempo, el psicólogo considera que deberíamos llamarlo “tiempo bien empleado” ya que fomenta la creatividad, especialmente en el ámbito educativo y profesional.
John Perry, autor del libro The art of procrastination, habla de la procrastinación como algo positivo ya que nos ayuda a diferenciar las tareas importantes de las innecesarias. Esto hace que considere esta acción de aplazar obligaciones como “el motor del progreso”. Además, añade que “aplazar es bueno para la memoria ya que la gente recuerda más los asuntos incompletos que los ya finalizados”.
Así que, la próxima vez que te apeteca pasar la tarde en el sofá leyendo o paseando sin rumbo, no lo llames "perder el tiempo". dedicar tiempo a ti mismo de forma coherente estará beneficiando tu salud mental y tu productividad.
